La jornada tuvo a Pedro Aznar, Seun Kuti & Egypt 80, Cheick Tidiane Seck y 47 soul, entre otros
Día redondo. Gran marco de público. Talleres para la familia. Alimentación chilena, orgánica y gourmet. Y música, música todo el día. Desde canciones ancestrales mapuches, música polaca, árabe y todo el ritmo de afrobeat, del chileno Newen Afrobeat y del africano, Seun Kuti & Egypt 80. Esta noche explotó la música y el contenido.
La segunda jornada de Womad inició al mediodía con un circuito ininterrumpido de conciertos que destacaron por la calidad de los shows de la alta grilla de artistas, algunos ya conocidos y sumamente consagrados en Chile como el caso de Pedro Aznar o los cada vez más populares Newen Afrobeat.
Otro en cambio, estaban aún por decsubrir y sorprendieron al público por su calidad interpretativa y talento: la dulzura de un tesoro de Mariela Condo junto a Beto Gómez de México y Alex Alvear de Ecuador; la chispa y energía de la música africana con Cheick Tidiane Seck y su banda, y Seun Kuti & Egypt 80 de Nigeria; de Polonia, Muzikanci; de Palestina, 47 Soul, mientras que la música chilena estuvo representada por la música mapuche de A flaiai con Sofía Paniqueo. Y en paralelo a toda esta fiesta, la abundante oferta de actividades y talleres: danza afro y gitana, un partido de palín, los huertos urbanos, la creación de un mural colectivo, yoga, chinchines y talleres de percusión.
A diferencia del día viernes, el sábado inició con un buen marco de público que poco a poco comenzó a llenar los espacios. Varios de los asistentes pudieron acceder a las entradas gratuitas que ofreció la organización y la municipalidad de Recoleta para que familias completas pudieran vivenciar la gran “experiencia Womad”. Otro detalle notable fue la implementación de un descuento del 50% de la entrada para quienes asistieran en bicicleta, una forma de promover los tópicos del festival: música, vida sana, ecología y sustentabilidad.
La música inició a las 15:00 horas en punto en el escenario de la Unión, con una excelente muestra del folclor de Europa del Este a cargo de los polacos Muzykanci. Alto nivel vocal y virtuosismo en el violín de Joanna Slowiska, del cantante y multiinstrumentista, Jacek Halas, del violinsta Stanisław Słowiński, de Ene Słowiński en la viola, el contrabajo folk y los coros, y Alicja Halas en una variedad de tambores folclóricos y la percusión.
Los músicos, cautivaron al público dando cuentan de la calidad de su propuesta. Cuentan con el reconocimiento de varios premios, incluyendo el Gran Premio de la Radio Polaca, el Gran Premio del Festival Folclórico Europeo y el prestigioso título de Fonograma Folclórico del Año con su álbum debut Muzykanci, uno de los más importantes discos en la historia del folclore polaco. Su repertorio está inspirado por canciones tradicionales de casi todos los rincones de Polonia, así por como por el gypsy, lemko y la música judía de los Cárpatos.
Los bailes tradicionales folclóricos del Líbano, Siria, Jordania y Palestina, llegaron a Womad de la mano de 47 Soul, banda de Palestina que mezcla electro-mijwez, shamstep y banda Choubi, cuya interesante propuesta sumergía a los asistentes en una nube rítmica que llamaba al movimiento en base a los sonidos de dabke árabe electrónico. Actualmente la banda está basada entre Jordania y Reino Unido, desde donde difunden su propuesta renovada de la música Árabe con influencias electrónicas y urbanas.
De los ritmos gypsy y pasamos a la interioridad del canto ancestral en tres versiones distintas que cobraron presencia viva este segundo día de festival, evidenciando el carácter multicultural de WOMAD.
La generosidad y claridad de Sofía Painiqueo Tragnolao, conmovió a los presentes con dulces cantos en mapudungún, compartiendo su cultura mapuche con la música y la danza de Aflaiai (eterno en mapudungún) en la carpa de “Primeras Naciones”.
Nacida en la localidad de Dibulco, a 3 km de Lumaco, Sofia, se consolidó como una de las intérpretes musicales más importantes de la música mapuche, ganando el primer premio en el Festival Brotes de Chile. De su padre, Sofía aprendió a leer, escribir y de la música a través del kultrun y otros instrumentos mapuches. De su madre heredó el mapudungun, el respeto por los mayores y el reconocimiento de su identidad y eterna sabiduría.
Algo similar ocurrió con la atmósfera generada por la presencia de Mariela Condo, cantautora ecuatoriana de la comunidad indígena de Cacha, invitada del también músico ecuatoriano Alex Alvear, quien la presentara como “nuestro tesoro más grande en el Ecuador”.
Junto al virtuoso guitarrista mexicano Beto Gómez compartieron en trío, algunas composiciones de Alvear con letras de Mariela como el caso de Somos, destacando la profunda interpretación de Mariela que, pese a ser desconocida en Chile, captó la atención del público con su voz dulce, llenando el espacio con su presencia e invitaba poco a poco a los asistentes a reunirse hasta llenar por completo la carpa de “Primeras Naciones”.
Canciones dedicadas a las madres, a su arquetipo de cobijo, fueron sucediéndose con otras en ritmos mestizos como el pasillo en el tema de Alvear “Soñando Quito”, o los dos san juanitos en “La Negra guitarra” y “Curiquingue” (halcón chiquito que camina en una pata) o un albazo en “Bomba y albazo” de Juan Carlos González, mientras el público animoso palmeaba alegre y contento.
“Coplas del carnaval de Licto” de las tierras de Mariela, dejaron en el aire, la sensibilidad de músicos virtuosos que traen a la luz y al presente el valor de las músicas de antaño en versiones renovadas como la del “Caballito azul” canción de cuna con versos en palabras autóctonas. Ovacionados por el público, compartieron con ellos momentos de fotografías y alegrías, satisfechos de su recepción y calidez.
Otro artista que también trajo al presente el canto ancestral fue Pedro Aznar, cuya técnica vocal se alimenta de la fuerza y el poder del canto americano, como bien lo ha señalado el mismo en otras oportunidades. Al finalizar su show, que duró alrededor de una hora, dejó la guitarra a un costado para tomar entre sus manos el tambor redondo de la caja coplera o “caja chayera” como es conocido el instrumento propio de las mujeres copleras del noroeste argentino. “Tan alta que está la luna”, baguala tradicional, fue coreada por un público emocionado por la solidez de Aznar, que compartió con sus seguidores clásicos de su repertorio en un concierto completo llevado únicamente por su voz en compañía de la guitarra o el piano de acuerdo a cada canción.
Su show inicio con el potente arreglo de “Que he sacado con quererte” de Violeta Parra, para continuar con “Quebrado” en guitarra eléctrica. A su vez, no dejó de manifestar su opinión al interpretar su versión del tema brasileño “Ideología” de Frejat y Cazuza agregando “somos muchos los que estamos indignados con el estado del mundo en estos tiempos». Continuó con un homenaje a las manos de las madres en ritmo de zamba para luego tocar en piano su clásico “No hay forma de pedir perdón” con un público que coreaba junto a él emocionado.
Aprovechó la oportunidad también para anunciar que se encuentra pronto a editar nuevas canciones, entre ellas un tema titulado “Por la vuelta” que compuso en forma un poco azarosa, “casi por casualidad o por orden del destino, una canción que surgió como una ranchera mexicana, presente siempre en la casa de mis padres”, comentó. El tema hace alusión a los desafíos que presenta la vida en su segunda fase.
Luego continuó con otros clásicos de la música argentina “Zamba para no olvidar» de Julio Fontana y Daniel Toro y “Barro tal vez” de Spinetta, y de Chile, “Deja la vida volar” de Víctor Jara. El último tema oficial fue otro clásico de su repertorio “A primera vista” coreando todos en conjunto para luego despedirse frente a un público que pedía más. Pedro generosamente toco en guitarra eléctrica “Tu amor” de su época musical junto a Charlie García y “Maldigo del alto cielo”, de Violeta Parra en ritmo de sirilla para finalizar con su emotiva interpretación de la baguala “Tan alta que está la luna”, junto a la presencia de la caja chayera que llenaba todo el espacio.
Cantos africanos y tambores en conjunción a los instrumentos electrónicos y los bronces también destacaron en la segunda jornada de WOMAD.
Cheick Tidiane Seck de Mali se presentó a las 19:00 horas junto a sus músicos y la cantante chilena Geraldine Thenoux como invitada para cantar con el público canciones africanas de ritmos alegres y dinámicos en canto responsorial de pregunta y respuesta. El tecladista, cantante y arreglista, compartió con el público chileno sus composiciones que integran la modernidad con los aires de la música tradicional de Mali y de valores universales que llaman a la armonía y la fraternidad.
Comenzó su carrera a principios de los años 70 en la exitosa Super Rail Band, al lado de Mory Kanté y Salif Keita. Para posteriormente continuar tocando con Los embajadores junto a Keita. Su carisma y cercanía con el público hizo cantar y bailar a los asistentes quienes palmearon sus canciones para luego cambiar de escenario y bailar al ritmo del afrobet made in Chile en el escenario principal.
Newen afrobet, una de las bandas que mejor encarnan la tendencia del afrobeat en Chile, dejaron bailando a la audiencia gracias a la energía y el carisma de sus integrantes compuesta por una banda de bronces, tres cantantes bailarinas e intérpretes del “chekere”, además del sustento rítmico y armónico de la batería, el bajo y las guitarras.
La banda se nutre de los elementos bases del afrobeat junto a las influencias de los sonidos latinoamericanos y los arreglos vocales de las cantantes, quienes animan a la audiencia a sumarse a la celebración y a la experiencia de entrar en la onda de una música fresca y colectiva de canto consciente, una invitación a liberarse de las rigideces del actual sistema, a través de la danza y el canto colectivo.
Para su presentación en Womad invitaron al músico Rodrigo “Chino” Aros a tocar una particular flauta semejante a una tarka andina, pero de un sonido más pastozo, a su vez también destacó el cuerpo de danza afro invitado especialmente para la ocasión. Cabe agregar que Newen afrobeat ya cuenta con varias presentaciones exitosas tanto en Chile como en el extranjero e invitaciones a festivales internacionales donde se incluye su reciente visita a Lagos, cuna del género, invitados a participar en el Festival Feslabration en Nigeria en homenaje al fallecido músico y activista Fela Anikulapo. También destaca su presentación en Francia donde compartieron escenario con Les Freres Smith, consolidada banda del afrobeat francés.
La jornada de este intenso segundo día finalizó con la presentación de los nigerianos Seun Kuti & Egypt 80 poco pasada las 22:00 horas. Su show, vino a continuar con la misma línea del afrobeat, el canto colectivo, el disfrute del baile y la celebración conjunta con letras que llaman a la conciencia y evidencia las injusticias políticas entre otras temáticas de crítica social. El artista hizo participar a la audiencia en sus canciones a través del canto de pregunta y respuesta, además de bailar con ellos y con sus músicos. Seun es el hijo más joven del legendario pionero del afrobeat Fela Kuti, quien al fallecer su padre cuando el tenía 14 años, pasa a integrar su banda, Egypt 80, como cantante continuado de esta forma con su legado.
