Escritora Marina Latorre ganó el concurso de Editorial Quimantú pero nunca recibió el galardón
En este tercer artículo del Especial Violencia Simbólica, la escritora narra en primera persona cuando le avisaron que había ganado el concurso y cómo fue también que se enteró, una vez desaparecido sus originales, que varias citas de su libro aparecieron posteriormente publicadas en otros textos durante la dictadura.
Marina Latorre
Vivíamos en un entorno feliz de cultura y arte. El 9 de septiembre de 1973 escuchamos la voz amiga del poeta Jorge Tellier que a grandes voces requería : “ ¡asómate al balcón¡” , “¡Asómate al balcón¡”. En esa época estas gracias tenían una connotación especial. Esas palabras nos causaban risa y alegría, porque lo asociábamos a otro clásico balcón de Verona y porque Jorge era el que más gozaba, siempre dispuesto a hacer un festejo un poco a costa de los amigos. Eduardo y yo nos asomamos a ese pequeño balcón del segundo piso de nuestra casona que Neruda denominó “La Torre de la Poesía”. Desde abajo llegaba la voz amiga: “Ganaste el primer Premio de Ensayo en Quimantú 1973”. “Celebremos, celebremos”. Jamás imaginamos que todo se derrumbaría apenas dos días después. En ese concurso literario gané el Primer lugar con mi libro “El Incendio de la Federación Obrera de Magallanes”.
Lo que vendría es la más cruel y despiadada de las historias.
El 11 de septiembre, golpe militar, bombardeo de La Moneda y suicidio del Presidente Allende.
No hubo premio. Se inicia la era del miedo y del terror. Nuestra casa cultural, “La Torre de la Poesía” fue allanada, saqueada y robados nuestros tesoros: libros y pinturas.
En el primer piso funcionó la Galería BOLT y también DICAP (Discoteca del cantar popular) que grababa a Quilapayún, Inti-llimani, Víctor Jara, a Los Parra, a Patricio Mans. La fundación de la revista PORTAL con la colaboración y amistad de Pablo Neruda.
Se sucedían a diario las víctimas de prisión política y la tortura. Había ejecutados, detenidos desaparecidos. En estos tiempos sombríos mi libro se transformó en la prueba más contundente para poner mi pequeña vida en peligro. No estoy muy segura que pasó con él. Sólo recuerdo que en un momento angustiante, por la temática de mi libro premiado, llamé a mi ex profesor en la Universidad de Chile Roque Esteban Scarpa, magallánico como yo y que la Junta lo había designado para algunas gestiones culturales . Me contestó que los materiales del Concurso Quimantú estaban a salvo en Magallanes.
Más tarde pude comprobar que varias citas de los originales de mi libro aparecieron en un libro titulado “ La masacre de la Federación Obrera de Magallanes” del autor puntarenense Carlos Vega Delgado.
En varias páginas de este libro de Carlos Vega aparece el nombre de mi padre con motivo de detenciones por su actuar político y en varias páginas aparecen referencias mías tomadas de mi libro inédito “El Incendio de la Federación Obrera de Magallanes”. En la página 162 el autor Vega comete un error, transcribe un párrafo de mi libro donde cuento mis recitales siendo una pequeña niña, en locales de trabajadores. Vega dice que mi participación fue en la Federación Obrera de Magallanes. Sin duda habría sido un gran honor, pero esos mínimos aportes, de una niña a instancias de mi padre, fueron varios años después. La Federación Obrera ya había sido incendiada y yo en esa época no existía en este mundo.
En reemplazo del Premio anunciado por Tellier que la Dictadura me usurpó, mis compañeros escritores mucho tiempo después quisieron reparar la falta.
Durante la Presidencia de Salvador Allende se confeccionó la Medalla Presidencial correspondiente a su mandato. Existen dos versiones de esta medalla que mantienen el mismo anverso : rostro de Salvador Allende. El reverso del diseño original de la medalla fue realizado antes del Golpe Militar. En el excergo de ésta lleva impreso la fecha del período presidencial que debía cumplir Salvador Allende “1970- 1976” y muestra una alegoría de los trabajadores nacionales distinguiéndose diversas profesiones y oficios. Esta es la auténtica, la original , la histórica, la valiosa, la verdadera . Es esta la que me entregaron mis queridos compañeros escritores en un auténtico acto de justicia , dijeron.
(El texto inédito fue publicado en 2012)
