“La trampa”, de Rocío González, se inaugura este viernes
El proyecto surgió a partir del caso de la fallecida Cynthia Cortez Pérez, ocurrido en 2003 en Valdivia. “Es una reflexión en torno al paisaje bello y agreste de Valdivia, tensionado por una nueva historia de violencia ocurrida en tiempos de ‘democracia’, cuando inclusive en Chile aún no se hablaba de conceptos como femicidio”, cuenta la artista.
Una muestra fotográfica surgida a partir de la misteriosa muerte de una estudiante en Valdivia en 2003 se inaugura este viernes a las 19:30 horas en la galería de BancoEstado (Alameda 123).
Se trata de “La Trampa”, un proyecto de la fotógrafa Rocío González (1986), desarrollado durante los años 2013 y 2014 en la ciudad de Valdivia.
La exposición está compuesta de quince imágenes que se conciben como una reflexión sobre la muerte y el paisaje, generando una tensión en torno a la belleza natural del sur de Chile y la violencia, todo desde la construcción de realidad a partir del dispositivo fotográfico.
Foto: Gentileza Rocío González
Esta serie se presenta como una ficción en donde la dirección y puesta en escena son de gran relevancia. Pese a ello, su surgimiento responde a un hecho real ocurrido en el año 2003 en Valdivia: la desaparición y posterior hallazgo del cuerpo sin vida de la estudiante de arquitectura Cynthia Cortéz Pérez, de 26 años, en las inmediaciones de su escuela ubicada en el campus Isla Teja de la Universidad Austral de Chile (UACh).
De alguna forma, las imágenes de González recuerdan a la estética del cineasta estadounidense David Lynch, especialmente su mítica serie “Twin peaks”. “El cine siempre fue una gran influencia en mis imágenes, así mismo la literatura”, admite la artista. “Desde que tomé una cámara fotográfica hice puesta en escena y me inventé historias, lo documental llegó después. En ese sentido se conecta a todo lo que he hecho anteriormente. Otro tema importante es el género femenino. Desde un principio me ha interesado hablar desde mi propia experiencia”.
Foto: Gentileza Rocío González
Varios factores impulsaron a González a trabajar sobre el caso de la estudiante fallecida. “En un sentido autobiográfico, siempre desde muy pequeña oí hablar de violencia, de desapariciones y de muerte. No fue hasta que conocí el caso de Cynthia que me sentí cercana a eso. Fue en un momento de mi vida en que yo era muy joven, tenía 16 años, y estaba como cualquier persona de esa edad configurando mi identidad”.
En su momento, el acontecimiento provocó gran revuelo y teorías en torno a causas y datas de muerte de la joven, siendo uno de ellos el motivo fundacional en la conformación de la serie: la desaparición de Cynthia por un periodo de siete días, y su posterior reaparición -esta vez sin vida- a metros de la Escuela de Arquitectura, lugar ampliamente peritado durante esa semana.
Artista Rocío González Foto: Juanita González
Por otra parte, ambas estudiaron en la misma universidad (González es licenciada en Artes Visuales). “Creo que se conectaron varias cosas en mí a partir del suceso: una reflexión en torno a lo que significa ser mujer, vivir y morir en el sur, además de en torno al paisaje bello y agreste de Valdivia, tensionado por una nueva historia de violencia ocurrida en tiempos de ‘democracia’, cuando inclusive en Chile aún no se hablaba de conceptos como femicidio”.
El título de la muestra también tiene que ver con esto. “El concepto ‘trampa’ está ligado al engaño”, señala. “Por otra parte siempre me recordó al viaje de Alicia en el país de las maravillas, cuando ella persigue al conejo y entra a su madriguera que termina por ser un tremendo túnel que la conduce a un universo paralelo lleno de paradojas. Creo que ese viaje de Alicia resume un poco el mío, en el cual yo he podido descifrar un paisaje en apariencia bello y amable pero que es paradójico y polisémico, no sólo bello”.
Para González, “la trampa también está ligada a lo ilusorio y a lo dual, realidades que conviven en nuestro mundo y en la naturaleza humana. Por lo mismo en las fotografías abundan los reflejos, lo inacabado, las fusiones”.
El concepto de mujer y violencia tampoco es nuevo en su obra: hace dos años atrás hizo fotografías relativas a violaciones de mujeres en Valparaíso para la Residencia D´agata en el Festival Internacional de Fotografía de Valparaíso. “Creo que esas fotos fueron el puntapié inicial de la serie fotográfica que exhibiré ahora”, explica la artista, que va lleva varias muestras fotográficas en el cuerpo.
Gracias a una visita nocturna realizada a la universidad en 2013, la artista dio por comenzado el proceso fotográfico, en el que identifica varios momentos necesarios para su comprensión: la investigación sobre la noticia, búsqueda de las locaciones y pruebas de luz, entre otros.
Durante este proceso, estudió luces y escenarios, re-instaló e identificó algunos de los elementos que le parecían claves en el deceso, como el sujeto femenino, la fiesta, el bosque, el día y la noche, entre otros. De esta forma, reiterando gestos y situaciones en las que las modelos interactuaban con los lugares reales del crimen, se fue acercando a lo que le interesaba contar, derivando inevitablemente en una reflexión sobre el paisaje, que no corresponde a la postal turística ni al bosque abrazador, sino todo lo contrario: un escenario de naturaleza inquietante, bajo el cual subyacían asesinatos y desapariciones.
Foto: Gentileza Rocío González
González cuenta que partió trabajando en diversos sectores del campus Isla Teja, en sectores aledaños al sitio en donde fue hallado el cuerpo de Cynthia y también el Jardín Botánico que está dentro de este campus. También trabajó en el campus Miraflores de la misma universidad, ubicado en otro sector de la ciudad pero con similares características: mucha naturaleza y humedad.
“Finalmente, cuando fui comprendiendo a cabalidad el sentido de esta serie, decidí aislarme de estos lugares más cerrados y urbanizados y me trasladé al Parque Saval, ubicado también en la Isla teja, cerca de la universidad. Llegaba muy temprano por la mañana para experimentar los cambios de la luz que se dan en el bosque: neblinas muy tupidas, mucha presencia de blanco, hasta a la aparición del sol que transformaba el paisaje extremadamente”.
Como modelos fungieron tres amigas. Y González pasó un largo proceso del que no salió indemne.
“Me pasaron muchas cosas. En principio sentía pudor por trabajar a partir de una historia tan lamentable y que no era propia. Luego con el paso del tiempo fui descubriendo que esa historia era mucho más propia de lo que había imaginado en un principio. Muchos de mis miedos de infancia debieron ser confrontados a lo largo de la creación de la serie. Además al comenzar incluí mucho cuerpo en las fotos… luego comprendí que no era necesario mostrar cuerpo para hablar de cuerpo o de la ausencia de él”, dice.
González agrega que en sus salidas a terreno, al menos el 80% de las fotos las hizo sola. “Necesitaba ciertas sensaciones para conectarme con el tema, el temor fue una de ellas”, explica.
En sus palabras, con sus fotos, la artista quiso principalmente hablar del paisaje y de lo que subyace a él. “En la exposición podrán ver que existe mucho control en la primera parte, orden y una limpieza que a mi parecer pudiesen ser cercanos a la ciencia, inclusive. Luego hacia el final de la edición que armé las fotografías se vuelcan a zonas de más oscuridad y hacia el final se desborda. Creo que la última parte de la exposición habla directamente de mí y asimismo de la belleza del paisaje, que es innegable”.
Ficha técnica:
“La trampa”
Rocío González
Inauguración: 5 de septiembre de 2014, 19:30 hrs.
Abierto al público desde el 8 de septiembre al 3 de octubre de 2014
Alameda 123, Santiago, Chile
Horario: lunes a viernes de 10:00 a 19:00
