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«Al borde del abismo»: Fuga, codicia y corrupción

No revolucionará el género del thriller ni tampoco es entretención del más alto nivel, pero este filme proporciona un buen rato gracias a una eficaz puesta en escena y un interesante argumento, que de paso incluye tópicos como el morbo de los medios de comunicación, la corrupción policial, el abuso de poder y la centralidad de la codicia empresarial en las crisis económicas.


Una considerable parte de “Al borde del abismo” transcurre mientras su aproblemado protagonista, el ex policía y convicto prófugo Nick Cassidy (Sam Worthington, el mismo de “Avatar”), se encuentra en la cornisa del edificio de un elegante hotel neoyorquino, desde donde amenaza con arrojarse al vacío, y sostiene un inusual diálogo con la negociadora del Departamento de Policía Lydia Mercer (Elizabeth Banks).

Inusual, porque a medida que pasa el tiempo y en tanto Mercer trata de persuadirlo para sacarlo de ahí y evitar lo peor, ella se va dando cuenta de que Cassidy no es un suicida y que sus planes son muy distintos a quitarse la vida. En realidad, Cassidy sólo quiere llamar la atención y distraer mientras su hermano, Joey (Jamie Bell), y la atractiva novia de éste, Angie (Genesis Rodriguez), realizan un complejo y arriesgado operativo a metros del hotel con el fin de desenmascarar el robo por el cual Nick fue penalizado y en el que está involucrado el magnate inmobiliario David Englander (un siempre sólido Ed Harris). El fugitivo busca, sin duda de un modo bastante extremo, demostrar que es inocente.

La negociadora comienza a inquietarse, porque tiene la presión de sus jefes por resolver cuanto antes la impensada situación, que compromete al poderoso millonario (los edificios en los que todo sucede le pertenecen) y a algunos jefes policiales, y que provoca la inmediata y excitada atención de la prensa y de transeúntes y vecinos.

Inquietud que se traspasa al espectador, que no sabe aún qué ha tramado el fugitivo, y que supone un riesgo para el desarrollo dramático del filme: después de tan larga conversación entre Mercer y Cassidy, ¿ocurrirá un evento sorprendente, el argumento ofrecerá momentos intrigantes y más entretenidos?

A pesar de las dudas, “Al borde del abismo” logra repuntar una vez que Mercer se entera de la identidad del ex policía y comienza a atar cabos. Una historia inteligentemente estructurada y un efectivo montaje permiten al director, Asger Leth, dotar de atractivo y dinámica a su primer largometraje de ficción, que no escapa, eso sí, a la tentación de llevar al límite la verosimilitud de algunas situaciones, tan propia de muchas películas de acción de la factoría Hollywood.

“Al borde del abismo” no revolucionará el género del thriller ni tampoco es entretención del más alto nivel, pero proporciona un buen rato gracias a una eficaz puesta en escena y un interesante argumento, que de paso incluye tópicos como el morbo de los medios de comunicación, la corrupción policial, el abuso de poder y la centralidad de la codicia empresarial en las crisis económicas. Nada mal para un filme de simples pretensiones.

Película: “Al borde del abismo”. Año: 2012. Duración: 102 minutos. Dirección: Asger Leth. Reparto: Sam Worthington, Elizabeth Banks, Jamie Bell, Anthony Mackie, Genesis Rodriguez, Edward Burns y Ed Harris. Todo espectador.

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