Las obras se podrán ver hasta el 26 de enero en el Museo Nacional de Bellas Artes, Sala de Arte Mall Plaza Vespucio
Como su nombre lo indica, la exposición “Coordenadas en fragmentación” busca a través de hitos darnos una visión en profundidad de la renovación del cómic o narración gráfica, los pasos que llevaron al cruce de este género con las artes visuales y entrega las particulares y avanzadas propuestas de diez autores que participan de la muestra.
Obra de Óscar Chávez
«Coordenadas en fragmentación» es parte del proyecto «Museo sin Muros» y tiene como temática la narración gráfica y la irrupción de nuevos elementos discursivos en el género del cómic.
El proceso de evolución discursiva del cómic está representado, en esta exposición, por los artistas visuales Claudio Romo, Claudio Galleguillos, Ricardo Fuentealba, Víctor Castillo, Juan Vásquez, Marco Esperidión, Óscar Chávez, Norton Maza, Álvaro Gueny y Felipe Silva.
Las obras y autores, explica el curador Marco Esperidión, “ayudarán a entender cómo, a partir de publicaciones periféricas con escasa cantidad de ejemplares impresos, surgió una enorme diversidad de estilos que aún continúa extendiéndose y fragmentándose en múltiples nuevas posibilidades visuales”.
«Campo de internación» de Claudio Romo
Indica además Esperidión que uno de los elementos diferenciadores que tensionó la relación y continuidad del género “fue la preparación y las aspiraciones con que los noveles autores enfrentaban no sólo los procesos de realización, sino la inquietante percepción sobre la realidad político/social, cuestión que queda manifiestamente clara a través de sus obras”.
Respecto a los autores cabe mencionar que en el trabajo de Vásquez y Esperidión no hay más entrega de información que lo que el espectador pueda abarcar. Desde ahí se transita a través de ritmos y espacios graficados por la figuración y el simbolismo.
«La marcha hacia el eterno espejismo» de Norton Maza
En la obra de Felipe Silva destaca la metafísica como el medio con el que busca rechazar el “estado de realidad” y se empeña en establecer el estado de ensoñación como experiencia definitoria. Para Fuentealba la levedad se constituye en el elemento decisivo: todo transcurre en un breve lapso de tiempo y desaparece, transformándose en una masa informe de imágenes sin capacidad para definir un hilo conductor.
En el trabajo de Galleguillos se muestra un sistema infinito, el del origen orgánico de la existencia, su transcurrir, finalización y continuidad. En este ciclo, la individualidad sólo es una anécdota destinada a desaparecer en un universo de propósitos orgánicos predeterminados.
Por su parte, Gueny escudriña, en clave de comedia en nuestras costumbres, la cotidianidad en la que nos desenvolvemos y la realidad manipulada que gobierna nuestras vidas. Chávez retoma dos de los subgéneros más conocidos del humor gráfico: el chiste autoconclusivo y la tira cómica, utilizando retóricamente como elemento determinante el ‘contestatarismo’.
Obra de Alvaro Gueny
En tanto, el eje del trabajo realizado por Norton Maza, le otorga cuerpo a la “metáfora”, utilizando elementos de desecho para crear escenas de un “barroquismo” postindustrial, compuestas con una definida intención estética.
Por su parte, Castillo retrotrae el estado de las cosas utilizando la técnica de la pintura en sus obras. Nada es desconocido, releva el arte pop, entendido éste como una selección de imágenes y contenidos que circulan en los medios de masas.
La muestra estará abierta hasta el 26 de enero en el Museo Nacional de Bellas Artes, Sala de Arte Mall Plaza Vespucio (Avda. Vicuña Mackenna Oriente 7110. Primer nivel).
