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Alberto Fuguet: “El objetivo de este libro fue vomitar, sacar, expulsar. Saldar cuentas” El libro “Tránsitos” es presentado hoy por Matías Rivas en librería Qué Leo, de Ñuñoa

Alberto Fuguet: “El objetivo de este libro fue vomitar, sacar, expulsar. Saldar cuentas”

En la obra, el escritor repasa épocas de su propia vida, como el génesis de “Mala onda” (1991) y su paso por el suplemento juvenil “Zona de Contacto” de El Mercurio. «No me molesta exponerme. Creo que de eso se trata escribir. A veces te puede dar pudor o arrepentirte pero es complicado para un actor temerle al desnudo o que un futbolista no toleresentirse observado. Es parte de la pega”, dice.


fuguet“Vomitar, creo. Sacar, expulsar. Saldar cuentas. Investigar. Guardar. Ordenar, dejar cosas por escrito. Crear una cartografía. Entenderme más”.

Así responde el escritor Alberto Fuguet a la pregunta de qué lo impulsó a escribir “Tránsitos: Una cartografía literaria”, que será presentado hoy a las 20.00 horas por Matías Rivas, el jefe de Ediciones UDP, en la librería Qué Leo de Ñuñoa (Simón Bolívar 4800, local 106).

“Uno no tiene tan claro por qué escribe, pero en este caso es tratar de remixear el ‘libro de libros’ que al final todo autor debe escribir pero darle una vuelta”, explica Fuguet. “En este caso, hacerlo más personal, más biográfico (uno es lo que uno lee, dime lo que lee y te diré quién eres) y más narrativo”.

transito fuguetEn la obra, el escritor repasa épocas de su propia vida –el génesis de “Mala onda” (1991), por ejemplo, o su paso por el suplemento juvenil “Zona de Contacto” de El Mercurio- pero también comenta los libros de autores como Roberto Bolaño, Mario Vargas Llosa o Richard Ford.

Confiesa haber quedado muy satisfecho con el resultado, una obra de 500 páginas. “Lo leería. Lo pasé bien haciéndolo. No me molesta exponerme. Creo que de eso se trata escribir. A veces te puede dar pudo o arrepentirte pero es complicado para un actor temerle al desnudo o no sé, que un futbolista no tolere estar en un lugar con miles de personas y se sienta observado. Es parte de la pega”.

Fuguet en portada

Una foto en blanco y negro de Fuguet, mirando al lente pero a la vez con una cámara fotográfica profesional en la mano (tal vez en alusión a su labor como cineasta), como si estuviera a punto de disparar o lo hiciera en ese preciso instante, ilustra la portada.

“No fue opción mía”, aclara riendo. “Los libros de la colección Huellas de la UDP poseen todas las mismas portada: una foto en blanco y negro del autor y un solo color”.

Fuguet eligió el color naranja de fondo, “parecido a las señales del tránsito” y negoció para que su foto no fuera “de autor”. “Logré una más cinematográfica que fue justamente durante el rodaje de mi última película. Me da mucho pudor pero el honor de estar en ‘Huellas’ fue superior. Jamás usaría mi cara para ilustrar una novela o algo así”.

Zona de Contacto

-En el libro algún momento hablas de tus errores, y nombras a la Zona de Contacto entre ellos. ¿Por qué lo calificas así?

“Es más por ironía”, responde. “Un humor automutilante, digamos, pero también hay algo de cierto: es bueno tener las cosas claras. Para mí estar en la Zona no fue un error o un horror sino un honor y un placer. Fue una gran etapa. El error fue estratégico: si quería llegar a cumbres literarias, o ser aceptado por las cúpulas literarias de esa época o ser parte de la gran mafia izquierdosa-intelectual-conservadora entonces claro: fue un error. Pero lo digo en broma”.

Y luego explica:

“El haber estado en la Zona o haber escrito libros como ‘Mala onda’ claramente me expulsaron del paraíso literario de la Academia”.

Sin embargo, añade que la verdad es que las cosas han cambiado tanto que ahora sucede que haber inventado McOndo -la antología literaria que editó junto a Sergio Gómez, y que daba cuenta de una literatura latinoamericana mucho más urbana y gringa que lo aceptado por muchos- “en algunas partes me sube hasta los bonos”.

“Yo no más me quedo pegado recordando aquellas cosas por las que fui ninguneado o que provocaba asco. Pero todo bien. Yo ando bien contento y tranquilo por la vida, por suerte. Uno al final es la suma de todos tus errores”, señala.

En inglés

Otra de las cosas que llama la atención –y que puede herir la susceptibilidad de más de uno- es que el libro contiene varios textos en inglés, algo que puede parecer pedante pero suena lógico considerando que Fuguet se crió en California y que el inglés es su idioma materno.

“No es que haya escrito directo en inglés para ‘Tránsitos’ sino que me topé con algunos textos –personales, cercanos- escritos en inglés, para medios norteamericanos, y que consideré legítimos incluir, porque al final el inglés es parte de mi historia, es parte de mi literatura y uno de los temas del libro y de lo que escrito es justamente ese: un castellano híbrido, el lazo entre el norte y el sur, la cosa fronteriza”, indica.

Y agrega: “El libro es bien personal y no me parece un acto snob o de matonaje. Se me ocurre que los que se acercan a este libro en particular son capaces de leer esos pocos textos o mirarlos o simplemente saltárselos. Pero hacer un libro ‘personal’ acerca de vida literaria y negar el inglés me parecía curioso y raro”.

“El inglés es mi lengua materna; el castellano es el idioma por el que aposté y escribo pero sigue siendo mi segunda lengua o, al menos, el idioma que aprendí en segundo lugar. De hecho, algún día deseo escribir mucho más profundamente acerca del tema de estos dos idiomas pues siento que no soy el único además con esta historia lingüística, cada vez somos más en el mundo”.

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