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Director de la prestigiosa editorial Turner opina que los libros de calidad no deben ser sinónimo de altos precios Santiago Fernández vino al país a afinar el lanzamiento de una «Historia mínima de Chile»

Director de la prestigiosa editorial Turner opina que los libros de calidad no deben ser sinónimo de altos precios

Es una de las más importantes de España y el año pasado ganó Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial que otorga el Ministerio de Cultura ibérico. Fernández vino hace pocos días, entre otros asuntos para afinar el lanzamiento en septiembre un libro que resume la historia de nuestro país, escrito por el académico Rafael Sagredo. Aquí cuenta su experiencia y explica cómo combinar calidad y negocio.


santiagoUna impresión más que grata de nuestro país se llevó durante su estadía en Chile el director de la editorial española Turner, Santiago Fernández, quien visitó Santiago hace pocos días.

“Percibo que en Chile hay una energía especial, tanto en el ámbito del libro como de la cultura en general”, dice con entusiasmo.

“La apertura de importantes museos, salas de exposiciones y auditorios, así como de librerías, tanto independientes como de grandes cadenas, es muestra de ese vigor, de esa energía que conlleva adrenalina”, agrega.

Fernández estuvo, entre otras cosas, para afinar los detalles del lanzamiento en septiembre de un libro del historiador Rafael Sagredo, que trata de resumir la historia de nuestro país en 300 páginas. Será parte de la colección “Historias mínimas” de la editorial Turner, que ha tenido gran éxito con libros anteriores de la serie.

Decir las cosas por su nombre

“El libro abarca toda la historia de Chile, desde los tiempos prehistóricos hasta nuestros días”, cuenta Fernández sobre el nuevo libro. “Hemos pedido varias opiniones sobre cómo trata el libro la dictadura, y el consenso es que llama a las cosas por su nombre. En ese sentido, el libro es un ‘retrato vivo’ de los hechos esenciales que han definido la historia del país”.

La colección es una de las más exitosas de Turner, y es una coedición con el Colegio de México. “El origen de esta colección se remonta ya varias décadas cuando se publicó la primera edición de la Historia mínima de México, en 1973. Este libro, reeditado y completado en 2004, ha vendido más de diez millones de ejemplares y está traducido al inglés, al francés, al chino, al japonés, al coreano, al ruso, al árabe, al malayo, etcétera”.

Fernández explica que el objetivo es resumir la historia en no más de trescientas páginas, una labor de “síntesis titánica” por parte de los expertos. “Queremos que aquel lector, de veinte años o de setenta, que quiera conocer los hechos básicos de la historia de un país o un tema encuentre en estos libros breves el resumen más útil y ameno, y que estén firmados siempre por el mejor especialista en su campo”, señala.

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La colección contempla tres tipos de libros: países iberoamericanos, otros países y temáticos. Ya hay nueve títulos publicados: “México”, “España”, “Cuba”, “Centroamérica”, “Música en Occidente”, “País Vasco”, “Literatura española”, “Argentina” e “Ideas políticas en América Latina”.

Ahora le toca a Chile, de la mano de Sagredo, historiador de la Universidad Católica. “Si bien algunos de los libros tienen varios autores, siete en el caso de México o Argentina, Chile está escrito enteramente por el profesor Sagredo, lo cual me parece que tiende a facilitar mucho la lectura al mantener el mismo tempo y estilo narrativo”, estima Fernández.

Definiendo la editorial

¿Cómo definir a Turner, fundada en 1970 y con más de mil títulos publicados, y que el año pasado ganó Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial que otorga el Ministerio de Cultura ibérico, que antes también obtuvieron casas de prestigio como Siruela (2003) y Crítica (2007)?

“Turner es muchas cosas. Es una editorial al uso, que asume riesgos al apostar por libros en los que cree y que los lanza al mercado buscando la sostenibilidad, sin que nos ciegue la ambición económica y sí con la de publicar cosas muy buenas, e incluso obtener alguna rentabilidad”, explica Fernández.

Por otro lado, la editorial también realiza muchas coediciones con instituciones públicas y privadas, como catálogos de exposiciones, libros de arte, fotografía y diseño.

“Tenemos una larga trayectoria en el mundo editorial, más de cuarenta años, y podría aseverar que pese a esta amplia experiencia, somos una editorial joven” cuenta Fernández.  “Para mí es muy importante la renovación, vincularme con lo actual, ser consecuente con lo que me rodea, con nuestros gustos literarios y plantearnos retos editoriales como lo fue en su momento la colección de ensayo Noema, iniciada en 2002, y ahora la ’anticolección’ que saldrá dentro de unos meses, con narrativa y nuevas propuestas”.

Al obtener el premio en 2013, el ministerio señaló que se debía al “gran esfuerzo editorial realizado con la publicación de ensayos de gran relevancia, tanto histórica como científica, literaria o económica, manteniendo una alta calidad en la selección de los títulos y un excelente diseño y presentación de los volúmenes”.

Calidad y precio

Aunque las publicaciones de Turner se definen como de alta calidad, Fernández niega que ello signifique necesariamente altos precios.

“Tenemos libros muy buenos como la colección de ‘Historias Mínimas’ e ‘Ismos’ a bajo coste, y libros de ensayo y arte que, por su tamaño y cualidades, conllevan costos superiores”, asegura. “Cada libro es un mundo y responde a patrones particulares. Los libros ilustrados —repito, de calidad— son muy costosos y las tiradas relativamente bajas, lo cual encarece los precios”.

El editor estima que comparativamente sus precios no son altos pensando en lo que invierten en ellos. “Son libros cuidados en términos de su puesta en página, ya que consideramos que están hechos para leer, en el caso de las colecciones, y para ver y leer, en el caso de los libros de arte. Pero nos importa sobremanera su legibilidad y su calidad de exposición”.

“La cadena del libro, desde el autor hasta el lector, es sumamente compleja y costosa. Imagínese, con la geografía de Chile, lo que significa para nosotros, o más bien para Océano, nuestro distribuidor, llevar libros a los lugares más remotos del país y, cuando hay devoluciones, que desgraciadamente las hay, tener que organizar su recogida. Todo este proceso, el de difusión, es caro”.

Aún así, el editor estima que leer sigue siendo, pese a todo, el entretenimiento más económico que existe. “Piense cuantas horas de satisfacción obtiene por cada peso invertido y compárelo con cualquier otra alternativa”.

Ensayo y ciencia a granel

En su apuesta por alta calidad, Turner se define por dedicarse fuertemente al ensayo y a la ciencia. Tiene tres colecciones de ensayo: “Música” (clásica a clásica contemporánea), “Noema” (ensayo de muy amplio espectro) y la ya nombrada “Historias Mínimas”.

“La más conocida de ellas por su volumen es Noema, con cerca de veinte títulos nuevos publicados cada año”, asevera Fernández. “Esta colección es sumamente amplia en cuanto a su campo de acción, no hay ningún área de la no ficción que no queramos abordar”.

Entre ellos se cuentan libros de divulgación científica, como “Persiguiendo el sol”, de Richard Cohen; la biografía del genio matemático Alan Turing escrita por B. Jack Copeland o “Contra natura”, de Philip Ball. “Pero ninguno de estos libros se ciñe sólo a la ciencia, sino que también cuentan una historia cultural, incitan a la reflexión y al pensamiento”, destaca el editor.

“Además del campo de la divulgación, yo diría que la historia y los temas bélicos son de los más presentes en la colección. Pero nos interesa todo: música, teoría literaria, estudios culturales, tecnología, arte, etcétera. La esencia está en lo que cada libro nos aporta cultural, intelectual y emocionalmente”, explica.

Llama la atención el gran espacio que Turner otorga al ensayo de origen inglés. “El ensayo es un género que en el mundo anglosajón tiende a ofrecer gran diversidad, con mucha chispa y una narración muy ágil. Consigue ser muy ameno sin dejar de ser profundo, y tiende a dar visiones amplias y a establecer conexiones fuera del margen, que nos incitan a ir más allá de la premisa”, argumenta Fernández.

-En Chile se discute constantemente el tema de que acá se lee muy poco. Sin embargo, llegan editoriales de calidad como Turner, con propuestas alejadas del best sellers. ¿Qué los motivó a traer sus publicaciones a este país?

-Todos nos quejamos del bajo número de lectores en los países de nuestro entorno, también de la era digital y del riesgo de que el lapso de concentración de la juventud vaya en disminución. En Chile hay lectores, y bastantes; si no, no habría el número de librerías que hay, que estoy seguro -sin haberlo verificado- de que es muy alto en términos per cápita. Por no hablar de la excelente calidad de muchas librerías y de la gran diversidad dentro del ecosistema librero.

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