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Búnker: la premiada obra de teatro físico sobre la discriminación La pieza teatral se presenta en el teatro Lastarria 90

Búnker: la premiada obra de teatro físico sobre la discriminación

Aborda el tema de una familia que decide aislarse de la sociedad en un refugio, donde descubren que uno de sus miembros es homosexual.



Una obra sobre la discriminación, en el formato de “teatro físico”, se podrá ver desde el sábado hasta el 27 de octubre en el teatro Lastarria 90.

Se trata de “Búnker”, de la compañía de teatro Cuerpolímite, que pondrá en escena una obra que fue premiada como el mejor título de la generación 2012 de la Escuela de Actuación del Departamento Universitario Obrero Campesino de la Universidad Católica y tuvo un exitoso paso por el Tercer Festival de Teatro Joven de Las Condes.

La obra cuenta la historia de una familia muy conservadora, constituida por una madre, un padre y sus tres hijos, que desilusionados de su entorno deciden abstraerse de la sociedad internándose bajo tierra en un búnker. Codirigida por Paula Calderón, Carolina Rebolledo y Camila Ríos, los papeles están a cargo de Pablo Guerra, Mayra Cuadra, Benjamín Gorroño, Paula Hofmann y Giordano Rossi .

La compañía optó por expresarse a través del “teatro físico”, una nueva tendencia cuyos expositores más representativos son gente como la compañía británica DV8 o la alemana Sasha Waltz, que pone el énfasis en el uso del cuerpo y trata de usar lo menos  posible la palabra, un pariente lejano de la “danza teatro” al estilo Pina Bausch, según cuenta Pablo Guerra, actor y productor de la obra.

“Apunta más que todo a una corporalidad del teatro, haciéndolo desde lo físico”, explica. ”Tiene que ver un poco con más coreografía, más acrobático, pero nunca desde la danza”, señala. “Se trata de contar una historia, pero a través del cuerpo, sin mucho texto”.

Orígenes

bunkerGuerra señala que se trata de una creación colectiva de la compañía, que nació en el 2011. En el momento de la creación, “tratamos de buscar temas contingentes y que hicieran repercusión en la sociedad”. Como en aquel momento ocurrió el asesinato del joven homosexual Daniel Zamudio, optaron por el tema de la discriminación.

“Es un tema que no sólo afecta a los homosexuales o a gente de otras razas, sino que está en todas partes, en cómo te atienden en un hospital público, etc. A partir de allí creamos una historia de una familia, porque creemos que todo viene a través de la familia”, dice.

En la obra, los padres tienen el control absoluto dentro del refugio, controlan el día, la noche, deciden cuándo se come y cuándo se duerme. A medida que pasa el tiempo, la convivencia se vuelve mucho más irritable, y el rigor y la estructura se desestabilizan junto a los cinco roles.

El gran conflicto de la obra nace cuando el hijo mayor asume su homosexualidad sintiendo una gran atracción por su hermano, situación que es inaceptable para sus padres, a pesar de que ellos incitan a sus hijos a la procreación entre consanguíneos, ya que sólo de esta forma la raza tendrá trascendencia. Las preguntas que se hace la obra son algunas como si somos realmente tolerantes y por qué no aceptamos al otro.

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