El certamen, con tres secciones competitivas, proyectará en el concurso internacional además los cortos españoles «Canis», de los catalanes Anna Solanas y Marc Riba, «Astigmatismo», de Nicolai Troshinsky, y «Sangre de Unicornio», de Alberto Vázquez.
El festival animación Monstra, que se celebra entre el 13 y 23 de marzo, exhibirá seis cintas españolas y cinco latinas en su decimotercera edición, que está consagrada al cine húngaro, informaron hoy los organizadores.
El certamen, con tres secciones competitivas, proyectará en el concurso internacional los cortos españoles «Canis», de los catalanes Anna Solanas y Marc Riba, «Astigmatismo», de Nicolai Troshinsky, y «Sangre de Unicornio», de Alberto Vázquez.
En la misma sección, figura la chilena «Los Andes», de Joaquín Cociña y Cristóbal León.
En la sección súper-cortos -hasta 2 minutos y medio-, se proyectará la española «Aqua», de Tomás Conde y Virginia Curiá, y «Nocturna», de Luis Tinoco.
También se exhibirán los brasileños «Tv Paranaíba», de Romeu&Julieta Estúdio, «Toilet Zone», de Ivanildo Soares, y «Meu Foguete», de Marcelo Bala.
En el concurso de estudiantes, constan el filme español «Origami», de David Pavón Benítez, y el costarricense «La Peste», de Roberto van der Laat Alfaro y André Infante Rojas.
Del cine húngaro de animación, se proyectarán obras de grandes maestros como Ferenk Cakó, Marcell Jankovics y Áron Gauder y de la nueva generación de realizadores como Réka Temple, Geza Tóth, Béla Klingl, Alexei Alexeiev y Áron Gauder.
La Monstra 2014 presentará un total de 171 filmes de varios países, varios tipos de animación, conferencias y exposiciones.
«El Tercer Mundo». Así se llama la serie que se compone de los films «Padre.Madre.», «El Templo», «El Arca» y «Los Andes». Las películas fueron pensadas para ser presentadas originalmente juntas, como una sola instalación de arte medial.
Según los creadores de «Lucía», otro corto que juega con la subjetividad de las pesadillas, estas películas son los capítulos fundamentales de un nuevo credo. Presentan una procesión salvaje, moviéndose entre lo sagrado e íntimo, hermoso y horrible, canónico y arbitrario, sublime y bestial. Cada película es el comienzo de un mito y también su decadencia inmediata.
En ‘Los Andes’, un espíritu inquieto primal toma posesión de una sala de oficina. Dibujos aparecen en las paredes, las formas similares a las plantas brotan de la computadora y crecen en exceso en el escritorio. Como no encuentra camino a través del espacio de oficinas, la misteriosa entidad se transforma en las extremidades de un gigante y se disuelve de nuevo.
