Filmada en parajes cubiertos de nieve en Ontario, Canadá, y Massena, una minúscula localidad del Estado de Nueva York, la historia relata los intentos del músico Joby Taylor por recuperar el vínculo con su hija de seis años, Ellen, al poco tiempo de padecer un traumático quiebre matrimonial.
For Ellen (2012) es un largometraje escrito y dirigido por la cineasta surcoreana So Yong Kim (1968). Filmada en parajes cubiertos de nieve en Ontario, Canadá, y Massena, una minúscula localidad del estado de Nueva York, la historia relata los intentos del músico Joby Taylor por recuperar el vínculo con su hija de seis años, Ellen, al poco tiempo de padecer un traumático quiebre matrimonial, al lado de la madre de la niña.
El atormentado rockero es encarnado por el prolífico actor Paul Dano, un ícono del cine independiente norteamericano desde la temporada que irrumpió con un aplaudido rol en la triunfante Little Miss Sunshine (2006).
For Ellen
Al parecer no sólo los afectos de Taylor vienen en picada, sino que, además, su carrera profesional transita por los tumbos: se escuchan peleas con el compositor de la banda, y la única posesión privada que maneja Joby es, paradójicamente, un automóvil; así se le observa siempre en las secuencias de la película al artista, arriba de su vehículo, o bien, descansando en el desorden de la habitación, de un difuso motel de paso.
La ruptura del intérprete con su ex compañera, Claire, ha sido total, y el hecho queda en evidencia al desarrollarse la tirante escena que retrata el acuerdo legal de la separación. Aunque el despliegue de los eventos dramáticos omite entregar las claves del divorcio, los continuos viajes y prolongadas ausencias de Taylor, debido a las giras de promociones y de conciertos que le demandan su oficio, serían las principales razones del estruendoso fracaso de la pareja.
Joby no se resigna a aceptar las condiciones desfavorables que representarían, para él, firmar el documento y de esa forma, impedir que Claire le demande y lo enfrente, en la sala de un tribunal de familia, donde los pronósticos se vaticinan funestos al éxito de su causa. El rockero aspira a construir una relación, de padre e hija, que jamás ha mantenido por lo demás, con la elusiva Ellen. La herida cónyuge, empero, levanta las trabas judiciales necesarias con el propósito de obstaculizar sus sueños.
En la desesperación que le genera la actitud hostil de su esposa, el cantante lanza una última ofensiva para doblegar su voluntad: llama por teléfono a la mujer, y menciona un incidente importante, que su abogado sacará a la luz sin reparos de vergüenza, si ella insiste en sus afanes por bloquear sus lazos con la menor y ganar su completa custodia.
El vocalista le recuerda a Claire, que cuando ésta supo de su embarazo, la solución que la invadía era por abortar decididamente a la bebé y que fue él quien la convenció, le rogó, de que no lo hiciera. Taylor le menciona, que inclusive, todavía guarda los papeles de la clínica en la cual ella se internó para llevar a cabo su frustrado plan, en Chicago.
La estrategia manifestada en la noche de resaca provoca imprevistos resultados a favor de Joby. De repente, suena el móvil, y escucha a través de su celular la voz de Ellen, quien lo invita a recogerla en la dirección de su madre, y de esa manera, salir a pasear juntos por el día.
El encuentro con su elocuente y encantadora hija provoca reacciones inesperadas en el ánimo de Taylor. Se entera, al conversar con la niña, que Claire está enamorada de otro sujeto, que se casará nuevamente, y que asimismo, le ha pedido a Ellen que llame “papá” a la figura que ocupará el lugar, que antes pertenecía a Joby. La chica, igualmente, le solicita explicaciones por su falta de presencia en el hogar familiar.
Enfrentarse con esa realidad resulta particularmente doloroso para el metalero. Y en su alma acaece un extraño proceso, como si se interrogase acerca del derecho que tiene de intervenir en el mundo de la pequeña, de ese modo tan avasallador y omnipotente, de traspasarle la carga emotiva de sus sentimientos, la golpeada soledad de su espíritu. Taylor, entonces, refrenda el texto que rompe su unión con Claire, desiste de su sedán estacionado afuera de la residencia en la que se hospedaba, renuncia a una novia desconocida que ha llegado para acompañarlo, y se arrima en la cabina de un camión anónimo: huye, con lo puesto, en un viaje al fondo de la inmensidad desoladora de las bajas temperaturas y de las blancas tormentas.
