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Rock in Río recuperó parte sus orígenes, dedicando tres de sus siete días al rock duro y al metal, más que en años anteriores, cuando fue cuestionado por reservar demasiado espacio al pop. Además de la música, la entretención outdoor fue lo más llamativo y corrió por cuenta de Heineken, la cerveza premium oficial, que instaló una tirolesa de 200 metros que cruzaba el escenario principal de punta a punta, donde hasta tres personas en línea podían tener una visión en 360 grados de toda la Ciudad del Rock y durante toda la jornada.
En 2015, el Rock in Río, la fiesta más grande de la música en el mundo, reeditó su éxito global al desarrollar siete días de conciertos con 150 grupos en los escenarios, 95 horas de música y más de medio millón de personas. En esta ocasión el festival del rock rindió homenaje a su primera e histórica edición de 1985 e incluyó en su cartel a algunos de los principales nombres presentes aquel año comno Rod Stewart y los británicos Queen, acompañados esta vez por el joven Adam Lambert, bajo la alargada sombra de Freddie Mercury, fallecido en noviembre de 1991.
En esta edición, el Rock in Río recuperó parte sus orígenes, dedicando tres de sus siete días al rock duro y al metal, más que en años anteriores, cuando fue cuestionado por reservar demasiado espacio al pop y otros ritmos comerciales a pesar del nombre del festival.
Uno de los platos fuertes fue Metallica, banda estadounidense que, contando con la actual, ha estado presente en ocho de las 16 ediciones del Rock in Río, incluyendo tres en Río de Janeiro, tres en Lisboa, una en Madrid y otra en Las Vegas.
En la Ciudad del Rock’, construida en el Parque de los Atletas que Río de Janeiro ha construido para los Juegos Olímpicos de 2016, uno de las sorpresas más llamativas no fue la música sino la entretención. Con más de 200 metros de cuerda que atraviesan el escenario principal de extremo a extremo, Heineken, la cerveza oficial del festival, instaló una monumental tirolesa sobre la que tres personas, en líneas separadas, podían tener una visión en 360 grados de toda la Ciudad del Rock y durante toda la jornada.
Como complemento estaba el VIP de Heineken, un llamativo cubo verde de dos pisos en el que dos barmen traídos desde Holanda enseñaban los cinco pasos del Star Sterve, el estándar del schop perfecto de Heineken, siempre servido a -2 ºC. Además, en el segundo piso se tenía una vista privilegiada del main stage. Mientras que afuera, otras instancias como el Heineken Cellar Beer y una campaña de reciclaje de vasos seguían manteniendo la presencia de la marca entre los asistentes. Lo justo para disfrutar de todo lo que tenía que ofrecer esta versión 2015 de Rock In Rio.
Y si de música se trata, ahí estaba #HeinekenPlay. Así, como hashtag. Entre todos los que lo ocuparan en Twitter, con el nombre de una de las canciones del headliner de esa noche, las tres más votadas eran tocadas en vivo en el escenario, mientras una pantalla iba registrando en tiempo real el estatus de los pedidos.
Junto a toda la entretención de la cerveza holandesa -sponsor de los grandes eventos musicales a escala global- también hubo espacio para apuestas musicales extravagantes como la de Vampire Weekend, el extraño combo de Alice Cooper y el actor Johnny Depp, o el guitarrista Steve Vai actuando con la Camerata de Florianópolis.
También acudieron a la llamada del Rock in Río 2015 otros artistas de primera línea como Rihanna, Katy Perry, y algunas de las bandas de rock duro más importantes del género como Metallica, System Of A Down y Slipknot.
