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Con jazz, sambas, boleros, bossa novas y rock progresivo cerró el Festival de jazz de Vitacura El certamen alcanzó momentos gloriosos con Stanley Clarke y Billy Cobham

Con jazz, sambas, boleros, bossa novas y rock progresivo cerró el Festival de jazz de Vitacura

La gran noche de cierre inició el encuentro con un solo de piano del brasileño Marinho Boffa y luego continuó con la energía carioca tras sumarse a la banda la “primera dama de la música brasileña”, Leny Andrade. Lo mejor vino después cuando apareció en escenario el mundialmente famoso baterista que unifica el lenguaje del jazz con el rock progresivo, Biilly Cobham. Destacó en su presentación un solo de batería a cuatro manos. Un cierre magistral para un festival de grandes momentos musicales a cargo de músicos de primer nivel y virtuosismo.


La tercera y última jornada del Festival “Sesiones de Tolerancia” culminó con gran satisfacción por parte del público, los músicos y los organizadores.

La gran noche de cierre inició el encuentro con un solo de piano del brasileño Marinho Boffa. Junto a él, los integrantes de su trío, el bajista Itmar Collaco y el baterista Percio Sapia completaron la banda para dar paso a ágiles interpretaciones de temas que se pasearon por diversos ritmos de la música carioca unidos al jazz. Boffa, en un español fluido y claro –recordemos que el pianista vivió cuatro años en nuestro país en los 90–, aprovechó la oportunidad para presentar los temas “Hermosa” e “Incompatibilidad de géneros” de Joan Bosco, presentes en su próximo disco en pleno proceso de grabación.

Con todo, la presentación de Marinho Boffa no estaba completa, faltaba la participación de la “primera dama de la música brasileña”, Leny Andrade.

Leny Andrade Foto: Gonzalo Rubio

Marinho Boffa y Leny Andrade
Foto: Gonzalo Rubio

Un despliegue de sambas, boleros y bossa novas, junto al carisma interpretativo de la cantante carioca, llenaron la noche de alegría y entusiasmo, trayendo el espíritu brasileño a Chile a través de lúdicos momentos en el cual Leny cantaba en scat, recordándonos a la gran Ella Fitzgerald, mientras animaba a la audiencia con algunos clásicos brasileños de Tom Jobim como “Só danca samba”, “Outra Vez”o “Garota de Ipanema” en la perfecta unión del samba y el jazz. La entusiasta Leny también comentó sobre su reciente álbum Alma mía, una compilación de temas especialmente dedicado a los boleros en español, como una forma de introducirnos al tema “Nosotros” del cubano Pedro Junco y una singular versión de  “Una mañana” de Claire Fisher, para despedirse del público agradecida por la cálida acogida y la invitación al festival.

La segunda parte de la noche vino a ser el cierre magistral del Festival. Billy Cobham y su gran descarga de energía y adrenalina, dejó a todos con ganas de más y más música, jazz y festivales.

Foto: Gonzalo Rubio

Foto: Gonzalo Rubio

El mundialmente famoso baterista que unifica el lenguaje del jazz con el rock progresivo, se presentó con los músicos Dean Brown en la guitarra eléctrica, Rick Fierabacci en el bajo y Gerald Atkins en piano y teclados. La clave para el compañerismo es “pensar y crear en colectivo y colaboración. Así se mantiene todo limpio y fresco”, comenta el baterista sobre el escenario mientras presentaba orgulloso a sus compañeros. “Somos una mezcla entre bubble gum y glicerina”, descarga de energía y entusiasmo, agrega respecto al compañerismo musical en una entrevista exclusiva.

Cobham, que por estos días se encuentra homenajeando su carrera a través de la interpretación de su álbum Spectrum  (1973) bajo un nuevo concepto: “Spectrum, 40 años alive”, comentó al equipo de El Mostrador Cultura+Ciudad que se siente muy cómodo en Chile, pues le hace recordar su Panamá natal. A su vez, nos adelantó parte de su próximo proyecto titulado Tierra del fuego, un reencuentro con las músicas y ritmos de los países latinos que ha visitado a lo largo de su carrera musical.

Foto: Gonzalo Rubio

Foto: Gonzalo Rubio

A su vez se mostró fascinado por la escena musical chilena y el auge del jazz en nuestro país. Destacó el alto nivel de los intérpretes y la gran acogida que recibió por parte de todo el equipo de producción.

Cobham y su banda interpretó intensos temas en los que el rock era primordial, con cortes precisos e interesantes armonías y ritmos irregulares, tan propios de la línea progresiva del género. Con todo, también hubo momentos de sonidos suaves y sugerentes líneas melódicas a cargo de la interpretación del teclado de Atkins y el sustento armónico-rítmico del contrabajo de Fierabacci. A su vez, Cobham se tomó un tiempo especial para contarnos la historia de un original tema titulado “To the women of my life”, composición que estuvo en proceso alrededor de 40 años. “La introducción quedó lista en su momento, pero faltaba todo el desarrollo”, comentó con humor el carismático baterista con la audiencia.

Su participación también estuvo marcada por uno de los solos más destacados de la jornada, tocando la batería a cuatromanos, tomando las baquetas en forma similar a como lo hacen los intérpretes del vibráfono o la marimba. Los músicos de la banda se integraron nuevamente al escenario para despedir el festival con toda la energía y el entusiasmo que los caracteriza.

Foto: Gonzalo Rubio

Foto: Gonzalo Rubio

Un cierre magistral para un festival de grandes momentos musicales a cargo de músicos de primer nivel y virtuosismo, quienes se mostraron sumamente entusiasmados con la actual escena musical chilena y las proyecciones de los jóvenes intérpretes que se inician en el camino del jazz. Sin duda un exitoso certamen que habrá de repetirse para seguir trayendo a Chile lo más destacado de la escena jazzística mundial.

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