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Premio Nobel de Física: “El cambio climático es un tema gradual, mientras más avanza más cosas malas suceden» Steven Chu participa del panel «¿Se adaptará la sociedad a los cambios climáticos?”

Premio Nobel de Física: “El cambio climático es un tema gradual, mientras más avanza más cosas malas suceden»

El científico estadounidensese toma muy en serio este tema y da como ejemplo el aumento del nivel del mar, un efecto del cambio climático que podría tener fuertes repercusiones en nuestro país. Chu señala que este siglo la subida será entre cincuenta y setenta centímetros promedio.


El Congreso del Futuro, un evento de difusión científica que se realizará hasta el 24 de enero en el Santiago comenzó ayer  con la presencia de 100 pensadores de talla mundial, incluidos varios Premios Nobel.

Uno de ellos es el estadounidense Steven Chu, Premio Nobel de Física en 1997 por su investigación sobre el enfriamiento y recopilación de átomos con luz láser, que permitió crear nuevos equipos electrónicos de alta precisión.

Doctor en la misma disciplina, Chu fue secretario de Energía del gobierno de Estados Unidos entre 2009 y 2013. Es miembro honorífico de la National Academy of Sciences, del Institute of Physics, la Chinese Academy of Sciences, entre otras muchas instituciones. Además es académico de la Universidad de Stanford, una de las más prestigiosas de su país.

Chu participará hoy en el Salón de Honor del ex Congreso Nacional (Catedral 1158, Metro Plaza de Armas) en la discusión sobre el cambio climático, específicamente en el panel 4, titulado  “¿Se adaptará la sociedad a los cambios climáticos?”, junto al científico británico Chris Rapley.

Allí hablará del cambio climático, de cómo “estamos resolviendo algunos puzles al respecto que no entendíamos hace algunos años. De hecho podemos explicar cada vez más cosas y tener una imagen cada vez más nítida, aunque también más terrorífica”.

steven chu

Aumento de nivel del mar

El científico se toma muy en serio este tema y da como ejemplo el aumento del nivel del mar, un efecto del cambio climático que podría tener fuertes repercusiones en nuestro país. Chu señala que este siglo la subida será entre cincuenta y setenta centímetros promedio.

Sin embargo, “en el último periodo cálido anterior, hace 126.000 años, con un cambio de temperatura inferior a los dos grados que según Naciones Unidas debemos evitar ahora, el agua subió entre cinco y diez metros. Nos tomará siglos, si no un milenio, revertir esto que hemos puesto en movimiento ahora, aunque algunos creen que es irreversible”, advierte.

“Hay una diferencia entre medio metro y siete metros. Si ves alrededor del mundo, grandes superficies de muchas ciudades actuales desaparecerían con siete metros”, alerta.

Y si bien Chu cree que no es un riesgo para nuestros hijos o nietos, sino para muchos siglos más adelante, insiste en que “no ha sido suficientemente apreciado”.

“En los últimos quince años, la temperatura no subió lo esperado, y esto no lo entendíamos. Ahora sabemos que ese aumento fue hacia la profundidad de los océanos. No hay ninguna garantía de que si evitamos el aumento de los dos grados estemos a salvo, como tampoco de que si superamos ese umbral todo se jode. Es un tema gradual, mientras más avanzas, más cosas malas suceden. Las cosas pasan de posibles a probables, y ése es un mal lugar para estar”, afirma.

La punta del iceberg

Chu cuenta que se empezó a preocupar del tema del cambio climático hace más de una década. “Quedé muy preocupado por lo que leí acerca del tema. Mientras más leía, más conciencia tuve de que los riesgos eran muy reales”, señala.

“Hay que poner atención. A la gente le cuesta entender cuáles son esos riesgos. De todas las cosas que afectan la sociedad, creo que este es uno de los temas más importantes, no en las próximas décadas, sino en los próximos años. Es muy riesgoso cómo podemos terminar”.

Aunque es difícil predecir los efectos del cambio climático, Chu señala que ya vemos un clima más extremo, difícil de entender.

“Uno podría decir que es la variabilidad natural del clima, pero a medida que pasan las décadas creo que la gravedad aumenta, y eso que vemos sólo la punta del iceberg. Tal vez podamos pasar un par más de eventos climáticos extremos, pero el nivel del mar está cambiando y algunas zonas de producción de alimentos podrían volverse desiertos. Las lluvias ya no vienen cuando deberían, sino en momentos distintos”.

Eso, dice, tiene profundos efectos en la economía mundial. “Lo que nos preocupa es que algunos señalan que estos cambios de clima no duran uno o dos años, sino que quizás se vuelven permanentes, y eso desplaza mucha, mucha gente. Ya estamos viendo en África, en Medio Oriente, en parte por la inestabilidad política pero también debido a sequías, falta de cosechas y cosas de ese tipo. Si miras el futuro y ves qué podría suceder, corremos el riesgo de tener mucho más de eso, como ‘refugiados climáticos’”.

Qué hacer

Basado en la evidencia, el científico está convencido que la mayoría de los cambios se relacionan con la emisión de carbono, gases del efecto invernadero y la deforestación. Todo esto contribuye al efecto invernadero.

“El calor que produce el sol ha permanecido igual, según mediciones satelitales, pero el calor que emite la Tierra es menor, eso no lo cuestiona ningún científico. Lo que sucederá eventualmente es que aumentará la temperatura del planeta y habrá más evaporación del agua de los océanos, los campos, los ríos y los lagos, con lo cual habrá más precipitaciones. ¿Cómo van a cambiar esas lluvias? No lo sabemos. No sólo significa que aumentan gradualmente, lo que podría ser bueno en ciertos casos, sino que pueden cambiar los climas locales”.

Un ejemplo concreto ocurre en su lugar de residencia, el estado de California. Allí la nieve de primavera o verano podría convertirse en lluvias de primavera, con lo cual hay menos nieve en las montañas, lo que amenaza el suministro de agua.

“Esta es la verdad no sólo en Estados Unidos, sino también en los Himalayas, en los Andes, en muchos lugares”, advierte.

Energías renovables

Para enfrentar el tema, un buen factor es el uso de energía renovable.

“Lo bueno es que es cada vez más barata, especialmente la eólica y solar. De hecho en algunos lugares del mundo se está convirtiendo en una solución energética de bajo costo. (…) El tema es cómo los gobiernos pueden acelerar ese proceso de abaratamiento de energía renovable”.

El científico admite que Chile está haciendo mucho en este tema, ya que ha hablado con representantes chilenos que han visitado la Universidad de Stanford.

“Sé que hay un fuerte debate de cómo usar los recursos hídricos, pero creo que debe tomarse caso a caso. Si la alternativa es usar carbón u otro combustible fósil, tendrán que sopesar eso con lo que no les gusta de la energía hídrica”, comenta.

“La propia gente debe tomar conciencia de que esto es muy importante, de que Chile puede ser un buen ejemplo como líder en energía renovable. Creo que todos los países deben participar en la medida que puedan”.

Chu vive en California, un estado que es líder en energía renovable y protección ambiental dentro de Estados Unidos, y señala que Chile podría ser algo parecido en nuestra región.

“Creo que Chile está en buena posición para mostrar liderazgo en una manera que de hecho ayudará a la economía”, asegura. “Creo que es incorrecto plantear que si hacemos algo por las futuras generaciones perjudicamos la economía de hoy. De hecho, pienso que si lo hacemos de manera correcta, efectivamente podemos impulsar la economía”.

En este conflicto, el papel de los científicos, junto a los políticos, es clave.

“Uno espera que los científicos den a los políticos el mejor consejo en relación a lo que está sucediendo, a los riesgos”, dice. “Obviamente depende de cada país dejar que los políticos decidan qué hacer al respecto, pero a veces también hay fuertes intereses empresariales que sienten que deben tener acceso a la información, aunque esto tiene más que ver con sus negocios que las necesidades de largo plazo de la sociedad.  De los políticos depende averiguar qué está pasando realmente para actuar”.

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