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Crímenes, traición y suburbios: El cine policial argentino llega al Consejo de la Cultura Entre el 9 y el 18 de enero se llevará a cabo la muestra en el Centex de Valparaíso

Crímenes, traición y suburbios: El cine policial argentino llega al Consejo de la Cultura

El cine policial argentino, se diferencia de la industria norteamericana al no contar, de manera necesaria, con agentes como protagonistas. Este cine busca adentrarse en las profundidades más oscuras del alma del ser humano. Personajes moralmente ambiguos, marginales, mujeres fatales, estafadores, y otros se entremezclan en relatos cinematográficos cargados de sutilezas.


la señal

Película «La señal»

Asesinatos, traición, suspenso, lunfardos y bajos fondos. Pocos géneros como el policial representan el mejor momento histórico del cine argentino.

Entre el 9 y el 18 de enero se llevará a cabo en el Centro de Extensión del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Centex) ubicado en Valparaíso, el Ciclo de Cine Policial Argentino, con una gran variedad de películas. Organizado por el Consulado General de la República Argentina en Valparaíso y el Centex, este evento contará con entrada liberada para toda la ciudadanía.

El cine policial argentino, se diferencia de la industria norteamericana al no contar, de manera necesaria, con agentes como protagonistas. Este cine busca adentrarse en las profundidades más oscuras del alma del ser humano. Personajes moralmente ambiguos, marginales, mujeres fatales, estafadores, y otros se entremezclan en relatos cinematográficos cargados de sutilezas.

El cine policial se inicia en la industria cinematográfica argentina durante la década de 1930, y se afianza entre 1940 y 1950. En ese período experimenta su máximo esplendor, a través de las realizaciones de directores como Carlos Christensen, Hugo del Carril, Román Viñoly Barreto, Don Napy, Hugo Fregonese, y Daniel Tynaire.

Influenciada por el neorrealismo italiano y los films norteamericanos, estos directores aproximan sus lentes a nuevas temáticas sociales y sus conflictos, expresando realidades que se entrecruzan con la ficción. La fotografía de esta filmografía posee una fuerte influencia del expresionismo alemán. Los films policiales argentinos generan un ritmo continuo de producción, que alcanzará una destacada competitividad internacional. Siguen las premisas y los estereotipos del “film noir” y la novela negra policial, adaptadas a la realidad de América del Sur y contribuyendo a construir el imaginario social del período.

Los guiones se inspiran en textos de autores argentinos como Roberto Arlt y Horacio Quiroga. Pero también son adaptadas las mejores obras del género de la novela policial, algunas seleccionadas por  Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares para la emblemática colección de libros “El Séptimo Círculo”. El éxito masivo y popular del cine policial argentino, coincide con un período en que se produce un gran auge literario de la novela policial en Argentina, a través de las colecciones de las editoriales Emecé y TOR. El interés por el género policial, se retroalimentaba con la popularidad que también alcanzaban las novelas policiales a través de la radio.

El director Carlos Christensen  lleva a la pantalla los libros del escritor norteamericano William Irish (“Si muero antes de despertar” y “No abras nunca esa Puerta”). Irish también inspiraría a algunos directores cinematográficos como Alfred Hitchcock y Francois Truffaut. “La Bestia debe Morir”, escrita por Nicholas Blake, fue la primera novela seleccionada por Jorge Luis Borges para su colección de “El Séptimo Círculo” y adaptada al cine argentino por Román Viñoly Barreto. Luego, Claude Chabrol la llevaría al cine francés.

En el cine policial argentino, a diferencia del norteamericano, no necesariamente abunda en la presencia de policías en sus principales personajes. Es un cine que se adentra en las profundidades más oscuras del alma humana. Personajes moralmente ambiguos, marginales, mujeres fatales, mujeres ingenuas, estafadores, perdedores, agentes de la ley, se entremezclan en muchos de sus relatos cinematográficos, plagados de sutilezas. Otras películas del período, incursionaron en la esfera de la eterna lucha del bien contra el mal. Algunas producciones de esa época, procuraron exaltar el rol de las instituciones del estado.

Los escenarios de filmación donde transcurren estas historias policiales, son más realistas, y a menudo se apelaba al rodaje en la calles, con fuertes contrastes de luces. Gran parte de la cinematografía policial argentina, es un vuelco al género del suspenso. El film noir argentino sufriría luego las consecuencias de los avatares políticos y económicos del país.

La selección que se exhibirá en el CENTEX está compuesta por clásicos indiscutidos de la filmografía argentina de ese periodo.

En el siglo XXI, el cine policial argentino renace con fuerza y nuevos bríos, con producciones emblemáticas como “La Fuga” y “La Señal”, obras del escritor y director Eduardo Mignogna. Una nueva generación de cineastas argentinos decide retomar esa temática clásica de la producción policial argentina, dejando prevalecer al suspenso como eje conductor de sus historias. En “La Señal”, Ricardo Darín es actor pero también se revela como director del film. Otros films que alcanzaron gran repercusión fueron “El Secreto de sus Ojos” (dirigida por Campanella, en base a un libro del escritor argentino Eduardo Sacheri). También apreciaremos en este ciclo los films más recientes, “Atraco” y “Tesis sobre un Homicidio”.

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