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Grupo francés Trío d´en bas inauguró 4to Festival de Jazz Europeo Tocarán en forma gratuita mañana sábado 30 a las 19 hrs. en Patio Bellavista

Grupo francés Trío d´en bas inauguró 4to Festival de Jazz Europeo

Se definen como “campesinos de la música y artesanos del sonido”. Trabajan con ironía el concepto de “hacer música de arriba para la Francia de abajo”. EL grupo es una original y lúdica propuesta musical que integra influencias provenientes de diversas formas, estilos y disciplinas artísticas como el teatro, la danza y el circo. Cultura+Ciudad conversó con ellos acerca de su interesante trabajo musical y la creación colectiva.


La Plaza Camilo Mori, en el corazón del barrio bohemio de Bellavista, fue la sede inaugural para la apertura de la cuarta versión del Festival de Jazz Europeo que trae a Chile a destacados jazzistas de la escena contemporánea europea, entre ellos el Trío d´en bas.

Estos verdaderos “campesinos de la música” o “artesanos del sonido”, de espíritu lúdico y anhelante de experimentación, vienen a darle “una vuelta de tuerca” a esa imagen elitista y acartonada que solemos tener de los jazzistas europeos. El grupo volverá a presentarse en forma gratuita este sábado 30 a las 19 hrs. en el Patio Bellavista.

Nos reunimos con Samuel, Arnaud y Yoann para conversar de su interesante propuesta musical y su trabajo colectivo.

trioLa propuesta musical de Trío d´ en bas contiene muchos elementos lúdicos, mucho del juego, de la sorpresa, la improvisación libre. ¿Cuál fue el camino para llegar a este punto?, ¿qué formación tiene cada uno?

Arnaud: Samuel es el único que se formó en la academia. Yo (Arnaud), entre la académica y la práctica, aprendí la música en el terreno mismo, practicando. Hemos trabajado bastante bajo la influencia de Frank Zappa. Bueno, en realidad lo que hacemos es reunir bandas y todo tipo de música que nos gusta y así en la medida en que nos inspiramos, ahí practicamos nuestra forma. No nos ponemos límites por seguir un estilo en particular.

Yoann: Nosotros nos conocimos en una compañía musical que trabajaba mucho la improvisación en Francia, la compañía Lubat. Nuestra forma de tocar también depende de los proyectos y las colaboraciones con otras compañías. Somos el núcleo musical, pero hay otra gente que se agrega a este núcleo. Trabajamos con compañías de circo, de teatro, ahora recién hemos trabajado en un proyecto musical con bretones y estamos preparando un proyecto con un músico de Madagascar. Y en realidad todas esas creaciones van nutriendo nuestro trabajo en conjunto que estamos haciendo los tres. También viajando bastante por el mundo y aprendiendo mucho en cada viaje.

En relación a los diversos públicos que encuentran en sus viajes, ¿piensan en algún público específico a la hora de componer?

Arnaud: Es muy variable. El domingo (24 de noviembre), por ejemplo, tocamos para el colegio francés de Osorno. Eran familias, niños, adultos, apoderados y tuvimos una muy buena acogida.

Yoann: Lo que le interesa principalmente al público es la diversidad de los sonidos de los objetos que usamos, de los universos musicales, las historias que les contamos. Eso es lo que cautiva al público, independiente de su edad. Mezclamos música contemporánea que es más bien docta y difícil de escuchar y la relacionamos con momentos más lúdicos y accesibles. Y eso es precisamente quizá lo que nos enseñó el músico Frank Zappa en su forma de tocar.

¿En los conciertos van con alguna pauta definida o todo se basa en la improvisación?

Yoann: Depende del enfoque, también de la relación con el público. Si queremos establecer una especie de “hilo conductor” durante el concierto, ahí vamos haciendo una estructura que también cambia si queremos. Depende del público. A veces refrescamos los conciertos y vamos cambiando los temas musicales. La improvisación es importante, pero siempre tomando en cuenta la reacción del público. Ésa es la receta.

Arnaud: Nuestra idea y nuestro propósito es pasarlo bien con el público. Estamos atentos a él y lo que queremos es establecer un intercambio con él, entonces la intención no es llegar y mostrar al público: “Miren lo bien que sabemos tocar la música”, sino establecer una relación para disfrutar juntos. Ante todo, la prioridad es el placer.

El concepto de “d´ en bas” (de abajo)… ¿Hacer música desde lo bajo, desde lo popular?

Arnaud: Claro, nuestro concepto de “hacer música de arriba para la Francia de abajo” es una ironía. Porque esa expresión “la Francia de abajo” se refiere a una expresión que utilizó un primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin del gobierno de derecha de Jacques Chirac. Y esto tiene que ver con la coherencia de nuestro proyecto que es juntar lo que se considera como música “de elite” con las músicas populares, cuestión que se relaciona con el objetivo político de los inicios del jazz, que era popular.

Yoann: Hay un aspecto político que también queremos integrar en nuestra forma de tocar y se refiere a ese origen popular del jazz, un origen desde el pueblo, de abajo. Era una forma de expresarse y una especie de revolución estética, a la vez que una forma de aproximación social. Es importante decirlo para contextualizar nuestro trabajo. Para entenderlo.

En relación a los orígenes del jazz y la música popular, ¿cuál es su relación con la música popular o tradicional francesa?

Arnaud: La música tradicional es parte de mi universo musical. En parte, por la música tradicional francesa fue como yo llegué a la música, como aprendí de ella. Nuestro trío en el fondo es una mezcla entre música tradicional y música de improvisación. Lo que nos inspira, lo que nos nutre a los tres juntos, son músicas que vienen de afuera de diversos lugares del mundo. El aporte de la música tradicional de nuestro país es más bien individual, cada uno de nosotros la tenemos, nos nutrimos de ella, pero a la vez nos abrimos y la abrimos.

Respecto a la música latinoamericana, ¿conocen a algunos autores o referentes?

Arnaud: A algunos sí. El año pasado hicimos una gira por Argentina y Venezuela, pero estamos lejos de ser especialistas de la música latinoamericana porque hay muchos.

Yoann: Hermeto Pascual, de Brasil, tiene una forma de trabajar un poco similar a la nuestra, porque trabaja en base a la música tradicional de su país, y a la vez, integra influencias musicales de todo el mundo. Es una música muy creativa, con conocimientos doctos muy elevados, pero también con sonoridades y elementos de lo cotidiano del día a día y de la tradición.

Así que «campesinos de la música y artesanos del sonido»…

Arnaud: Es poesía. Una analogía para describir nuestra imagen de trabajadores musicales.

Esta entrevista se realizó gracias al apoyo del Instituto Francés de Chile y la traducción de Safia Tahri.

 

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