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Una noche brillante: Melissa, Dannemann y DeRose transmitieron magia en la segunda noche del Festival de Jazz Los músicos iluminaron la audiencia con su calidad interpretativa

Una noche brillante: Melissa, Dannemann y DeRose transmitieron magia en la segunda noche del Festival de Jazz

La segunda noche del Festival de Jazz de Providencia dejó a todo el público extasiado, a los que estaban cómodamente sentados en platea y a los que también cómodamente estaban al otro lado del río. Las interpretaciones de Federico Dannemann transmitieron energía y la voz de Dane DeRose transportó a la audiencia a lo más clásico del jazz de los 50. Pero fue el show de Melissa Aldana y The Crash Trío lo que terminó por convertir esa jornada en una noche mágica. La categoría interpretativa del trío fue respondida con ovaciones.



La segunda noche del Festival de Jazz de Providencia abrió con el talento y la música del guitarrista Federico Dannemann, quien junto a su Cuarteto de destacados instrumentistas de la nueva generación del jazz nacional -Raimundo Barría en piano, Milton Rusell en contrabajo y Daniel Rodríguez en batería-, dieron vida a temas de su primer disco titulado “Zelig”, lanzado recientemente a fines del 2013 y que reúne el trabajo musical de alrededor de 10 años de colaboraciones junto a otros grandes músicos como Francesca Ancarola, Pedro Aznar y el Ensamble Quintessence.

Algunos de los temas interpretados por el Cuarteto fueron “Zelig” (que da nombre al disco en alusión a la película de Woody Allen sobre el jazz, la sociedad y las obsesiones), “Blonde Journey” y un original

Foto: Javier Liaño

Foto: Javier Liaño

arreglo del clásico “Cheek to cheek”, para finalizar con una dedicación especial a Tania, titulada “Niña 7”, tema interpretado junto al destacado saxofonista de Quintessence, Claudio Rubio, en un interesante juego musical entre composición y espontaneidad, una improvisación chispeante tanto a nivel individual como en su conjunto que dejó al público con ánimos de escuchar más de este talentoso y prolífico Cuarteto de la nueva escena jazzística chilena.

Le sigue la presentación de Melissa Aldana y The Crash Trío, en una actuación impecable que demostró las razones de ser la ganadora del primer lugar en la competencia del Thelonious Monk Institute of Jazz del año 2013, uno de los concursos más importantes para los jóvenes jazzistas del mundo entero y que reunió, además de Melissa, a otros 12 músicos semifinalistas prevenientes de todos los rincones del mundo.

Melissa, acompañada del contrabajista chileno Pablo Menares y el baterista cubano Francisco Melo, compartió con la audiencia su gran carisma, sencillez e indudable virtuosismo musical, a través de algunos temas propios y una composición de Melo, su baterista, en una conjunción de sonidos y ritmos del más alto nivel y con un “fiato” y desplante que bien daba cuenta de la amistad y el compañerismo que existe más allá de la música entre estos tres compañeros de ruta que están dando que hablar en los escenarios más prestigiosos del jazz. El público ovacionó su participación y los músicos gustosos accedieron a compartir un tema más de lo acordado en el show.

Tras su show, la artista más esperada de la segunda noche se incorporó al público donde firmó discos y autógrafos. Luego se dio un tiempo para conversar con Cultura+Ciudad sobre el show que acababa de dar, sobre su futuro y el Thelonious Monk.

Fotos Javier Liaño

Fotos Javier Liaño

Esta es tu primera vez en el Festival ¿qué opinas del recibimiento que te brindó la gente?

Muy contenta. Me siento muy afortunada de ser chilena y de tener el cariño de toda la gente. Se sintió mucho el cariño de la gente que estaba al frente del río y acá en la platea. Nos sentimos muy bien, pese a que el escenario era grande, pero estuvo increíble, impresionante. Espero que esta sea la primera vez de muchas más. Estoy muy contenta que ahora estén trabajando en el Festival Pepe Hosiasson y Roberto Barahona. Ellos saben mucho de jazz y los quiero mucho.

El año 2013 fue un año redondo en lo musical ¿qué viene para el 2014?

Acabamos de grabar un disco con el Crash Trío. Lo hicimos hace dos semanas y la idea es que esté listo en mayo, entonces volveremos  y lo presentaremos acá en Chile. Además este años tenemos muchos viajes, muchos conciertos en Estados Unidos.

En el escenario quedó clarísimo que  Crash Trío se entiende muy bien…

Sí. A Francisco Melo (baterista) lo conozco hace mucho tiempo. Él es mayor, está tocando con John Lovano. Para nosotros es importante tener su apoyo, que traiga toda su experiencia a la banda. Lo conozco hace cinco o seis años, toqué varias veces con él en México y nos fuimos de gira el año pasado.  Y ahí nació la idea de hacer el Crash por la química que tuvimos en esta gira y decidimos invitar a Pablo Menares (contrabajo) que lo conozco de toda la vida.

Y haber ganado el Thelonious ¿qué impacto ha tenido en tu carrera?

Mucho.Haberlos ganado fue muy emcionante, porque es un mérito grande. Estaban muchos de los mejores saxofonistas jóvenes del mundo  y haber triunfado entre todos esos músico increíbles es un honor muy grande. Me cambió harto la vida, en el sentido que me ha puesto en el mapa, me ha abierto muchas puertas, he conocido mucha gente. Estoy feliz.

El cierre

El cierre magistral de esta segunda noche de jazz, vino de la mano de la pianista y cantante Dena DeRose, junto a Joel Frahm en saxo tenor, Paul Gil en contrabajo y Steve Williams en batería. Su música más cercana a los clásicos del jazz y el swing estadounidense deleitó a los asistentes, quienes se quedaron hasta altas horas de la noche para disfrutar del último gran concierto de la noche.

La carrera de DeRose, además de ser una virtuosa en el piano, su instrumento principal, tomó un giro fundamental una vez que sufriera los embates del estudio constante generado por la escasa atención al autocuidado físico de la gran mayoría de los músicos que, sometidos a exigentes movimientos, a veces termina en dolencias tan graves que interrumpen una carrera justo en el mejor momento. Esto fue lo que le pasó a de DeRose con unas de sus manos. Luego de ser diagnosticada de padecer síndrome de túnel carpiano y una severa artritis en su mano derecha, que incluso requería cirugía, se vio obligada a abandonar el piano por un tiempo. Sin embargo, se cuenta que una noche en un club de jazz, un amigo pianista la animó a compartir un momento musical cantando junto a él. Dena lo hizo tan bien, que desde entonces su carrera giró hacia el canto y la interpretación a través de la voz. Esa alegría y bienestar la ayudó a recuperarse y superar su enfermedad al punto que hoy es una de las intérpretes más completas del jazz, canta y toca piano maravillosamente bien y con un deleite y disfrute que muchos quisieran poseer. Desde entonces ha viajado por todo el mundo viviendo de lo que más ama, la música, compartiendo escenarios junto a grandes artistas del jazz como Ray Brown Trío, Clark Terry, Benny Golson, Bill Henderson, Houston Person y muchos más.

 

 

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