“Queridos compatriotas” se podrá ver entre el 1 y 5 de octubre
¿Qué escuchamos los chilenos durante más de cuarenta años? ¿Qué proyectos estuvieron en juego? ¿Cómo se fueron articulando estos proyectos? Esas son las preguntas que intenta responder esta obra donde las palabras presidenciales se convierten en música a través de una partitura que le da vida y que es interpretada por cuatro actores (Jorge Arecheta, Macarena Rozic, María Francisca Riquelme y Felipe Lagos) que usan su voz para hacer un recorrido por la historia, las promesas frustradas y los claroscuros del pasado.
Un musical basado en discursos presidenciales de siete mandatarios de los últimos 40 años estrena hoy el centro cultural GAM.
“Queridos compatriotas”, dirigida por el músico José Manuel Gatica, se podrá ver en sólo cinco funciones entre el 1 y 5 de octubre, a propósito también de una nueva conmemoración del triunfo del “NO” en el plebiscito de 1988.
Del “dedo de Lagos” a la emotiva lectura del Informe Rettig de Patricio Aylwin, de las entrevistas del dictador Augusto Pinochet hablando de su vida personal, al reciente discurso de Michelle Bachelet regresando a La Moneda, este trabajo experimental combina música, teatro e historia.
¿Qué escuchamos los chilenos durante más de cuarenta años? ¿Qué proyectos estuvieron en juego? ¿Cómo se fueron articulando estos proyectos? Esas son las preguntas que intenta responder esta obra, mediante un viaje emotivo y sensorial que va desde el presente hacia el pasado, y que invita a los espectadores a recorrer a través del sonido de la palabra hablada y sus posibilidades musicales.
Las palabras presidenciales se convierten en música a través de una partitura que le da vida y que es interpretada por cuatro actores (Jorge Arecheta, Macarena Rozic, María Francisca Riquelme y Felipe Lagos) que usan su voz para hacer un recorrido por la historia, las promesas frustradas y los claroscuros del pasado.
“La idea de trabajar con cuatro actores, cada uno con diferentes registros vocales -soprano, contralto, tenor y bajo-, fue precisamente acercarse a los registros de los presidentes de una forma más natural, con una soltura y versatilidad de actor y no de cantante”, explica Gatica. “Aunque no se los personifica con vestuario ni tampoco se hace una sátira de ellos, el gran desafío para los actores fue encontrar los detalles en el habla de cada uno para hacerlos reconocibles. El objetivo era lograr que cada discurso nos remontara a un mandatario y a una época con problemáticas, promesas y desafíos específicos”.
Para acceder a los discursos, los creadores acudieron a diversas entidades, desde la Fundación Allende hasta la Fundación Pinochet.
“Las instituciones como que tienen un orgullo por lo dicho, por lo que cada uno pensó y propuso al país en su minuto, por lo que la propuesta les parecía quizá una forma de extender un poco el legado de cada presidente”, comenta Gatica.
Con su equipo también investigaron en el Museo de la Memoria para dar con materiales más desconocidos o completos.
“Ahí revisamos entrevistas de documentales o declaraciones más oficiales donde necesitábamos acceder a todo el texto y no sólo al pedacito que aparecía recortado y con música en youtube. Lo importante para realizar este trabajo era poder escuchar la voz original de los presidentes. No bastaba con el texto. Conseguir audios y video a veces era más complejo, pero tener la voz original era clave para hacer las partituras. Además, poder observar los gestos era muy importante para el estudio de los actores”, señala.
A través de los discursos, la obra intenta armar una historia de Chile en reversa, “deteniéndose en frases y pequeños episodios que quizá ayudan a entender cómo fue que llegamos al presente y cuándo aparecen muchos de los problemas de los que hoy nos quejamos”, dice el artista, en un trabajo donde es posible reconocer a cada uno de nuestros mandatarios y observar a través de sus palabras las promesas escuchadas y el largo camino atravesado.
“Están las promesas en las que como ciudadanos creímos, confiamos. Las propuestas, las cuentas que nos rindieron, los logros de los que nos enorgullecimos. Los enojos. Observar eso con la perspectiva del tiempo nos permite adentrarnos quizá en lo que somos o al menos en lo que se nos dijo que éramos”, agrega.
En la obra no se oyen las grabaciones originales, sino que los tonos y gestos de los intérpretes caracterizan los discursos. Son voces distintas que desde sus matices van exponiendo la musicalidad de las palabras, transformando los textos en partituras. “Me interesa pensar la música desde las posibilidades sonoras de la palabra hablada”, dice Gatica.
La creación requirió un proceso largo. Entre la investigación, la composición de la partitura y los ensayos fueron más de dos años de trabajo. “Para mí como compositor es natural usar partituras pues es la manera de entenderse con un músico. Pero al tener actores como intérpretes todo era nuevo, por lo que tuve que crear un lenguaje para aprender a comunicarnos y mezclar las disciplinas”, dice.
“Primero había que transformar la palabra en sonido y convertir esos sonidos en símbolos musicales comprensibles para ellos. Por eso tuve que diseñar un sistema de partitura hecha especialmente para actores”, explica. “Fue complejo pero en la práctica muy estimulante pues los actores fueron muy comprometidos en esta etapa de creación. Lo pasamos muy bien en ese proceso”.
Así, a través de silencios, respiros, aplausos, gritos, cantos, voces categóricas, cándidas, soberbias o estremecedoras, “Queridos Compatriotas” revisa nuestro imaginario político y social sin hacer juicios sobre la historia, sin buscar culpables o crear polaridades; ofreciendo eso sí una mirada crítica frente a los cambios experimentados, a través de una obra que se plantea más bien como una reflexión sutil y ácida, según su creador.
¿Por qué, para Gatica, era importante revisar y revisitar los discursos como material histórico?
“Creo que me pasan dos cosas con eso”, responde. “Por una parte siento que las voces de los presidentes, las entonaciones, las exclamaciones, las intensidades, las pausas, son un material musicalmente muy interesante. Cuando combinas entrevistas, con discursos en el Congreso, con lecturas de comunicados, con improvisaciones ante las cámaras se obtiene un material sonoro muy rico, lleno de matices que me interesan y que están ahí, a la mano. Siento que la sonoridad de estas palabras ofrece muchas posibilidades de exploración musical”.
Por otra parte, “cuando uno se detiene en el contenido o en los discursos casi como si fueran ‘la letra’ de una canción es bien interesante lo que pasa”, añade.
“La brecha entre el país que se narra o que se promete en los discursos y el país que se vive y se percibe en la cotidianidad es gigante”, señala. “Mirar esa brecha siento que nos permite también entender cómo se ha ido construyendo la democracia y cómo fue también que llegamos hasta acá. La palabra pública tiene algo de palabra empeñada y recordarlo creo que es conectarnos también con lo que nos dijeron que éramos, para mirar un poquito lo que realmente somos o al menos parecemos”.
FICHA ARTÍSTICA
Composición y dirección: José Manuel Gatica
Elenco: Jorge Arecheta, Felipe Lagos, Francisca Riquelme, Macarena Rodic
Asistente de Dirección: Diego Nawrath
Producción: María Paz González
Duración aproximada: 50 minutos
CUÁNDO Y DÓNDE
La obra se presenta del 1 al 5 de octubre a las 19:30 hrs. en el Centro Cultural Gabriela Mistral GAM (Sala A1), como parte de la programación oficial de 2014.
ENTRADAS
3.000 general // 2.000 Estudiantes y Tercera Edad.
2×1 Club La Tercera/ Membresía BiblioGAM, Profesores y SIDARTE.
20% dcto. Club Movistar.
