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Jorge González desembarca en Chile para el Festival Fronteras y analiza contienda electoral El ex Prisionero se presentará en Chile el 9 de noviembre en el Club Hípico

Jorge González desembarca en Chile para el Festival Fronteras y analiza contienda electoral

Desde Berlín, donde está radicado desde 2008, el músico habló con Cultura+Ciudad sobre sus razones para irse de Chile, su experiencia en el exterior y sus preferencias musicales actuales. Hoy por hoy trabaja en lo que será su primer disco en inglés, un proyecto para Europa que aún no tiene fecha. También se alista para sus próximos conciertos: una participación en el Festival Frontera en Santiago y una gira por provincias.


Cuando el ex prisionero estaba inmerso en la creación de su último y alabado disco «Libro» (Plaza Independencia, 2013),  conjuntamente escribió los temas para este álbum, así como otros en idioma inglés que formarían parte de una nueva placa en ese idioma que saldrá a la luz en 2014, pero que aún no tiene fecha de lanzamiento.

En su estadía en Europa, casi en paralelo a lo anterior, González colaboró en tres temas del álbum «The Visitor», del también chileno Matías Aguayo, DJ chileno radicado en el Viejo Continente y admirado por el reputado crítico musical inglés Simon Reynolds, quien en su paso por el festival de literatura Filba, en agosto, deslizó elogiosos comentarios hacia Aguayo y calificó de genio a Ricardo Villalobos, otro chileno de la movida electrónica europea. En el disco de Aguayo, que tuvo buena repercursión en la escena anglo, el ex prisionero aportó la fusión de ritmos latinos, algo que había experimentado en los 90 cuando comenzó a hacer cumbias electrónicas con el músico alemán radicado en Chile Atom Heart (Uwe Schmidt), pionero en estas aventuras electrónicas.

Actualmente abocado al piano y a la guitarra en su departamento de Berlín, lejos de la inspiración de los teclados y las máquinas, el rockero chileno está a punto de desembarcar en Chile para tocar en la versión del Festival Fronteras. Su show está programado para la tarde del 9 de noviembre entre las 15:45 y las 16:45 hrs. en el Club Hípico. Si bien no quiere dar adelantos de su presentación, será un show que deparará algunas sorpresas y novedades relacionadas con su nuevo disco y el nuevo material que prepara, por lo que ofrecerá matices bien distintos al excelente show presentado por González en 2012 en el Primavera Fauna y a comienzos de este año en el Festival de Viña.

Vivir en el extranjero

Tras la primera disolución de Los Prisioneros a comienzos de los años 90, González se fue varias veces del país, sin nunca lograr sentirse cómodo del todo, hasta recalar en Berlín, donde vive desde el 2008.

“Me fui el 93 a Nueva York a estudiar y mi regreso, a fines de los 90, fue muy complicado… Creo que de vuelta no me adapté jamás a Santiago”.

Luego, tras la reunión del grupo en 2001 y una serie de giras e incluso un nuevo disco, “el 2004 me fui a México a trabajar con Los Prisioneros, cosa que al final no se dio porque el resto de la banda decidió no mudarse”.

Una vez más, según González, la enorme fama del grupo de rock más importante de Chile afectó a los integrantes, incluso a su genio creativo.

“En mi patria, al momento de marcharme, había tocado con Los Prisioneros en estadios de fútbol repletos de personas que cantaban cada letra con mucha emoción, en Chile, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador”, cuenta. “La banda se convirtió en algo gigantesco y eso no fue completamente bueno para quienes la integrábamos, en mi opinión, por lo menos salir a la calle ya era una odisea en ciertos días…”

“Era muy difícil hacer canciones nuevas a la sombra de ese catálogo maravilloso y para mí escribir es vital, es mi manera de relacionarme con la vida entera poner una melodía y unos versos a caminar”.

Así el músico explica su decisión de irse del país. “Quizá buscaba libertad, esa idea poco clara que llamamos libertad…”. Aunque esa libertad que buscaba González probablemente tenía que ver con el hecho de ser famoso, ante la pregunta ¿qué es lo más malo de ser famoso?, admite que nunca se ha puesto a pensar en eso y luego reflexiona: «Fíjate que no le veo lo malo , es bastante agradable…»

Presente

Jorge González

Jorge González

Actualmente González está feliz en Berlín, aunque no sabe cuánto tiempo se quedará en la capital alemana, hoy probablemente la capital cultural del Viejo Continente.

“A estas alturas del partido tengo muy claro que nada es para siempre. Me encanta Berlín, la mayoría de mis mejores amigos viven acá y no me quiero mover, pero ya sé que uno no decide su destino al 100%….”.

El músico ha aparcado por el momento sus proyectos más electrónicos para volver a la música más acústica.”Estoy dedicado a la guitarra y al piano de tiempo completo. Pero de repente me voy a inspirar…” para volver a las máquinas, revela.

¿Qué escucha hoy el padre del rock chileno? Lo nuevo y lo viejo, de Chile y el mundo, se mezclan arbitrariamente en su extenso catálogo actual: “Gonzalo Yáñez, Pedropiedra, Dela Selva, Woody Guthrie, Kris Kristofferson, Floetry, Jose James, Mario Lanza , Segundo Rosero, Gregory Isaacs, Manitas de Plata, Oum Kalsoum, Little Anthony and the Imperials, Sixto Rodríguez, Astor Piazzola, Eartha Kitt …”.

El músico también celebra el movimiento de la nueva cumbia chilena, teniendo en cuenta que él en los 90 comenzó a hacer cumbias electrónicas.

“La cumbia jamás ha  dejado de estar entre los tres bailes principales en América, década tras década. Combina influencias de África, americana precolombina, española y de Europa del este. En las viejas cumbias de Colombia que usaban clarinete y gaita….Me alegra mucho que exista un movimiento fuerte en Chile de cumbia”.

Las elecciones venideras

Para el ex Prisionero Jorge González la cosa está clara: no vale la pena votar en las elecciones presidenciales de noviembre porque el ganador ya está elegido.

“No vale la pena votar, ya los ganadores se eligieron a dedo entre las familias dueñas de ese negocio llamado Chile”, señala el músico. No sólo eso: “Votar incluso  es validar la mentira colectiva que implica creer en una nación como algo que nos dé algo bueno a quienes nos inscriben en ella y los países, todos, son un negocio basado en la esclavitud mental”.

Para González no hay medias tintas. “Hay siempre dos candidatos que pueden ganar y un resto que no. Del resto a veces los poderes elevan a alguno para restar votos a la Concertación, como cuando perdió Frei, pero ya está escrito a quien le toca…”.

Hablando de Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, las candidatas con más posibilidades, el artista estima que “la alternativa parece ser entre dos hijas de generales, dos mujeres que crecieron entre una autoridad masculina repleta de armas, violencia, conspiraciones y obediencia a principios de guerra”.

“¿Hace tanta diferencia si es la de familia francesa o la de familia alemana la que gobierne? La clase dirigente es toda europea,  ven a los chilenos como De Almagro o De Valdivia los veían, desde un paternalismo abusivo. Es una comedia todo esto, una que está escrita a largo plazo y cuya letra no se ha modificado en nada”.

 

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