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Presentan antología latinoamericana de cuentos de autores jóvenes Diego Zúñiga e Ileana Elordi son los representantes locales

Presentan antología latinoamericana de cuentos de autores jóvenes

“Voces -30” (Ebooks Patagonia) fue compilada por la escritora Claudia Apablaza. “Cada una de estas ‘voces’ cuenta con un proyecto literario que creemos, tendrá una proyección en el tiempo y que dará qué hablar durante los próximos años, empezando por hoy”, indica. El lanzamiento será hoy en la librería Catalonia a las 20:00 horas.


Una antología de cuentos de 18 autores latinoamericanos nacidos después de 1983 que da cuenta de la vitalidad actual del género será presentada hoy a las 20:00 horas en la librería Catalonia (Las Urbinas 17, Drugstore, Providencia).

Se trata de “Voces -30” (Ebooks Patagonia), una recopilación de la escritora chilena Claudia Apablaza, que incluye autores de Argentina, Perú, Cuba, México, Colombia, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Guatemala y Brasil. Chile está representado por Diego Zúñiga (1987) e Ileana Elordi (1990).

Estos escritores no son exactamente “borgeanos”, “carverianos”, “cortazarianos”, “bolañianos” o “kafkianos”, señala Apablaza en el prólogo. “Todos los son en cierta medida, son mezclas de todo lo anterior, pastiches, collages, no hay escrituras que apelen precisamente a la pureza, hay mucha mezcla y movimiento”.

Además de los locales ya nombrados, están Valeria Luiselli (1983), Agustín Acevedo Kanopa (1985), Mauro Libertella (1983), Andrés Cadena (1983), Valeria Tentoni (1985), Daniel Saldaña París (1984), Enza García Arreaza (1987), Saúl Montaño (1983), Jennifer Thorndike (1983), Antonio Xerxenesky (1984), Rodrigo Fuentes (1984), Legna Rodríguez Iglesias (1984), Ulises Juárez Polanco (1984), Diana Varas (1984), Luisa Geisler (1991) y Pedro Casusol (1986).

“A su vez, cada una de estas ‘voces’ cuenta con un proyecto literario que creemos, tendrá una proyección en el tiempo y que dará qué hablar durante los próximos años, empezando por hoy”, según la antologadora.

Espíritu fresco

Claudia Apablaza

Claudia Apablaza

“Sus estilos e imaginarios sorprenden por tener un espíritu fresco e íntimo. Aquí se cruzan el campo y la ciudad, la familia y la juventud, los fantasmas del pasado y el futuro. Los estilos y sus imaginarios son diversos. El humor negro y la ironía predominan, junto a una estética de lo íntimo, en donde el universo privado de estos escritores se expone, junto a una apuesta en el formato y en la extrañeza de sus propios mundos”, se lee en el prólogo.

“Los une que son escritores”, complementa Apablaza. “Nadie de ellos puede escaparse de esa palabra. No es un lugar fácil de habitar, pero cuando los leer, te das cuenta que lo son, que no es que escriban como hobby, por ocio, por onda”.

Aunque posean diferentes estéticas de trabajo y formaciones, lecturas, escrituras, etc., “sí tienen en común el haber nacido en un momento histórico que en parte se caracteriza por la virtualización de muchos de los procesos, como la afectividad, la responsabilidad, la disidencia, los discursos, la vida”, agrega.

“Niño héroe”

Zúñiga, autor de la renombrada novela “Camanchaca”, participa con “Niños héroe”, un emotivo relato que mezcla la historia de un chico de Maipú cuya madre está hospitalizada con la de Catalán, un joven escritor que se ve involucrado en una masacre en el Metro. El relato incluye este notable microcuento:

zuniga

Diego Zuñiga

“Andrés Rojas Pérez frente a la ventana de su departamento. El departamento de Rojas Pérez ya tiene cortinas sobre las ventanas. Es sábado por la noche y Rojas Pérez no tiene con quién salir. El computador está prendido: nadie de sus amigos está conectado. Rojas Pérez está parado junto a la cortina un sábado por la noche. Rojas Pérez escucha la música que viene de otros departamentos. Rojas Pérez encuentra fotos de una ex polola en el computador. Rojas Pérez se masturba con las fotos de ex polola en el computador. Rojas Pérez piensa: He tenido minas ricas. Rojas Pérez piensa: He tenido minas con buenas tetas. Rojas Pérez acaba frente al computador. Rojas Pérez empieza a llorar”.

“Supongo que hay cosas generacionales que pueden unirnos en términos de vida, pero no sé hasta qué punto eso se traduce en la escritura de cada uno”, dice Zúñiga consultado sobre su vínculo con el resto de los autores. “Me parece interesante pensar en quiénes son los autores que nos influyen, que no tengo dudas de que son muy distintos, lo que me parece bien. No sé si hay un referente único y eso supongo que sí se puede rastrear en las escrituras”.

Elordi, por su parte, está presente con “Artista del mes”, sobre una joven marginal que va al supermercado para alimentarse de muestras de comida, y que de un día para otro comienza a ser seguida por otra joven.

“La niña tenía aspecto de que el sufrimiento no la hubiese tocado nunca. Al parecer, no perseguía ningún objetivo en particular. Sospecho que sólo quería seguirme. Contradictoriamente, a medida que el tiempo se extendía y su silencio se hacía más pesado, sentí que empezaba a conocerla, a familiarizarme con ella. Era un silencio cómodo”, escribe Elordi.

Lucha libre

Pero también hay autores como el nicaragüense Juárez Polanco, que participa con el relato “En el viento”, un cuento sobre la muerte de un famoso de la lucha libre a manos de su novia, y el proceso legal que ésta enfrenta a pesar de clamar inocencia.

“La historia la escribí en México, y el personaje tenía mucho del mí de aquellos años, dubitativo entre el mundo de las leyes y el de las letras”, cuenta el nicaragüense. “Todavía hoy, cuando ya no dudo, me parece que el primero es más fantasioso que la literatura, al menos en mi país”.

Para Juárez Polando, esta colección “reúne diferentes voces, lenguajes, formas de narrar el mundo que vivimos, que es el telar del que todos hilamos nuestras historias”.

“Creo en gran medida que las historias de esta generación tratan de narrar, dentro de las grandes problemáticas sociales de nuestro tiempo -narcotráfico, violencia, corrupción estatal- las soledades de los mundos interiores: la soledad, la infelicidad, el vacío interno. La mirada, creo, apunta hacia uno mismo”, dice.

El guatemalteco Fuentes dice presente con un cuento titulado «De repente, Perla». “Trata sobre una vaca coqueta y de personalidad bastante peculiar, que encima de todo puede pararse en dos patas”, señala a Cultura+Ciudad. “Hace algún tiempo oí de Perla, y supe que merecía de al menos un cuento. Viene de un mundo rural al que otros de mis otros cuentos le deben bastante”.

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