Con éxito se publico el libro que trata sobre los pescadores artesanales de Coquimbo. Una obra literaria basada en la arqueología y etnográfica de la zona y su gente de mar.
En Chile se conoce poco acerca de los orígenes de los oficios laborales de su gente. Uno de esos casos es el de la pesca artesanal, actividad que se desenvuelve en varias decenas de miles de caletas a lo largo del vasto litoral que tiene el país.
A alumbrar parte de esa realidad se orienta un libro de reciente aparición Tradiciones de tierra y mar: antiguos pescadores, mariscadores y cazadores del semiárido en el que se presentan los resultados de una investigación financiada por el Fondart el año 2009 sobre los pescadores artesanales del extremo norte de la Región de Coquimbo
Los antecedentes de estos pescadores artesanales se remontan a los distintos grupos cazadores-recolectores marítimos que habitaron dicha área desde hace más de 10.000 años. Pese a la distancia temporal, parte de ese modo de vida permanece en las caletas de la Región, articulando pasado y presente de una manera que resulta interesante y útil de conocer, tal como lo presentan los hallazgos de la investigación.
El libro se desarrolla en clave de antropología marítima, compilando diferentes trabajos arqueológicos realizados en el área ubicada entre Punta Teatinos y Tongoy, Cuarta Región, reevaluándolos a la luz de nuevos métodos y análisis avanzados que permiten replantear las secuencias cronológico culturales del área, y que sitúan a ciertos grupos poblacionales en segmentos anteriormente desiertos de actividad humana, específicamente para el caso del holoceno medio (5000 años antes de nuestra era).
Otro factor de relevante resultado de la investigación es la identificación de eventos de violencia inter-grupal, desconocidos hasta ahora en la Región. Ellos se pueden apreciar en restos humanos con puntas de proyectil (flechas), incrustadas en distintos segmentos anatómicos y que habrían sido la causa de la muerte. La hipótesis sostenida en el libro es que corresponden a enfrentamientos entre cazadores-recolectores del interior que habrían intentado explorar u ocupar el territorio costero, enfrentándose con las comunidades locales durante el 3000 y 2000 antes de nuestra era.
Complementariamente a los tópicos arqueológicos, el trabajo etnográfico ocupa un lugar relevante, pues es el resultado de un intenso trabajo de terreno, con visita y caracterización de las diferentes caletas ubicadas en el área de estudio.
Se trata, en suma, de un texto que destaca no solo por su orientación descriptiva e ilustrada que permite visualizar los particulares oficios y grados de interacción en el litoral, sino por ser uno de los pocos trabajos publicados en este ámbito, y que resulta imprescindible para la academia y público en general que desee conocer el desarrollo humano en la costa septentrional de la Región de Coquimbo y el resguardo histórico y ambiental del hábitat del litoral.
