El montaje fue estrenado anoche en Santiago en una exitosa representación a la que asistieron diversas personalidades, entre ellas el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y el embajador de España, Juan Manuel Cabrera.
La Compañía Nacional de Teatro Clásico de España cosechó anoche un rotundo éxito en la presentación de la obra «El alcalde de Zalamea», de Calderón de la Barca, bajo la dirección de Eduardo Vasco.
El montaje de esta obra, considerada junto con «La Vida es Sueño» el máximo exponente de la dramaturgia del Siglo de Oro, exhibe la vigencia de temas contemporáneos como el abuso de poder, la violencia ejercida contra la mujer y la defensa de los valores como norma reguladora de las relaciones sociales.
La obra de Calderón de la Barca (Madrid, 1600-1681) fue estrenada anoche en la capital en una exitosa representación a la que asistieron diversas personalidades, entre ellas el ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, y el embajador de España, Juan Manuel Cabrera.
«El alcalde de Zalamea», basada en hechos reales y de la que también existe una versión escrita por Lope de Vega, tiene al honor como protagonista central y se inserta en la tradición del teatro clásico español que narra historias de tensión social entre nobles y villanos, como «Fuenteovejuna» y «El mejor alcalde, el rey».
Bajo la magistral dirección de Eduardo Vasco y la belleza del verso calderoniano, el montaje cuenta la historia de Don Pedro Crespo, un acaudalado campesino que ve mancillado el honor de su hija por Don Álvaro, un libertino capitán de las tropas que se dirigían a la conquista de Portugal.
Enterado el rey Felipe II de que Don Pedro ordenó ajusticiar al capitán, no sólo no lo castiga, sino que lo nombra alcalde vitalicio de Zalamea, a pesar de las protestas del general, don Lope de Figueroa.
En este montaje de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) de España destacan las interpretaciones de Joaquín Notario -que en su personaje de alcalde transmita una mezcla de honradez, gallardía e ironía- y su hija Isabel interpretada por Eva Rufo, que logra transmitir el desconcierto y la angustia de la mujer ultrajada.
«El alcalde de Zalamea» ha sido llevado dos veces a escena por la CNTC, en 1988, dirigida por José Luis Alonso, y en 2000, con puesta en escena de Sergi Belbel y en coproducción con el Teatro Nacional de Cataluña.
