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Artistas disparan: Chile necesita crítica de las artes visuales

Cansados de lo que califican como una práctica que se esconde en el simple gusto, en la mera descripción de una exposición, en la odiosidad hacia los artistas contemporáneos o la desilusión personal de los críticos de artes visuales, los miembros del Taller BLOC, Catalina Bauer, Rodrigo Canala, Rodrigo Galecio, Gerardo Pulido y Tomás Rivas (todos en la foto), aseguran que es hora de refundar la crítica. Por ello, levantaron el siguiente manifiesto para abrir el debate. Juzgue usted señor crítico y, por favor, deje su comentario.


El público quizás no está cansado como nosotros, quizás no presta mucha atención a lo que lee sobre artes visuales o tal vez no lee nada al respecto. De ser así, la crítica de arte tiene una enorme responsabilidad en tal desinterés. No pocos artistas hemos asumido la tarea de escribir, poner textos en circulación y propiciar con ello un debate sobre nuestras obras. Sin embargo, no se hace muy accesible escribir en los medios más leídos, particularmente en aquellos periódicos que incluyen apartados destinados a cultura, cuyo rol es, sin duda, irremplazable y altamente necesario.

Algunos artistas hemos trabajado comprometidamente por más de diez años, lo que no suele ser notado por dichos medios; otros han invertido más de cuatro décadas en su obra mientras muchas columnas se conforman con felicitar los sabidos atributos de un par de consolidados; el resto experimenta la indiferencia de redactores, salvando la esperable excepción de un “joven talento” encumbrado, más que por méritos artísticos, por la necesidad de refrescar nombres y/o de promover ventas de ciertas galerías.

Pregunta: ¿hasta cuándo el artista y el público debe soportar que los profesionales encargados de decir algo sobre arte se escondan en el simple gusto, en la mera descripción de una exposición, en la odiosidad hacia los artistas contemporáneos, en la desilusión personal hacia la escena del arte, en demandar una militancia política que narrativice las imágenes, en la izquierda trasnochada que instrumentaliza el arte, en el puritanismo hacia el mercado artístico, en la credulidad ciega en él y los artistas internacionalmente más difundidos, en la palabrería hermética y pretenciosa de ciertos teóricos del arte, en el ego monstruoso de los que quisieron el reconocimiento y lo obtuvieron o nunca accedieron a él?

Ya basta de las escandalosas incapacidades, omisiones y chapucerías de columnas de “crítica de arte”. Si el común de la gente no se pronuncia sobre el problema es, en parte, porque los medios que leen desestimulan, desorientan e incapacitan, cuestión que se contrapone brutalmente a la abundante información que cubren sobre economía, deporte o política. Mientras tanto, los artistas debemos apuntar a quienes no están haciendo su trabajo para conseguir –literalmente- comunicarnos con el espectador. Mientras tanto, se viene dramáticamente contribuyendo a romper un eslabón pedagógico, de reflexión, de provocación y de conocimiento respecto del arte y su público contemporáneo. No nos queda más que sentarnos a esperar una verdadera crítica a nuestro trabajo, urgente en los principales medios escritos de Chile.

BLOC / Tutorías de arte

(Catalina Bauer, Rodrigo Canala, Rodrigo Galecio, Gerardo Pulido, Tomás Rivas)

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