El director canadiense ha patentado una sabrosa receta cinematográfica que los espectadores de todo el mundo desean devorar: dos amantes de clases sociales diferentes viven una romántica aventura, mientras el mundo se desmorona a su alrededor al ritmo de la música de James Horner. Con estos ingredientes ha conseguido convertir sus dos últimas películas en las más taquilleras de la historia del cine.
James Cameron sabe lo que se hace. El realizador canadiense ha sido el primero en superar la barrera de los 2.000 millones de dólares recaudados con una sola película. Lo consiguió gracias a ‘Avatar’ (2009), en la que no hace más que repetir la estructura que funcionó una década antes en ‘Titanic’ (1997). Y es que ambos taquillazos tienen mucho más en común de lo que a primera vista podría parecer.
Las dos películas recibieron en su momento duras críticas por lo simple de la historia y sus diálogos, pero a la vez ese es uno de los grandes aciertos. Son largometrajes de buenos y malos, fáciles de seguir, que atraen a todo tipo de público, colándose en el selecto grupo de cintas que todo el mundo quiere ver al menos una vez en la vida.
Estas son las ocho claves para entender por qué:
En ‘Titanic’, Rose, una mujer joven, rica e infeliz, se entera de que la gente humilde que viaja en tercera clase es más feliz que nadie. Así se enamora de Jack, un joven inmigrante que quiere buscar suerte en Nueva York.
En Avatar, este tema es aún más literal. Jake es un infante de marina parapléjico que, con la ayuda de la tecnología, controla el cuerpo de un extraterrestre en un planeta lejano, Pandora. Consigue entrar en sociedad de los habitantes locales, los Na’Vi, donde cae rendido a los encantos de Neytiri. Aprende sus costumbres y finalmente es aceptado como uno de ellos.
En ambas películas, los protagonistas viven su idilio en medio de un enorme desastre. En ‘Titanic’ la historia de amor entre Rose y Jack se ve interrumpida por el hundimiento del barco de pasajeros más famoso de la historia, mientras que en ‘Avatar’ es la avaricia del ser humano la que acaba provocando una guerra y casi el fin del planeta Pandora.
Los dos largometrajes se caracterizan por contener potentes imágenes de enormes estructuras viniéndose abajo. Si en ‘Titanic’ vemos con todo lujo de detalles como un gigantesco trasatlántico se parte por la mitad y es engullido por el Atlántico Norte, en ‘Avatar’ el árbol más grande jamás filmado en la historia del cine se derrumba de manera espectacular aplastando todo lo que queda debajo de él. Ambos son momentos fundamentales para atrapar a la audiencia.
“Soy el rey del mundo” y “te veo”. Estas frases se han convertido en un legado que ha pasado a la cultura popular. Casi todo el mundo las conoce, e incluso las ha utilizado en alguna ocasión.
No hace falta tener un oído de lo más fino para darse cuenta de que la música de los dos grandes éxitos de James Cameron la compuso la misma persona. Se trata de James Horner, colaborador habitual de Cameron, que incluso se permitió el lujo de copiarse a sí mismo utilizando las mismas notas en escenas de ambos films.
A pesar de que ‘Avatar’ es una fantasía de ciencia ficción y ‘Titanic’ se basa en hechos históricos, las dos películas comparten una estructura general de trama muy similar. En primer lugar Cameron muestra un escenario nuevo y épico.
A continuación, las películas tienen dos actos principales: en primer lugar, la pareja protagonista explora y se familiariza con este nuevo mundo mientras caen enamorados. A continuación, se desata un gran conflicto que amenaza su existencia y su amor se pone a prueba.
En ‘Titanic’, Jack y Rose recorren todo el barco antes del accidente. En ‘Avatar’, Jake y Neytiri nos sumergen en las selvas de Pandora antes de que la guerra los separe.
Cameron es un mago creando expectación sobre sus proyectos. Tanto ‘Avatar’ como ‘Titanic’ han seguido el mismo patrón de cara a la fecha de su estreno. Ambas se ‘vendieron’ como apasionadas historias de amor mezcladas con los mejores efectos especiales.
Incluso las dos producciones sufrieron contratiempos. En el caso de ‘Titanic’, el hundimiento de un decorado provocó que el presupuesto se disparase y la fecha de estreno tuvo que ser retrasada. En el caso de ‘Avatar’, el presupuesto alcanzó una cifra récord nunca antes vista en la industria del cine y el desarrollo se alargó nada menos que 10 años.
Y, lo que es aún más extraño, ambas películas obtuvieron casi la misma puntuación entre los críticos de la web de cine estadounidense Rotten Tomatoes: ‘Avatar’ un 82%, ‘Titanic’ un 83%. ¿Coincidencia?
“My Heart Will Go On”, de Celine Dion, es la canción que acompaña a los créditos de ‘Titanic’ y, aunque ‘Avatar’ no acaba con música de la artista canadiense, la voz de la cantante Leona Lewis interpretando “I See You” parece clonada de la de Dion.
