El Festival Puerto de Ideas se realizará el 11, 12 y 13 de abril
El conocimiento científico y la cultura popular han estado durante largo tiempo separados por una brecha infranqueable. Los científicos permanecen encerrados en «torres de cristal» y la gente evade el conocimiento como quien escapa del aburrimiento. Esa distancia se está reduciendo gracias a iniciativas como la del Festival Puerto de Ideas Antofagasta; una instancia única para entender los grandes descubrimientos científicos del momento, las teorías más importantes y para acercar al público a áreas del saber que permanecen esquivas de la comprensión popular.
Antofagasta hace millones de años estaba bajo el agua. Antes de que la corriente fría de Humboldt y de que los anticiclones del Pacífico (sistemas de alta presión) dieran forma a lo que hoy conocemos como desierto de Atacama, toda esta gran extensión rocosa era parte de las profundidades del mar. Allí convivían microorganismos, peces, moluscos y grandes criaturas prehistóricas, que la literatura fantástica llamó monstruos marinos.
Unos de los hallazgos más sorprendentes ocurrió hace cuatro años durante las obras de ampliación de la Carretera Panamericana (foto de portada), cerca de Caldera, cuando obreros descubrieron esqueletos fósiles de más de 40 animales marinos pertenecientes a 10 especies distintas. Sobre todo, ballenas prehistóricas. Aunque estas piezas fósiles, según los científicos, corresponden a mamíferos que vararon en las costas muchos años después de la extinción de los dinosaurios, el hallazgo constituye una prueba más del enorme caudal de misterios que esconde el norte de Chile.
Geólogo Guillermo Chong
«El desierto de Atacama es un producto de una evolución de millones de años y hoy vemos su historia», dice el premio nacional de Geología 20o3, Guillermo Chong, para quien las magníficas evidencias geológicas se suman «a la sequedad del clima que facilita la conservación arqueológica, a una microbiótica excepcional y a los cielos más limpios de mundo», de modo de convertir este lugar en un escenario científico de categoría mundial, en un laboratorio natural inconmensurable donde se mezcla la antropología milenaria, la paleontología, la biología marina, la astronomía y la tecnología espacial.
¿Y si la Región de Antofagasta es tan rica en investigación científica por qué aún este conocimiento se mantiene separado de la cultura popular? El neurocientífico y premio nacional de Ciencias Naturales, Ramón Latorre, piensa que es por dos razones: «Porque tenemos un inicio tardío del estudio de la ciencia » y porque en Chile se concentró el saber en las universidades de manera muy elitista «de modo que los científicos se encerraron en una torre de cristal sin tener tiempo de acercarse al mundo», es decir, «desconectados de la cultura», explica.
«Pero eso está cambiando. Los científicos estamos conscientes ahora de que como parte de la cultura, que como parte del bienestar de los seres humanos tenemos que ir hacia la gente a decirle lo que estamos haciendo y tenemos que hacerlo, entre otros motivos, porque los científicos recibimos dineros del Estado para producir nuestra ciencia y es un deber nuestro decirle a la gente en qué lo estamos gastando», argumenta.
Hace tres años, el Festival Puerto de Ideas Valparaíso se planteó el desafío de potenciar la reflexión crítica a través del estímulo a la creatividad con la visita de numerosos intelectuales de categoría mundial. La respuesta fue total. En la última edición asistieron a las charlas cerca de 17 mil personas. Pero la ciencia resultaba aún un tema pendiente. Por esa razón y con el apoyo de Minera Escondida, la empresa privada que más invierte en desarrollo cultural en Chile, se pensó en la capital de la Segunda Región para llevar a cabo el primer festival de cultura científica del país, el Festival Puerto de Ideas Antofagasta.
Chantal Signorio, directora Festival Puerto de Ideas
«La ciencia nos rodea, está en todos lados; sin embargo, por demasiado tiempo ese conocimiento se ha mantenido hermético, exclusivo, de difícil acceso y además, asociado al aburrimiento. En este Festival relacionaremos la comprensión del mundo que nos rodea con la entretención y la simplicidad. La idea es llegar a un público masivo de una manera directa, que las grandes interrogantes que nos hacemos todos tengan la posibilidad de encontrar respuestas. Dentro de las características de este Festival, que ya hace tres años realizamos en Valparaíso, destaca el no ofrecer recetas, sino preguntas, búsquedas y diálogos desde la diversidad y la curiosidad por el hallazgo», explica Chantal Signorio, directora del Festival Puerto de Ideas.
Para esta cientista política, que cuenta con un consejo asesor compuesto por científicos que acumulan varios premios nacionales, el Festival de Ciencia de Antofagasta «será una instancia única para entender los grandes descubrimientos científicos del momento, las teorías más importantes, y acercar al público a áreas del conocimiento que les son distantes. Asimismo, con el propósito de mostrar que la ciencia comprende también a diferentes manifestaciones del espíritu y del conocimiento, el Festival incorpora en su programación a exponentes relevantes de distintos ámbitos de las artes», señala Signorio para reforzar la idea de que a los físicos, biólogos, matemáticos y neurocientíficos se sumarán también escritores, actores y músicos.
El cielo, el mar y la tierra estarán representados en el festival de cultura científica. Así, el geólogo Guillermo Chong se enfocará en los misterios del desierto. «En lapsos de gran magnitud se han emplazado en el desierto una variedad y cantidad de yacimientos (minerales) que lo convierten en una anomalía mundial y que junto a una geología desnuda de una cubierta vegetal hacen que esta ciencia (la geología) tenga un atractivo mundial en sus distintas disciplinas», explica Chong, quien fue uno de los científicos que descubrió el yacimiento de Minera Escondida.
Para hablar de astronomía estará el director científico del radiotelescopio ALMA, el francés Pierre Cox, y también la astrónoma chilena, Premio Nacional de Ciencia, María Teresa Ruiz.
De Estados Unidos vendrá el biólogo marino Ricardo Letelier, un chileno que se ha destacado internacionalmente investigando desde océanos hasta gotas de agua. Se hablará asimismo de cambio climático, para lo cual se invitó al biólogo Claudio Latorre, cuya investigación se centra en las sociedades prehistóricas del desierto de Atacama que ya sufrieron las consecuencias del clima.
Michel Menu, físico óptico. Director científicio del Museo de Louvre
La conferencia de inauguración, a cargo del paleontólogo español Juan Luis Arsuaga, explorará la anomalía ecológica que nos llevó a evolucionar y distanciarnos del primate. Por su parte, el premio nacional Eric Goles hablará de la historia de dos matemáticos formidables del siglo pasado que cambiaron el mundo moderno, pero que no pudieron con sus propias existencias para terminar suicidándose.
El espacio temporal también tendrá su lugar. El físico Andrés Gomberoff tratará el tema de los los viajes a través del tiempo. Esto que pareciera ser sólo materia de la ficción, también lo es de la ciencia, que ha estudiado las posibilidades de realizar turismo temporal. Su charla abordará el concepto de desplazamiento hacia delante o hacia atrás en diferentes puntos del tiempo, similar a un desplazamiento en el espacio.
A su vez, el director científico del museo del Louvre, en París, Michel Menú, se enfocará en los misterios de los grandes maestros de la pintura revelados por la ciencia óptica, en tanto que el director de orquesta Eduardo Browne nos contará acerca de la maravillosa y ancestral relación entre matemática y música.
Ramón Latorre, neurocientífico
El cerebro, que es por donde pasa toda la información recogida en las otras ciencias, es uno de los grandes temas del Festival Puerto de Ideas. Giacomo Rizzolatti, otro científico invitado, descubridor de la neurona espejo, será el responsable de explicar cómo esta célula permite a los individuos comprender directa y empáticamente las acciones, más allá de las reflexiones filosóficas que apuntan a la conducta.
Ramón Latorre, quien estudió en la educación pública cuando era gratuita y que vendría siendo el primer científico de Chile, ya que cuenta con un doctorado desde la década de los 60, centrará su exposición en la propiedad eléctrica de las células, en cómo estas se convierten en las puertas de la percepción y por qué los humanos somos como él denomina «bacterias eléctricas».
«Los canales de iones son proteínas que están ubicadas en las membranas celulares, pero tiene una característica muy particular. Son las puertas de la percepción y esto significa que cada estímulo que llegue del mundo exterior, ya sea una nota musical o luz o el sabor del ají o, por ejemplo, un buen plato de porotos, todas esas cosas las vas a sentir con estas proteínas que son receptores, y que traducen todo esto en un lenguaje cariñoso al sistema nervioso y el sistema nervioso reacciona diciendo: “Bueno, estoy escuchando una sonata de Beethoven o estoy comiéndome un plato exquisito que hizo la abuela”.
El detalle tanto de las charlas como de la programación se puede encontrar en www.puertodeideas.cl
