Este nuevo espacio abre sus puertas este mes en el sector de Alonso de Córdova con el trabajo de 10 exponentes nacionales. Entre ellos José Benmayor, Nicolás Radic y Francisca Ahlers.
Este mes abrirá sus puertas XS, una galería no tradicional que busca funcionar como plataforma de arte joven en medio del circuito de galerías de Alonso de Córdova (Nueva Costanera 3723, piso 2) y que busca acercar el arte hacia un público más joven.
Este nuevo proyecto de Ana Jorquiera se centra en crear una nueva plataforma mediante la cual se busca introducir y comercializar las obras de nuevos talentos en el ámbito nacional.
XS se aleja del formato tradicional de una galería, buscando innovar y ampliar los límites de sus exposiciones. Es así como además de estar ubicada en el segundo piso de la galería AMS Marlborough, el proyecto se mantendrá en una constante búsqueda de nuevas plataformas para presentar sus distintas propuestas artísticas, convirtiéndose de esta manera en un espacio móvil que estará presente por primera vez en la feria Chaco 2011.
El desarrollo de un espacio virtual, permite al proyecto tomar fuerza al tener una vitrina constante de exhibición. El sitio www.xsgaleria.cl se mantendrá actualizado acorde al stock de la galería para así facilitar y potenciar las ventas online.
La primera muestra de XS será compuesta por el trabajo de 10 exponentes nacionales, donde destacan nombres como el de José Benmayor, quien a través de escenarios figurativos y narrativos, crea situaciones diversas y a veces extrañas. Con un lenguaje que nace de una filiación entre la animación y el grafiti, Benmayor invita al espectador a entrar a un mundo paralelo. Se mostrará una selección de sus trabajos expuestos en el MAC además de sus más recientes pinturas y dibujos.
Por otro lado, Nicolás Radic contribuirá con sus pinturas hiperrealistas. Papeles plegados y arrugados, superpuestos en estructuras que generan diversas luces y sombras que el artista plasma al óleo en un estudio del color, la iluminación y la composición.
Pasado, olvido y espera se tratan en la obra de Francisca Ahlers, quien de la mano del carboncillo da vida a antiguos salones deshabitados, escenarios en los que refleja el dejo romántico de épocas pasadas, así como también el auge y caída de la riqueza y el desconsuelo de los espacios. La sensación de anti-hábitat que sus obras emanan -al enfrentar al espectador a un lugar de apariencia inhabitable-, provoca por un lado perturbación y al mismo tiempo resulta acogedor y familiar.
