El lanzamiento es este miércoles a las 19:30 en Fundación Telefónica
El título del libro alude a la complejidad de la diversidad de las tecnologías y sus efectos sobre las nuevas generaciones de la sociedad. La publicación contiene imágenes de su proyecto Graffiti Virtual, que consistió en la proyección de plantillas de imágenes sobre automóviles, generando un graffiti que transgredió su esencia. Para Ferrer Graffiti Virtual es la transgresión de un objeto, utilizando una imagen hecha luz para componer una obra visual. Este lanzamiento es el anticipo de una exposición de las obras del artista.
El reconocido pintor chileno Jaime Ferrer lanzará en Espacio Fundación Telefónica el libro El Fin de Este Mundo, que contiene imágenes de su proyecto Graffiti Virtual.
Este proyecto consistió en la proyección de plantillas de imágenes sobre automóviles, generando un graffiti que transgredió su esencia.Graffiti Virtual es la transgresión de un objeto, utilizando una imagen hecha luz para componer una obra visual.
A finales del siglo XX, el interés del mundo del arte se trasladó hacia actividades marginales. Barrios descuidados, carros del metro y espacios alternativos se transformaron en focos (o blancos) de pandillas itinerantes de grafiteros. Hombres y mujeres jóvenes, autodidactas en el oficio de batir tarros de pintura pulverizada o brochas, que estampaban sus “logotipos” o “sellos” por doquier.
Más recientemente, el graffiti se ha transformado en una forma artística casi aceptada y, por supuesto, reconocida por su creatividad. Muy pronto esta aceptación les dio al grafiti y a sus artistas acceso a un mundo más reconocido de curadores y coleccionistas. Hoy día el grafiti es ya un movimiento reconocido y popular en todo el mundo. Por esto, no sorprende que artistas del graffiti estén buscando, de forma muy articulada, maneras nuevas y propuestas singulares para la aplicación espontánea de estas señales contemporáneas.
Para Jaime Ferrer, su respuesta a lo que él describe como “un momento de transgresión” se originó cuando proyectó sus plantillas de grafiti sobre automóviles y se dio cuenta de que era el momento para que la nueva tecnología tomara el control de lo que había sido una manera popular de hacer arte. En Graffiti Virtual, lo que a primera vista pareciera ser una forma de evidencia artística muy efímera, en realidad está basado en un complicado grupo de valores y observaciones ―desde su origen en los métodos tradicionales de dibujo y pintura, a la fotografía desarrollada químicamente, hasta las proyecciones.
Si bien la intención de Ferrer de captar un momento requirió la eficacia de los procesos de la fotografía no digital, Graffiti virtual se convirtió tanto en el comienzo como en el final, además de una manera única de afrontar nuevas tecnologías y una práctica de arte actual.
El título de este libro, El Fin de Este Mundo, alude a la complejidad de la diversidad de las tecnologías y sus efectos sobre las nuevas generaciones de la sociedad, sus valores, preferencias estéticas y relación con el orden natural de las cosas.
Para Ferrer, el cambio provoca maneras de conceptualización radicalmente nuevas a través de la tecnología, donde aún se puede imaginar un mundo en el que esto se ha convertido, más que en una herramienta, en algo invasivo. Graffiti virtual comparte dos mundos, presente y futuro, como una manera de preservar una realidad y lo que en algún momento representó, creando al mismo tiempo obras de arte.
