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Reseña literaria: La contracultura del Thrash Metal Reseña literaria

Reseña literaria: La contracultura del Thrash Metal

Se trata de un texto que sigue la lógica y la estructura de una tesis de grado. En este caso, de un estudio sociológico que pretende dar cuenta y explicar el origen y gestación de una contracultura, el Thrash Metal. No es un texto liviano. Da cuenta de una época difícil. De protestas, represión y muerte y del repudio que se ganó la dictadura de parte de estos jóvenes uniformados (de negro y chascas) que les respondieron con música y letras brutales e incomprendidas.


Llegó a mis manos un ejemplar del libro “Thrash Metal: del sonido al contenido”, de Maximiliano Sánchez, RIL Editores.

Se trata de un texto que sigue la lógica y la estructura de una tesis de grado. En este caso, de un estudio sociológico que pretende dar cuenta y explicar el origen y gestación de una contracultura.

El ejercicio intelectual que intenta el autor, es sumamente complejo. Y en mi opinión, lo logra.

ThrashNo es un texto liviano. Aunque tiene muchas entrevistas y anécdotas. Pero da cuenta de una época difícil. De protestas, represión y muerte que fueron silenciadas por los militares y sus servidores y secuaces civiles, pero que fueron repudiados por estos jóvenes uniformados (de negro y chascas) que les respondieron con música y letras brutales e incomprendidas.

Hay anécdotas interesantes, contadas por las bocas de los propios actores; la forma en que se desarrolló este movimiento que en los ochenta estaba fuera de los márgenes de la legalidad, hasta llegar hoy en día a ser uno de los pocos, sino el mayor, de los movimientos musicales que llena estadios y vende discos en Chile.

Las diferencias sociales, las peleas entre las bandas y grupos. Las historias de los fundadores.

Es una bonita joya, que trata estos temas con nivel académico, con una profundidad mayor.

Es curioso. Creo que de alguna forma esta columna ha tratado de reflejar algo parecido. El como un movimiento cultural que nace en la precariedad total, al margen y perseguido al punto de su demonización, se encuentra hoy en el medio del “mercado musical” con pleno reconocimiento y derechos. Las ventas de los conciertos (los que más llenan estadios), los espacios en los medios de comunicación, la visita de todas las bandas importantes y ahora la cantidad de libros que se publican. No es solo porque sus primeros cultores han alcanzado la mediana edad y tienen dinero para pagarse las entradas, como se ha sugerido. No lo creo. Tampoco creo que sea por su supuesto origen demoníaco, que le ha permitido apoderarse del mundo… no lo creo.

La verdad, yo creo, que tal y como lo dice Sánchez, la razón está en la brutalidad de su naturaleza. Son pocos los estilos musicales y culturales, que como el metal en general, logran reflejar con tanto dramatismo y claridad, las emociones más fuertes y poderosas que llenan los corazones de la mayoría de los jóvenes. El miedo, la ira, la ansiedad, la entrega, el compañerismo, la hermandad, la comunión en la lucha contra el enemigo común, etc.  Y esa debe ser la razón para que sus fans lo vean como algo “real”, aunque hable muchas veces de cosas que parecen irreales.

Los invito a gozar con esta investigación comprándola en todas las librerías y a que vayan este viernes 6 de Junio a partir de las 19;30 horas al Centro Cultural España, al lanzamiento en que el autor será acompañado por un show de los míticos Massacre. La entrada es liberada.

Será interesante, por su rigor intelectual, pero sobre todo será una experiencia viva y fuerte, como es el metal, porque como dice el autor. “un consejo para todos: no traten de entender la música metal en demasía, ya que es un entramado bien complejo y, si no te gustó a las 12 o 15 años, es porque no te va a gustar. …. Solo les recomiendo que lo disfruten”.

Porque al final, solo tiene que ver con eso. Con gozar del rock y del metal.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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