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Puerto de Ideas 2013: pensamiento y espacio Opinión

Puerto de Ideas 2013: pensamiento y espacio

Chantal Signorio, directora Festival Puerto de Ideas


logo Puerto de Ideas 2013Nos sobran razones para presentar Puerto de Ideas 2013 con una gran alegría. La tercera edición ya tiene su programa impreso y está en cuenta regresiva (se realizará del 8 al 10 de noviembre). Reunirá no sólo a grandes autores -como los franceses Philippe Claudel, el italiano Paolo Giordano y el mexicano Juan Villoro-, sino que también integrará oficios, géneros creativos y disciplinas en un flujo estimulante. Ciencia, literatura, teatro, música, cine, fotografía, artes plásticas, filosofía, historia y hasta monólogos de humor se enlazarán en tres días de actividades que buscan, en parte, recordarnos que la cultura es parte de una dinámica de esencial intercambio y desprejuicio.

Nuestro festival se concibe desde la convicción de que la reflexión y el talento creativo son fuerzas vivas que no pueden etiquetarse ni encauzarse por completo. Su decidida autonomía merece no sólo encontrarse en debates inesperados, sino que también salir a la calle, acercarse a audiencias nuevas y hacer de su tarea un mensaje de amplio alcance. Es esencial a su movimiento un carácter democrático, libertario y humanista. Paul Valéry escribió que «el verdadero escritor es un hombre que no encuentra sus palabras. Así que las busca. Y buscándolas, encuentra los mejores». Ese mismo espíritu de exploración guía Puerto de Ideas: no ofrecemos recetas, sino preguntas, búsquedas y diálogos desde la diversidad y la curiosidad por el hallazgo.

En las dos versiones previas del Festival hablamos de estos rasgos como si fuesen parte de un experimento o de una arriesgada apuesta, porque, de hecho, constituían entonces un nuevo enfoque para el debate cultural en Chile. Pero ahora, a punto de comenzar nuestra tercera edición, ya nos sabemos parte de una fiesta del pensamiento de fuerza garantizada. No es que Puerto de Ideas aventure una lectura particularmente osada de la cultura, ni que nuestros invitados se desvíen de su quehacer habitual para llegar hasta aquí. Al contrario. Estamos convencidos —lo hemos comprobado— que el Festival hace circular fuerzas intelectuales y creativas que se potencian en el encuentro entre sí mismas y con la gente, y que encuentran una plataforma de brillante sostén fuera de la capital y frente al mar, revalidando así a Valparaíso como un puerto que se abre a la influencia del mundo desde la costa del Pacífico.

Más de veintidós mil personas han conocido hasta ahora en vivo Puerto de Ideas. Las actividades del Festival ocuparon ya espacios patrimoniales de Valparaíso como el Edificio Cousiño, el Parque Cultural de Valparaíso, los museos Marítimo Nacional y Lord Cochrane, y la Iglesia La Matriz. Nuevos y valiosos rincones del puerto se abrirán este año a la comunidad, la cultura y el debate. Dentro de nuestras ocho locaciones se encuentran el Teatro Municipal, la sala del centenario teatro Condell, la Biblioteca Severín y el antiguo Palacio Subercaseaux, que reciclaremos para la ciudad, precisamente cuando ésta cumple diez años como Patrimonio de la Humanidad según la Unesco. Es un momento especial para el puerto, ocupado hoy en debates diversos que obligan a repensar su vocación urbana y los afanes de sus habitantes. No queremos estar ajenos a ese intercambio, y el regreso a Valparaíso confirma nuestra confianza en sus posibilidades y características únicas.

Así, pensamiento y espacio se engarzan como parte de una misma dinámica de reflexión que buscamos haga crecer, a su vez, la mente y el espíritu de quienes nos acompañen. Antes fue la invitación a una aventura. Hoy ya podemos integrar a quienes se sumen a una plataforma segura en la que la rigurosa articulación del pensamiento no le ha quitado su lugar a la sorpresa.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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