A cuatro años del lanzamiento del exitoso “Muérdete la lengua”, esta semana irrumpió en el mercado con “Buen soldado”, su segundo trabajo. En él explora nuevos sonidos e instrumentos.
Aunque los separan cuatro años, su primer trabajo “Muérdete la lengua” y “Buen soldado”, tienen algo en común: todas las canciones están cruzadas por la mano de Francisca Valenzuela, tanto en la música como en las letras.
¿Cuál es la diferencia? Francisca Valenzuela contesta: “En ambos hay una base de ‘banda’ e instrumentos orgánicos, pero esta vez exploré nuevos sonidos, texturas y temáticas en las letras. Hay instrumentos nuevos –marimbas, sintetizadores, percusiones– una mayor importancia del ritmo, del groove, nuevas temáticas en las letras: sociales, historias y también algunas sobre amor y desamor. Y hay más temitas lentos, tipo balada, íntimos, desnudos…”.
-¿Qué te llevó a tocar temas políticos en tu nuevo trabajo?
-Creo que no se trata de «ser político» o apoyar un lado del espectro político, un estilo de vida, un personaje. Creo que se trata de apoyar determinadas causas que son importantes, que me inquietan, que me identifican. De decir lo que piensas, de utilizar –si te nace naturalmente, este es mi caso en particular– la plataforma musical y más pública para comunicar aquel mensaje que consideras importante, urgente, una pequeña contribución de forma más poética o directa. Es una faceta de lo que yo hago y de lo que me interesa. Esto no significa que no haré canciones livianas, entretenidas y apolíticas.
-El disco lo estás lanzando de manera independiente ¿Por qué tomaste esta opción?
-Porque quería hacer lo que yo quería y afortunadamente se dieron los medios y las circunstancias para hacerlo. Es un camino muchísimo más difícil, requiere de gran trabajo y es menos industrial. No hay una institución detrás que inyecte músculo y fuerza en desarrollarte. Todo lo haces tú y las pocas personas fundamentales y claves que te apoyan y trabajan contigo. Se dio así porque las alternativas que existían con aliados grandes como multinacionales, por ejemplo, no proveían condiciones que me parecían a mí ser las adecuadas. Había que ceder bastante artísticamente, no había una libertad suficientemente amplia, uno queda sujeto a otras reglas. Ahora, esto no significa que el día de mañana pueda firmar con una multinacional en caso de que se den las condiciones favorables para ello. Uno ve muchos artistas –aunque principalmente en EE.UU. y Europa– que son grandes estrellas de multinacionales, y no sólo son buen negocio, pero hay autenticidad, creatividad, una verdadera alianza entre industria y arte.
-¿Qué esperas de este disco?
-Espero poder crecer, seguir tocando por todo Chile, Latinoamérica y el mundo. Espero que se vea todo el trabajo que hay detrás; espero poder seguir colaborando con más artistas, creciendo yo misma como artista, explorando nuevas cosas musicalmente en vivo, masificar aún más mi música por el mundo y disfrutar de poder comunicar mi mensaje, mi música, quién yo soy a todos a través de mis canciones y mi arte.
