Publicidad
Peter Seeberger, el químico y doctor en Medicina que trabaja en la elaboración de medicamentos a bajo costo El científico será parte del Congreso del Futuro se realizará del 19 al 24 de enero en Santiago y regiones

Peter Seeberger, el químico y doctor en Medicina que trabaja en la elaboración de medicamentos a bajo costo

Para este científico alemán , presente en V Congreso del Futuro, “muchas medicinas solo pueden ser fabricadas por determinas compañías farmacéuticas, las cuales son financiadas por inversionistas y estos quieren ganar dinero. Al mismo tiempo queremos drogas baratas y accesibles. De alguna forma debemos hallar un compromiso entre la capacidad de las empresas de crear nuevas medicinas y ganar dinero, mientras al mismo tiempo nos aseguramos de que aquellos que requieren cierta droga la obtengan a un precio accesible”..


En tiempos del lucro, donde las cadenas de farmacias se coluden para sacar el máximo provecho de los clientes, la labor de científicos como el alemán Peter Seeberger es vital. Este científico se centra en el desarrollo de medicamentos más baratos, eficaces y simples de producir, para tratar enfermedades como la malaria y el VIH-SIDA.

Si quieren conocerlo, Seeberger será parte del Congreso del Futuro, el mayor evento de difusión científica de América Latina, que se realizará del 19 al 24 de enero en Santiago y regiones, y que reunirá a 100 pensadores de talla mundial.

Más específicamente, el alemán estará el miércoles 20 de enero a las 10:50 horas en el panel Siglo XXI, ¿Medicina para todos?, junto a al francés Gillaume Leroy, líder del equipo Dengue en Sanofi Pasteur, y Scott Ebbinghaus, médico oncólogo estadounidense en el Centro del Cáncer Fox Chase.

Peter Seeberger 2

Leche materna

Seeberger es un samaritano a tiempo completo. Doctor en medicina y químico, es además miembro fundador de la junta directiva de la Fundación Tesfa-Ilg «Hope for Africa», que tiene como objetivo mejorar la atención de salud en Etiopía.

Este químico se ha especializado en azúcares complejos. “Los azúcares están por todos lados, no sólo en las plantas y los árboles. Más del 80% de la biomasa sobre la Tierra es carbohidratos o azúcares, pero lo más importante es que hay carbohidratos alrededor de nuestras células y les ayudan a reconocer y eliminar patógenos, bacterias, virus y parásitos”.

Un buen ejemplo de su trabajo es la leche materna. Seeberger ha señalado que su consumo es clave para prevenir enfermedades y ha trabajado para que los azúcares de la misma puedan sintetizarse para ser administrada a niños de diversas edades.

“Algunos países están investigando la posibilidad de usar azúcares sintéticos. Es un área científicamente simple, pero más difícil desde la perspectiva regulatoria. Para mí es seguro administrar azúcares sintéticos a recién nacidos, pero es difícil de explicar a madres primerizas. Esa es la razón por lo cual, a pesar de que la evidencia científica es clara, estos no han sido incluidos en la fórmula infantil”.

Peter Seeberger 3

 

Carbohidratos y vacunas

Seeberger se ha especializado de tal forma en la síntesis de carbohidratos que actualmente esta modalidad es usada para fabricar nuevas vacunas.

“La mayoría de los países en desarrollo, pero también los desarrollados, tienen problemas con enfermedades infecciosas como malaria y leishmaniasis, hasta enfermedades adquiridas en el hospital por distintas bacterias cono neumonía, que matan miles de niños y mayores de 60 años. Nosotros hemos desarrollado métodos para crear vacunas sintéticas basadas en azúcares creados químicamente, que imitan las bacterias, las cuales al ser inoculadas a las personas generan una respuesta inmune gracias a la cual luego es capaz de reconocer el patógeno y eliminarlo”.

Agrega que en Chile ya se usan este tipo de vacunas, y que actualmente trabaja en Alemania para producir vacunas de última generación que abarque un mayor rango de edad, tanto a menores de tres años como mayores de 60.

Fármacos más baratos

Los trabajos del alemán además han contribuido a reducir enormemente el tiempo de fabricación de vacunas, con lo cual aumenta su cantidad y se reduce su costo.

“Podemos producir los principales fármacos contra la malaria en apenas algunas horas, usando un reactor del tamaño de una mano, para fabricar doscientos gramos diarios. Estamos implementando este proceso en el sureste asiático para producir cien toneladas métricas al año”, cuenta orgulloso.

El objetivo es replicar este proceso en medicinas para tratar enfermedades como el cáncer y el VIH-Sida. Lo interesante es que al tratarse de procesos químicos, y no de fármacos, estos no pueden patentarse y su costo es bajísimo.

En el caso del cáncer, por ejemplo, su valor es de entre 20 y 50 dólares por tratamiento. En el caso del VIH, “estamos en conversaciones con países de África para fabricar varias centenares de toneladas de retrovirales a precio bajo para asegurar que toda persona que los necesite  pueda acceder a ellos”.

Peter Seeberger 4

Voluntad política

El tema del acceso a los fármacos en general –un problema de dinero que también ocurre en Alemania- es mundial.

“Estamos en una situación en que muchas medicinas sólo pueden ser fabricadas por determinas compañías farmacéuticas, las cuales son financiadas por inversionistas y estos quieren ganar dinero. Al mismo tiempo queremos drogas baratas y accesibles. De alguna forma debemos hallar un compromiso entre la capacidad de las empresas de crear nuevas medicinas  y ganar dinero, mientras al mismo tiempo nos aseguramos de que aquellos que requieren cierta droga la obtengan a un precio accesible”.

Seeberger cree que una respuesta podría ser las compañías ganen su dinero los primeros años de patentado un remedio para que recuperen la inversión, pero una vez transcurrido el plazo se vuelve accesible para cualquiera.

Un ejemplo interesante para Seeberger son las drogas para combatir el VIH-Sida.

“Cuando los fármacos salieron al mercado hace veinte años costaban entre diez y cien veces más que hoy, pero aún así siguen siendo caras para algunos países. Si te enfermas de malaria, por ejemplo, en África los remedios cuestan menos de dos dólares, pero eso es mucho si tomamos en cuenta que en la África subsahariana el gasto en salud por persona es de 0,50 dólares por año”.

Para este científico es un problema de accesibilidad, pero también de pobreza.

“Debemos combatir la pobreza y al mismo tiempo fabricar medicinas más accesibles. Técnicamente podemos hacer mucho, pero necesitamos voluntad política para implementar lo que es posible tecnológicamente. Hay muchas posibilidades, pero por desgracia no las hemos visto implementadas políticamente. Y eso es muy triste porque vemos que mucha gente muere  en países pobres. Realmente podríamos prevenirlo si lo tomamos como un tema social a nivel global”.

Publicidad

Tendencias