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El Ballet Nacional presenta gratis «Carmina Burana»

Considerada como una de las obras musicales más populares del siglo XX, la cantata escénica de Carl Orff llega en una versión del Banch junto a la orquesta y Córo Sinfónico de la Universidad de Chile.El mismo día de la función se retiran dos invitaciones por persona desde las 9:30


La magia del Ballet Oratorio Carmina Burana cautivará nuevamente al público con la versión coreográfica que Ernst Uthoff realizó de la célebre cantata escénica compuesta por el alemán Carl Orff.

El montaje, interpretado por el Ballet Nacional Chileno, El Banch, la Orquesta Sinfónica de Chile y el Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, podrá ser apreciada en forma gratuita el próximo viernes 26 y sábado 27 de marzo, a las 20:00 horas, en el Centro Cultural Estación Mapocho. Para asistir, s retirar dos invitaciones individuales por persona, los mismos días de la función a partir de las 9:30 horas, en las boleterías del centro cultural.

La obra comienza con un coro que hace un poderoso llamado a la Diosa del Destino, a cuyos caprichos, que cambian como la faz de la luna, está entregado el hombre.

La obra

La primera parte, “Veris leta facies”, consta de canciones danzadas, juegos y rondas. Representa una fiesta en homenaje a las fuerzas de la naturaleza, que renacen con la primavera y que actúan sobre los hombres, dándoles la fuerza  necesaria para su lucha contra el destino. El “Eros” (en la mitología griega, Dios del amor y la sexualidad) que despierta con esta alegría hace que las muchachas reclamen a sus amados para que las acompañen a los bosques que florecen por doquier. Con la aclamación jubilosa de que todos los tesoros del mundo no valen lo que el abrazo de una mujer, termina la “Fiesta de la Primavera”.

En la segunda parte, tienen los hombres la palabra. Reunidos en la taberna, escuchan la atrevida confesión de un espíritu rebelde y desafiante que protesta contra el destino por las condiciones lamentables de la vida. Mientras tanto se oyen los lamentos desconsolados del cisne asado, criatura antes tan hermosa, que es destinado a ser devorado. Y el desenlace se presenta con un prodigioso “Coro de ebrios” y así la miseria del mundo es vencida por los espíritus del vino que despiertan una gran alegría.

La tercera parte es también una “Fiesta de Primavera y de Amor”. Hombres y mujeres se encuentran y la belleza y el dolor de la soledad son vencidos por el amor. Una pequeña “Canción de Escarnio”, insinúa de antemano las alegrías de la unión y todos se sienten renovados por las llamas de una nueva y tormentosa pasión. Sigue el homenaje a la “Diosa del Amor”, con el himno del “Ave formosissima”.

Finalmente, todo cambia repentinamente, y con la repetición del coro del comienzo, “O Fortuna”, el hombre se somete de nuevo al poder del destino todopoderoso e inexorable.

El Texto: Carmina Burana

En los siglos XII y XIII era frecuente encontrar por los caminos de Europa a lo que se ha dado en llamar “escolásticos errantes”.  Algunos eran monjes escapados de sus conventos, otros escribientes sin trabajo, estudiantes que se trasladaban de una Universidad a otra.

Para ganarse el pan de cada día y, sobre todo, el vino de cada noche, componían poemas dedicados –a cambio de una remuneración adecuada- al señor feudal del castillo más próximo o al obispo de la catedral más cercana. Decían estaban organizados en una singular liga “Orden de los Vagabundos” y tenían por Santo Patrono al mítico San Gólias que, más que pertenecer al Santoral, parecía ser fruto  de su imaginación.  Los “Goliardos” no gozaban del aprecio de la Iglesia por sus sacrílegas canciones.  Pero como éstas fueron compuestas en latín, traspasaban las fronteras y, por sus letras fáciles y alegres lograron darse a conocer. Sólo cuando  la Iglesia  por fin logró imponerse y condenarlas, poco a poco dejaron de escucharse y fueron olvidadas.
No obstante, en un monasterio bávaro al pie de los Alpes, monjes benedectinos del Convento Beuren guardaron en sus recónditas bóvedas una recopilación de estos cantos.  Casi seis siglos durmieron esos manuscritos aquí, hasta que en 1847 el investigador J.A. Schmeller decidió publicar esta recopilación de poemas medievales desconocidos.  La llamó simplemente “Cantos de Beuren” –el nombre del Convento Benedictino donde los había hallado-  y, de acuerdo con el texto latino de los poemas se les dio el título también en esa lengua, no tan muerta para sabios e intelectuales, naciendo así “Carmina Burana”.

Pero para que esta obra alcanzara todo el esplendor que se podía extraer  de ella debieron pasar otros noventa años más, hasta que Carl Orff la convirtiera en la brillante  Cantata Escénica que todos conocemos, la “Carmina Burana” de Orff que, desde su estreno en Frankfurt en 1937, se ha paseado triunfalmente por todos los escenarios del mundo.

Con este espectáculo, que reúne a las tres agrupaciones de mayor trayectoria del país, continúa el programa cultural ¡Escena Viva!, alianza entre Minera Escondida y Estación Mapocho que, desde el año 2004, ha permitido a más de treinta mil personas emocionarse con grandes espectáculos orientados a la familia, en un espacio abierto a la cultura, con entrada liberada.


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