La cantante representará a Chile en la competencia folclórica
El proyecto musical de la cantante Javiera Bobadilla mostrará en la Quinta Vergara “La retirada”, canción que es parte de su primer disco titulado Malvarrosa. De fuerte influencia latinoamericana, destaca la sonoridad de su propuesta, que mezcla la música popular y las raíces folclóricas, predominando su voz y el ukelele.
Javiera Bobadilla ya se encuentra en la Región de Valparaíso, preparando su presentación para la competencia folclórica con la misión de representar a Chile, en la que deberá competir con artistas de Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Honduras.
Con una fuerte influencia latinoamericana, La Pájara destaca por la adquisición de una sonoridad que mezcla la música popular y las raíces folclóricas, predominando su voz y el ukelele.
A pocos días de su participación en la versión 55a del festival, Cultura + Ciudad habló con la cantante para tratar su preparación y la forma en la que pretende deleitar al público con su sonido.
Uno de los puntos que causa mayor atracción, es el nombre que ha adquirido el proyecto de Javiera, “La Pájara”. Una versión de ella misma, pero emplumada, que nació como una forma de mostrarse a la sociedad. “Decidí rebautizarme así porque la primera canción de mi disco Malvarrosa se llama “La pájara”, pues sentí que era importante presentarme en sociedad y contarle al mundo quién era yo y cómo lo veía”, cuenta Bobadilla.
Una transformación que le ha permitido darse más confianza y perder el temor a hacer cosas distintas sobre el escenario. “Con ella me atrevo a hacer más, a pintarme la cara, a cantar con más libertad y despojo. Esa es la diferencia entre La Pájara y yo”, confiesa.
Foto: gentileza Songbird
La canción con la que participará en la 55a versión del festival con mayor reconocimiento internacional de Chile habla del viaje que muchos han debido realizar por la búsqueda de sus sueños. La separación de la familia en busca de adquirir nuevos conocimientos para entregarlos. “’La retirada’ habla de los viajes, de las aventuras. Dejar el temor a un lado y atreverse a enfrentar esa aventura que alguna vez en la vida todos tenemos que iniciar para para poder ser lo que queremos”. Además agrega que “es un llamado a atreverse, descubrirse y así el poncho no nos quede grande, sino que a la perfección”.
En cuanto a lo que se puede escuchar, la sonoridad es una de las claves dentro del trabajo implementado. Aquí hay cabida para distintos instrumentos, como lo son la viola de gamba, el ukelele, pero también se sienten presentes los sonidos propios. “La búsqueda de la sonoridad ha sido bastante minuciosa. Hemos querido tener un sonido muy orgánico. Los instrumentos en su generalidad son de madera y eso hace que al momento de ejecutarlos el sonido sea súper elegante. Hemos trabajado para que suene al lugar de donde vengo que es Chile”, señala la compositora de Malvarrosa.
Álbum Malvarrosa
El Festival viñamarino, dada su gran continuidad y distribución televisiva, se ha mostrado como una forma de proyección internacional de sus participantes hacia el mundo. “Viña es una vitrina inmensa. La más grande de la música popular de Chile y hay que aprovecharla por lo mismo”, resalta Javiera, quien ha podido escuchar los trabajos de los otros integrantes de la competencia. “Tenemos tres minutos para mostrar al mundo lo que hacemos”, destaca.
En relación con la oportunidad de representar a Chile, la cantante nacional lo considera “un honor” y espera que su actuación sea reconocida por el público. “Estoy súper agradecida y por lo mismo quiero hacerlo bien para estar a la altura”.
Para lograrlo se ha tenido que someter a una preparación intensa de ensayos, los cuales ya se están realizando en la Ciudad Jardín. “Hemos ensayado mucho en Santiago, ahora en Viña con bailarines y además preparando la visualidad de lo que vamos a transmitir en el escenario”.
Uno de los aspectos negativos que se han visto en los últimos años es la poca atención que el público del festival le presta a las competencias. Javiera destaca que se han preocupado de atraer a la gente con recursos visuales y la utilización de bailarines. “Siento que a la gente no le atrae mucho, pero debería interesarle bastante, porque llegan muchas canciones que son joyas”, recalca.
Otro factor con el cual se debe luchar es el tratamiento farandulesco que se les da a los artistas, opacando el real sentido del festival. Ante esto La Pájara remarca que “los programas que rodean el Festival de Viña dedican más tiempo en hablar de cómo se viste tal o con quién salió, en lugar de como sonó. Estamos hablando de música y eso implica una calidad y debiésemos exigir que esto suene bien. La farándula le ha hecho un mal favor al Festival de Viña”, sentencia.
