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Adrian Belew, más que un perfecto par Anoche fue el show de la presentación de la gira “Three of a Perfect Tour”

Adrian Belew, más que un perfecto par

Adrian Belew brindó, junto a su power trío, una noche impecable y llena de música el pasado lunes en el Teatro Nescafé de las Artes dentro del festival Santiago Fusión.


Con una potente expresión escénica y un impecable power trío se presentó el pasado lunes 2 de diciembre el guitarrista estadounidense Adrian Belew, acompañado de Julie Slick (bajo) y Tobias Ralph (batería), en el Teatro Nescafé de las Artes. Estos músicos cautivaron y dieron un especial brillo a cada uno de los temas de este virtuoso artista, exhibiendo una interpretación intensa, versátil y muy delicada a la vez.

Belew es uno de los artistas más reconocidos del rock progresivo. Ha tocado junto David Bowie, Talking Heads, Frank Zappa, Nine Inch Nails y Laurie Anderson, entre otros, pero se hizo mundialmente conocido por su participación en el excepcional grupo liderado por Robert Fripp, King Crimson, al cual se unió en 1981.

Pero su nombre también ha repercutido en la historia de la música popular por su depurada e impresionista interpretación de la guitarra (actualmente lo acompaña una Signature Model, de la reconocida marca Parker, la cual está diseñada y fabricada exclusivamente para él). Junto a ella, en sus presentaciones es frecuente verlo ejecutando diversos efectos onomatopéyicos de animales o máquinas, o bien variados loops que potencian y multiplican algunos de sus riffs, sin caer en excesos ni sonidos desagradables.

Los cálidos acordes de “Matte Kudasai”  dieron el inicio perfecto a una depurada selección de temas como “Frame by Frame”, “Writing On the Wall”, “Dinosaur” y “E”, entre otros. El sonido estuvo impecable (lo que no sorprende, ya que el Teatro Nescafé de las Artes se ha ganado un prestigio como un buen espacio para escuchar música), gracias a una equilibrada mezcla de bajos y agudos y una voz frontal perfecta; indispensable en un power trío.

El diálogo rítmico entre Slick y Ralph generan un soporte poderoso a la hora de matizar el brillante sonido de la guitarra de Belew. Hay una comunión que se proyecta nítidamente en cada uno de los arreglos, una especie de tanteo intuitivo y provocador que llena de muy buena manera el ambiente, un entramado musical que es más que un “perfecto par”.

No deja de llamar la atención el gran protagonista de la noche: el público, ya que la pasión y ansiedad del fiel oyente de rock progresivo chileno confluye en un espectador casi obnubilado con la presencia de Belew y las reminiscencias al sonido de King Crimson sobre el escenario (una banda que nunca se ha presentado en nuestro país, a pesar de las visitas en solitario de varios de sus miembros). En ocasiones el silencio, la admiración y la solemnidad de la sala parecían llevarse a gran parte de los espectadores a una especie de ceremonia suntuosa, pagana, con ritos y guiños que hacen de este espectáculo musical un arte sublime y vivencial.

Ya casi al final del show, gran parte del público comenzó a desatarse frente a la magia sincopada que ofrecían los músicos, y frente a éxitos de los 80’s de King Crimson como “Three of a Perfect Pair”, que da nombre a esta gira, y su frenético y catártico “Thela Hun Ginjeet”, que probablemente ninguno de los presentes esa noche de lunes ha dejado de tararear en su cabeza.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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