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Pablo Paredes, guionista de Las Analfabetas: «La reforma a la educación no se va lograr si no estamos en la calle». La Analfabetas, la película, se estrena este 15 de mayo en las salas del país

Pablo Paredes, guionista de Las Analfabetas: «La reforma a la educación no se va lograr si no estamos en la calle».

Héctor Cossio López
Por : Héctor Cossio López Editor General de El Mostrador
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El joven dramaturgo, que coescribió el guión de Las Analfabetas junto a Moisés Sepúlveda, director del filme, cuenta que todo su trabajo artístico está cruzado por el «conflicto con el poder». En esta tensión permanente, hoy enmarcada dentro del conflicto estudiantil, descansan el libreto de sus obras de teatro, series y películas, pero también en su visión política: «El escenario de la educación como el de la alfabetización es súper concreto para relacionarse con el poder», dice.


Pablo Paredes

Pablo Paredes

Como uno más, dentro de los miles que asistieron el jueves a la marcha estudiantil que convirtió nuevamente la Alameda en un océano humano, estuvo Pablo Paredes. El poeta y dramaturgo estaba en el lugar, porque, además de sus convicciones en lo concreto, el conflicto y el poder cruzan toda su biografía, desde que era dirigente secundario a fines de los 90 hasta su militancia en Revolución Democrática, pero sobre todo cruza su historia creativa, donde cada pieza que elabora tiene una matriz política.

«Mi tema es el conflicto con el poder. Por una parte entre el rechazo al poder y la necesidad urgente de disputar el poder. La pregunta es cómo nos relacionamos con éste y el escenario de la educación es súper concreto y el escenario de la alfabetización, es rotundamente concreto», cuenta el joven guionista, apenas terminada la marcha.

La alfabetización, si bien es un tema políticamente superado por el Estado, es utilizada por Paredes para ingresar subrepticiamente a un conflicto silenciado, que de alguna manera se relaciona con el analfabetismo para leer el  futuro del país, a través de la vergüenza y rabia de una mujer mayor que no sabe leer y el analfabetismo emocional de una joven profesora que le enseña.

Obra de teatro Las Analfabetas

Obra de teatro Las Analfabetas

El argumento es de Las Analfabetas, la obra de teatro por la cual Paredes recibió el Premio Altazor el 2011 a la dramaturgia y que este año, luego de un largo devenir por sinnúmero de Festivales de cine, llega su adaptación a las salas del país, con la versión cinematográfica homónima, del director Moisés Sepúlveda.

En una de las escenas de la película, Ximena, la analfabeta, lee en un muro el rayado «¿Y la alegría?», sin lograr comprender el significado político de la oración, que retrotrae a la audiencia a las promesas de cambio de comienzos de los 90. Más allá de la evocación de un fragmento de la realidad del país  y de la tensión social que implica en el personaje no darse cuenta de lo que las palabras dicen, esa escena grafica la intencionalidad política y creativa de sus guionistas -Paredes y Sepúlveda- para valerse de conflictos personales de los personajes y así hurgar en los claroscuros de la sociedad chilena.

Afiches de la película Las Analfabetas

Afiches de la película Las Analfabetas

Paredes cuenta que mientras trabajaban en el guión de otra película, Sepúlveda -quien además es mago por afición- ve la obra de teatro Las Analfabetas y le pide que hagan una adaptación al cine. «Ahora, ahí, también tuvo que ver una complicidad política entre nosotros», confiesa el dramaturgo al referirse a que la intencionalidad política de la obra era compartida por Sepúlveda, como también su militancia. Ambos participan de Revolución Democrática, el movimiento político levantado por el diputado Giorgio Jackson. «Este proyecto de alguna forma, consciente o inconsciente, responde a nuestras inquietudes de discutir temas de la sociedad chilena, mezclando arte y política», dice el guionista de la película que se estrena este 15 de mayo en las salas de cine del país.

Además Paredes, quien también incluyó el tema de la educación, pero desde el coyuntural conflicto, en el libreto de la serie de televisión El Reemplazante, recuerda que todas las obras tienen un componente biográfico, pero ficcionado. Así es el caso de esta serie de tv, que de alguna manera, el dramaturgo extrae de su experiencia como ex dirigente secundario a fines de los ’90 parte, las lógicas de comportamiento de los jóvenes que se ven enfrentados a un clima de efervescencia social.

«Los conflictos eran súper parecidos, con demandas similares a las demandas actuales. La diferencia es que la sociedad chilena de entonces no empatizaba en general con estas demandas. Era una sociedad chilena que vivía justamente en las dinámicas del mercado, que te vuelve sordo y ciego frente a crisis sociales que están ahí instaladas pero que no pueden ver, que no pueden escuchar», comenta.

Valentina Muhr, Paulina García y el director Moisés Sepúlveda

Valentina Muhr, Paulina García y el director Moisés Sepúlveda

A fines de los 90 -recuerda el poeta- los estudiantes eran una minoría marchante, «no más de 300 estudiantes», a quienes les faltaba la comprensión de su rol activo en la sociedad, capacidad que sí se logró tener en la revolución pingüina del 2006 y que quedó patentado en las manifestaciones estudiantiles masivas iniciadas el 2011.

Como creador y como político, Paredes se encuentra atento a los destinos institucionales que deriven del ejercicio social de la comunidad. «En este momento se están tocando estructuras políticas que nunca antes de habían tocado». Y advierte que el movimiento social debe ser «muy analítico para identificar bien al enemigo».

Al igual que sus obras de ficción, el conflicto con y por el poder tiene diversos matices, razón por la cual el Premio Altazor expresa su optimismo en el camino oficialista que está transitando la reforma a la educación, en cuanto a las promesas, pero al mismo tiempo se muestra cauteloso y confiado en el movimiento social que ha declarado -con total claridad- que no quiere «reformas cosméticas» y que «seguirán haciéndose escuchar».

«Esta reforma no se va a hacer si no estamos en la calle, en el parlamento, y en disputa también en el ejecutivo», advierte el escritor.

Sin entrar en detalles, el coguionista de Las Analfabetas adelanta que actualmente está trabajando en el guión de un par de películas, en otra serie de televisión y en una obra de teatro, que espera marque su debut como director escénico. En todas ellas, de diferentes formas e intensidad, el conflicto con el poder, seguirá en el centro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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