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Las expectativas del mundo de la cultura para el discurso presidencial de 21 de mayo Opinan músicos, dramaturgos, muralistas, editores, artistas visuales y cineastas

Las expectativas del mundo de la cultura para el discurso presidencial de 21 de mayo

Piden desde la eliminación del IVA al libro, cuotas de pantalla para el cine, una distribución equitativa de los fondos concursables y hasta apoyo explícito a la ley del 20% en música. “Podrían anunciar algo que se parezca a una política cultural que se pueda discutir, y no una lista de medidas aisladas o fondos concursables», resume el dramaturgo Andrés Kalawski.


Una amplia gama de deseos y expectativas manifiestan distintos actores del mundo de la cultura respecto al discurso presidencial que dará mañana en Valparaíso la presidenta Michelle Bachelet.

La eliminación del IVA al libro, el apoyo a la ley del 20% de música chilena en las radios o la reposición de las horas de educación artística en la educación básica y media son algunas de las ideas en circulación.

Al dramaturgo Andrés Kalawski le gustaría que se anunciara “algo que se parezca a una política cultural que se pudiera discutir, y no una lista de medidas aisladas o fondos concursables”. Kalawski tiene la sensación de que a los artistas se les llama para las campañas, “para lucirse un poco”, pero que no se comprende la función de la cultura en el desarrollo.

“Me gustaría escuchar que la cultura en general va a llegar más a las regiones”, comenta la cineasta Dominga Sotomayor, quien también apunta a la apertura de “más espacios de calidad”, como un lugar para exhibir cine chileno, más allá de los circuitos convencionales.

Una de las deudas en el cine, según Edgar Doll, director artístico del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar es «la creación del instrumento llamado Cuota de pantalla o cantidad mínima de películas chilenas que deben exhibirse obligatoriamente en un período determinado, en cada una de las salas cinematográficas del país.

“Me imagino que va a haber anuncios concretos en relación al Ministerio de Cultura”, señala por su lado la artista visual Voluspa Jarpa. “Creo que es urgente hacer una institucionalidad cultural más sólida y eso pasa por una organización administrativa del Estado que modernice el sistema operativa de la cultura. Esperaría que este ministerio resolviera esta digresión que hay entre la Dibam, el Consejo (de la Cultura) y el Ministerio de Relaciones Exteriores. A veces es distinto hacer coordinar una cosa con la otra porque son distintos organismos”.

El editor Diego Alamos, vicepresidente de la Asociación de Editores de Chile, advierte que actualmente la cultura siempre parece relegada al segundo plano de las políticas. “Incluso no es nombrada. La idea es que la cultura entre en el lenguaje de forma explícita”, señala. “Mi expectativa sería que la cultura asuma un papel central en la política y tenga visibilidad, y no sea un mero saludo a la gradería”.

Devuelvan las horas

Felipe Henríquez, conocido en el mundo del mural como “Henruz”, quien además es profesor, quisiera que volvieran las horas de educación artística e historia que fueron eliminadas a favor de otras materias, además de incorporar la educación sobre el patrimonio. También le gustaría un mayor apoyo a los artistas que son invitados al exterior. Recientemente, el muralista fue uno de dos chilenos invitados a un encuentro del rubro en Brasil, donde le pagaron la estadía, y debió costearse su propio pasaje.

Como en la campaña Bachelet además prometió duplicar los fondos para cultura, a “Henruz” le gustaría que estos se distribuyeran de forma equitativa entre las distintas corrientes artísticas, y no a favor de una en particular. También le gustaría que se incorporase el impuesto a los artistas extranjeros existente en Uruguay, que es destinado a un fondo cultural común local.

Al músico Mario Rojas, vicepresidente de la Sociedad de Derechos del Autor (SCD) le gustaría que aumentaran los fondos concursables y un apoyo explícito a la ley que otorga un 20% a la música chilena en las radios. “Sería una gran cosa”, asegura.

Del mismo modo opina, Edgardo Bruna, presidente de la Unión Nacional de Artistas (UNA), que le gustaría escuchar «que este gobierno va a hacer respetar las leyes que protegen los derechos de los artistas, sean laborales o relativos a la propiedad intelectual, que creará los mecanismos que permitan una fiscalización efectiva de los mismos; que será preocupación del gobierno darse los tiempos que sean necesarios para escuchar y recoger las opiniones y sugerencias de la civilidad y sectores culturales, para crear un gran Ministerio de la Cultura, que sea el gran impulsor del arte y la cultura de nuestro país».

La demanda que tampoco falta es la eliminación del IVA a los libros, que la dictadura impuso en 1976, “simplemente porque los libros son imprescindibles para el desarrollo cultural de nuestra sociedad y sus individuos”, según Galo Ghigliotto, escritor y organizador de la feria de editoriales independientes “Furia del Libro”.

Ghigliotto además querría el establecimiento de una Ley de Precio Fijo del libro “para asegurar la bibliodiversidad, ampliar los puntos de venta y asegurar un mismo precio en cada rincón del país”. También pide reforzar la cantidad y la calidad de los puntos de préstamo de libros, en todas las comunas de Chile, y desarrollar programas de apoyo a librerías independientes. “Pero sobre todo, la implementación de un plan de fomento lector eficiente, para multiplicar la cantidad de lectores de aquí a diez años, y regenerar el círculo virtuoso de la lectura en Chile”, remata.

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