Santiago a Mil ofrecerá hasta el 24 de enero, 66 espectáculos, 35 nacionales y 31 extranjeros
Durante el pasacalle, dirigido por Mario Soto, los artistas declamaron textos del autor inglés correspondientes a tres obras de teatro que han pasado por la pluma de otros tres autores chilenos fundamentales: Romeo y Julieta, de Pablo Neruda, El Rey Lear de Nicanor Parra y Hamlet de Raúl Zurita. El recorrido a cargo de la compañía La Gran Reyneta y duró aproximadamente 50 minutos, y recorrió las principales calles del centro de la capital chilena, hasta llegar a la Plaza de La Constitución, frente al Palacio de La Moneda.
Con el espectáculo Reinas de la calle, dirigida por Mario Soto y Mariana Muñoz, arrancó anoche la XXIII edición del Festival Santiago a Mil, que se prolongará hasta el próximo 24 de enero en homenaje a William Shakespeare, tras 400 años de su muerte.
El punto de partida para tres de sus personajes más conocidos, Julieta (Romeo y Julieta), Cordelia (El Rey Lear) y Ofelia (Hamlet) fue la entrada del popular Mercado Central, situado a unas ocho manzanas del centro de la capital chilena.
Los personajes iniciaron un pasacalles plagado de los textos llenos de ironía y universalidad que le dieron fama a Shakespeare.
Las gigantes pertenecientes al universo de la calle se construyen en grandes proporciones a partir de la materialidad que las define: el papel, la tela y la madera. Son figuras gigantes que representan a tres reinas callejeras, cuyos vestidos cuentan con ruedos hechos de hojas de libros viejos, de ropa usada y de palos inconexos.
Son mujeres que hacen de la calle su habitación, que componen su imaginario mediante los objetos despreciados por otros y que vagan alzando sus voces por las vías transitadas de un Santiago que no descansa. Dicen que antes de su vida errante, fueron actrices de grandes escenarios, que enseñaron su arte a muchos y que decidieron trascender las fronteras de los edificios teatrales para llegar a los más desposeídos y allí se quedaron. Gustan de leer historias antiguas, obras de teatro plagadas de personajes e ideas del pasado, que trascienden a su época interpretando el presente y lo hacen en voz alta para que todos puedan escucharlas.
Cada noche escogen tres libros de la biblioteca de la basura y salen a contarlos, ayudadas por una banda de músicos callejeros que acompañan los relatos con melodías y con extractos de los escritos hechos canciones que lanzan al viento. Su repertorio es anunciado días antes en las esquinas, se corre la voz entre la gente, son esperadas por millones.
Los textos elegidos corresponden a tres obras de teatro que han pasado por la pluma de otros tres autores chilenos fundamentales: Romeo y Julieta, de Pablo Neruda, El Rey Lear de Nicanor Parra y Hamlet de Raúl Zurita.
El recorrido a cargo de la compañía La Gran Reyneta y duró aproximadamente 50 minutos, y recorrió las principales calles del centro de la capital chilena, hasta llegar a la Plaza de La Constitución, frente al Palacio de La Moneda.
Allí, el actor Héctor Noguera presentó un fragmento de la adaptación para Sueño de una noche de verano, una de las comedias más famosas del dramaturgo, poeta y actor inglés.
La puesta en escena, representando el campo chileno, contó además con la participación del actor Daniel Muñoz y los payadores (recitadores) Manuel Sánchez y Guillermo Villalobos.
Esta nueva edición del Festival Internacional Santiago a Mil ofrecerá hasta el 24 de enero, 66 espectáculos, 35 nacionales y 31 extranjeros, indicó a los periodistas la directora Ejecutiva de la Fundación Teatro a Mil, Carmen Romero.
