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Consejo de Cultura desmiente renuncia de funcionarios por ofensas a la SECH

Luego que se filtrara unos correos entre los funcionarios del Consejo en que se mofaban de Ximena Troncoso, representante de la Sociedad de Escritores de Chile, el ministro Roberto Ampuero ordenó un sumario para investigar las burlas en los correos institucionales como también la filtración de los mismos. Los funcionarios hoy se encuentran separados de sus funciones pero no están desvinculados.


Roberto Ampuero

Fuentes del Consejo de la Cultura desmintieron ayer versiones de prensa que hablaban de la renuncia de dos funcionarios, sumariados a raíz de una denuncia de la Sociedad de Escritores de Chile.

Javier Chamas, jefe del Departamento de Fomento de las Artes, y Paz Balmaceda García-Huidobro, secretaria ejecutiva del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, estarán suspendidos en sus funciones mientras dure la investigación interna, según las fuentes.

Ambos fueron denunciados en una carta pública de la Sech el pasado 26 de noviembre por el trato a Ximena Troncoso, representante de la Sech ante el Consejo. En las misivas internas, Balmaceda la trata de “hescritora inzoportabvle” (sic). Troncoso había reclamado por una propuesta legislativa en el ámbito del libro para la cual no se consultó a la Sech.

La carta de la Sech además fue respaldada por la Unión Nacional de Artistas, la Asociación de Editores de Chile, SINACI, Asociación de Pintores y Escultores de Chile (Apech) y el Colegio de Bibliotecarios de Chile A.G. La Cámara Chilena del Libro, en tanto, ha optado por mantenerse al margen de la polémica.

La Asociación de Funcionarios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Anfucultura), que también rechazó los hechos, propuso al ministro Roberto Ampuero que al menos solicite la renuncia a sus cargos a dos funcionarios de su exclusiva confianza. Juan Carlos Sáez, vicepresidente de la Asociación de Editores de Chile, señala que al menos Balmaceda ha puesto su cargo a disposición. Soledad Moya, directora nacional de Anfucultura, señaló que “ambos habrían presentado su renuncia, pero el ministro no la habría aceptado”.

Lo cierto es que dos días después de la denuncia, el Consejo informó en un comunicado público que había ordenado un sumario administrativo a raíz de los hechos.

“Los hechos denunciados no representan el espíritu del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes ni de su Ministro, en cuanto al debido respeto que debe existir entre los funcionarios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y los miembros de sus órganos colegiados”, señaló el comunicado oficial.

Aunque señaló haber recibido mails de ambos con pedidos de disculpas, Troncoso lamentó ayer un quiebre de las confianzas y pidió que Ampuero resuelva lo antes posible, en virtud de ser cargos de confianza. “Comprenderás que es imposible que el Consejo se reúna con estos dos funcionarios sentados en la mesa”, dijo.

Ayer Paulo Slachevsky, presidente de la Asociación de Editores de Chile, reiteró su rechazo a los hechos.

“Como editores, nos parece inaceptable el manifiesto trato grosero y discriminatorio que develan esos correos. Son incompatibles con las funciones de alta responsabilidad y representación en el Consejo Nacional de las de la Cultura y las Artes y en el Consejo del Libro”, indicó.

“Es urgente como país recuperar la valorización simbólica del libro, fomentar y mejorar los niveles de comprensión lectores, y para ello se requiere que desde el Consejo del Libro se fortalezcan los sentidos de comunidad y trabajo conjunto entre todos los actores, lo que claramente no muestran esos correos”, indicó.

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