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Músicos triunfan en el Senado tras aprobación del proyecto que obliga a las radios a programar 20% de música chilena El proyecto estuvo congelado durante 7 años en el Congreso

Músicos triunfan en el Senado tras aprobación del proyecto que obliga a las radios a programar 20% de música chilena

Esta tarde, con una tribuna llena y la presencia de cerca de 200 músicos nacionales, el Senado aprobó la modificación a la Ley de fomento de la música por 16 votos a favor y 6 en contra. Tras la aprobación de los aspectos generales, el texto regresa a la sala con la sola innovación de una indicación del Senador Walker que otorga al monopolio privado SCD, la facultad de demandar en tribunales a las radios que incumplan el porcentaje.


Siete años pasaron para que el  proyecto que modifica la Ley de Fomento a la Música, proponiendo una cuota de 20% de música nacional en las radios,  por fin tuviera una acogida favorable en el Congreso. En la ocasión, la Cámara Alta aprobó el proyecto en lo general por 16 votos contra 6, con el apoyo de parlamentarios de todas las bancadas. Dentro de las abstenciones, destaca la del periodista Alejandro Guillier, quien en la votación anterior se cuadró con la derecha rechazando el proyecto.

Alejandro Guarello, presidente de la SCD, se manifestó muy alegre con la decisión, ya que, finalmente, el Senado decidió la aprobación de esta iniciativa. «Esto es un avance importante, no solo para la música de nuestro país, sino que también para todos los artistas y nuestra cultura, impactando fuertemente en la construcción de nuestra identidad nacional», aseguró Guarello al finalizar la discusión.

El proyecto mencionado propone que un 20% de la programación musical de las radios sea de origen nacional, entendiéndose ésta como toda la música compuesta, creada o interpretada por chilenos. El proyecto no impone ningún tipo o género de música en particular, y busca asegurar un espacio mínimo de difusión para la música chilena en las radios, que ocupan un espacio radioeléctrico público.

Palmenia Pizarro y Valentín Trujillo estuvieron presentes en la votación. foto Agencia Uno

Palmenia Pizarro y Valentín Trujillo estuvieron presentes en la votación. Foto Agencia Uno

Con esto, el proyecto será enviado devuelta  a la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, para votarse en lo particular. La presidenta del Senado, Isabel Allende, especificó la necesidad de respetar los plazos establecidos por el Senado, para que el proyecto se vote en la comisión antes del plazo definido (30 de junio). Lo que abre un espacio para introducir nuevas indicaciones y, con ello, mejoras a la ley.

El apoyo fue  transversal de los parlamentarios a la iniciativa. El senador Fulvio Rossi destacó que los argumentos de la Archi contra este proyecto no llegaron a ningún lado, aun cuando sostengan que la ley se traducirá en la imposición de estilos musicales a las radios, vulnerando las libertades editoriales . “La música nacional no es un género. No solo tenemos flocklore, tenemos también rock, reggaetón e, incluso, música docta”, aseguró el senador por la Región de Arica y Parinacota.

Por su parte, la senadora RN Lily Pérez, señaló que «el Estado no puede ser indiferente al desarrollo de la cultura de su gente y de su pueblo, por esta razón, este proyecto que buscar dar una cuota  para la música chilena, el arte de este país, las bandas, cantantes y grupos emergentes, no solamente a los consolidados, sino también a  los clásicos que son muchísimos y que tocan música clásica de origen chilena».

Felipe Harboe, asimismo, destacó que «la legislación busca plasmar una visión de sociedad. Y a pesar de estar (inicialmente) en contra, luego de escuchar a todos los actores, me di cuenta que con el argumento que manifestó la ARCHI de nuevo en la comisión, buscaban un principio de acuerdo que aboliera todos los principios de libertad al proponer un promedio, dando a entender que no era libertad lo que realmente buscaban. Luego, escuché a la Unión Nacional de Artistas y me empapé del problema que existe con la creación y la falta de mecanismos de difusión para los miles de artistas y creadores que existen en nuestro país. Por eso, voto por esta ley que va a ser parte de nuestra cultura nacional».

El resultado de la votación fue muy celebrado por los músicos Valentín Trujillo, Palmenia Pizarro, Claudio Parra, Patricio Manns, Gloria Simonetti, Carlos Cabezas, Juanita Parra, Leo Rey y el Premio Nacional de Artes Musicales Fernando García, entre otros músicos, quienes estuvieron presente en Valparaíso durante la sesión del Senado.  Florcita Motuda, que con su irreverente estilo, marcó la diferencia al aparecerse en la sala con un cartel que pedía el 40 por ciento, el doble de lo que se estaba pidiendo.

Originalmente, la iniciativa fue presentada en 2007 y aprobada en agosto de 2010 por la Cámara de Diputados. Luego de casi cuatro años estancada, se reactivó en enero pasado y ahora se revisó en el primer punto de la tabla de temas de la sala del Senado.

El proyecto generó una dura controversia entre la SCD y la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), que en las últimas semanas sostuvo conversaciones para buscar un acuerdo que planteara la postergación de la vista del proyecto, cosa que finalmente no ocurrió.

Por eso, el presidente de la ARCHI, Luis Pardo, manifestó su intención de que la votación sea postergada: “Tenemos algunas coincidencias y esperamos que esto no se vote, para tener tiempo de acercar más las posiciones”, afirmó.

El presidente de la ARCHI, Luis Pardo, señaló que “más allá de la votación puntual de este martes, todavía quedan muchas votaciones en este proceso y nuestra voluntad -y entendemos que también de la SCD- es buscar una fórmula que sea satisfactoria para las partes y no signifique aprobar un proyecto que es muy malo. Yo creo que ellos lo saben. Si hubiese fórmulas satisfactorias, sería mucho más efectivo que una votación de cara y sello”.

El texto regresa entonces a la sala con la sola innovación de una indicación del Senador Walker que otorga al monopolio privado SCD la facultad de demandar en tribunales a las radios que incumplan el porcentaje. De esta forma, lo que se supone es una política pública cultural, queda confiada a un ente privado que podrá, selectivamente, arrastrar a tribunales a aquellas radios que más les interese, para sancionarlas con multas.

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