Este viernes y sábado a partir de las 19:00 y hasta las 22:30 horas
Por tercera año consecutivo, este popular barrio santiaguino se colmará de improvisación de la mano de los mejores exponentes de este género musical en Chile. Según sus organizadores, con este tipo de eventos lo que se busca proteger el patrimonio cultural del casco histórico de Santiago e intentar devolver el jazz a sus orígenes en la cultura popular.
Hace un par de años, cuando comenzaron los primeros acordes del festival de jazz en la Vega Central, especialmente entre sus locatarios y asiduos huéspedes de los callejones al aire libre, nadie tenía muy claro qué era lo que estaban escuchando. Alguna remembranza a la música que escuchaban sus abuelos, alguna melodía familiar por accidente, un ritmo bueno para improvisar bailando tal vez. Pero hoy la cosa es distinta. La gente sabe de qué se trata, lo aclama y lo espera. El «Festival de Jazz a la Vega», una iniciativa única y gratuita, que se ha colado en el corazón de este barrio tradicional convirtiéndose en uno de los eventos más importantes del sector, en el que por tercer año consecutivo confluyen en este espacio los mejores talentos nacionales de esta música y la estética de terminal frutícola. El jazz está logrando penetrar aquí tal como lo hizo a principios del siglo XX en Estados Unidos, de la mano de la cultura popular.
Andrés Pérez, uno de los organizadores y miembro del Colectivo Mapocho, que es la entidad que partió con esta idea, cuenta que el «Festival de Jazz en la Vega nace de una reflexión respecto al casco antiguo antiguo de Santiago y su patrimonio». Con la certidumbre de que muchos de los edificios y sectores clásicos del Santiago antiguo se han ido perdiendo ante la voracidad de las inmobiliarias, el Colectivo se planteó el objetivo de salvaguardar el patrimonio de este barrio a través de la música, ya que cuando se «ignora un barrio o se bota un edifico, también se destruye parte de la historia».
«Este proyecto nace con la idea de posicionarnos en el lugar y tomar contacto con la gente de la Vega, con los locatarios y llevar el jazz a un lugar nunca antes considerado para estos eventos, un lugar donde confluyen más de 200 mil personas diariamente. Éste es un lugar que aún siendo estigmatizado, todos vienen acá, todos se abastecen en este lugar: los grandes restoranes de lujo, como también los pequeños. La idea es reencontrar el jazz con sus orígenes, porque el jazz nace en boliches, en clubes de jazz y es parte de todo un proceso histórico en Estados Unidos, pero no sabemos bien en qué momento se convirtió en una música de elite, cuando su nacimiento tuvo que ver más con una manifestación artística de una raza marginada. Nuestra idea, entonces, es devolverlo a sus orígenes populares. Ésa es una de las razones que nos llevan a realizar un festival en un lugar poco común», cuenta Pérez a días de que parta la tercera versión del «Festival de Jazz a la Vega».
Este objetivo, sin embargo, tampoco ha sido fácil. Traer el jazz a este barrio, afirma Pérez, ha sido complejo porque al principio este evento supuso un choque cultural con los residentes, para quienes la cumbia, la música romántica en español y tiempo atrás la cueca, formaban parte de su identidad popular. «Ha ido cada año mejorado la recepción. Ahora son mucho más los locatarios que vienen con sus familias. La gente está esperando este evento. Yo siempre voy a comprar a la Vega y la gente me pregunta que cuándo va a ser el festival, lo están esperando. Hoy ya no es un evento externo que usa este lugar sólo como escenario, es un evento propio, es parte de la Vega y eso no parece un éxito, porque justamente era eso es lo que queríamos lograr: no generar distancias, sino generar acercamiento a través de un lenguaje artístico, de un lenguaje musical», comenta Pérez, quien agrega que el evento también se ha ampliado a la población inmigrante, al turista extranjero y al amante del jazz de cualquier parte de Santiago.
Así como en años anterior pasaron por este lugar Jazzimodo, Valentín Trujillo, Daniel Lencina, Conchalí Big Band y Carl Hammond Big Band, entre otros, este año serán seis las bandas que durante dos días consecutivos —el próximo viernes 8 de noviembre y sábado 9— llenarán de música, improvisación y frenesí los espacios fruteros y verduleros.
Colectivo Mapocho en Festival en la Vega 2012
Foto: Gentileza Colectivo Mapocho
“Este año va a estar Cristián Gálvez & The Organ Quartet, un nuevo proyecto que tiene a uno de los grandes bajistas mundiales como es el chileno Cristián Gálvez; Karen Rodenas, una tremenda cantante de jazz, una de las mas importantes de la escena con su cuarteto; Cristián Gallardo va a estar lanzando su disco, va a ser un lanzamiento inédito con su nuevo trío; estará presente también Martin Joseph & The Pacific Ensamble, que es un ensamble de nueve músicos dirigidos por este pianista inglés que lleva viviendo más de 15 años en nuestro país; otro que tocará será Antonio Restucci, Emilio García y Juan Antonio Sánchez con Sagare Trío, que es una agrupación maravillosa de guitarras que mezclan la música latinoamericana, y un poco de rock y jazz; y finalmente se hará presente Intelestelar Trío, formación que está liderada por el trompetista Sebastián Jordan, ganador del premio Altazor 2011 al mejor trompetista del año», detalla Pérez, quien en años anteriores también estuvo sobre el escenario con Andrés Pérez Quinteto.
El evento aparte de ser totalmente gratuito, también contará con una buena cantidad de estacionamientos gratuitos. El show parte a las 19:00 horas y se extenderá hasta las 22:30.
