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«Synco», el revolucionario proyecto de «internet» de Allende, llega a la Bienal de Diseño de Londres La propuesta chilena entrega una perspectiva histórica única reflejada en la idea de la utopía

«Synco», el revolucionario proyecto de «internet» de Allende, llega a la Bienal de Diseño de Londres

«The contraculture room», de Fab Lab Santiago es una reconstrucción a escala de la sala de control de Synco, cuyo objetivo era saber en tiempo real la producción de las fábricas de Chile, mediante una red de teletipos con un centro de cómputo central. Fue elegido por la Bienal entre 29 proyectos, junto a otros de Brasil y México.


Una propuesta inspirada en el proyecto Synco o Cybersyn, la «Internet» del gobierno socialista de Salvador Allende, será la representante de nuestro país en la Bienal de Diseño de Londres, que se realizará entre el 7 y 27 de septiembre próximos.

The contraculture room, de Fab Lab Santiago, una entidad liderada por sus co-directores Andrés Briceño y Tomás Vivanco, es una reconstrucción a escala de la sala de control de Synco, cuyo objetivo era saber en tiempo real la producción de las fábricas de Chile, mediante una red de teletipos con un centro de cómputo central. Fue elegido por la Bienal entre 29 proyectos, junto a otros de Brasil y México.

Synco fue un proyecto liderado por el científico británico Stafford Beer, junto al entonces director general técnico de la Corporación de Fomento, Fernando Flores. A nivel de diseño, existía un grupo liderado por el alemán Gui Bonsiepe. Tras el golpe, la dictadura militar eliminó la propuesta.

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La utopía como representación

The contraculture room encarna muy bien la utopía, que es el concepto central de la Bienal, elegido para conmemorar los 500 años del libro del filósofo Tomás Moro, «Utopía», que explora las ideas detrás de lo que constituiría una buena sociedad.

A juicio de Cristopher Turner, director de la Bienal , la propuesta chilena “entrega una perspectiva histórica única reflejada en la idea de la utopía”. Seleccionada por un jurado internacional, fue elegida por criterios como identidad del diseño, creatividad y originalidad, entre otros.

«Nuestra propuesta busca reflejar un momento histórico en donde se confinan una serie de complejidades que buscaban ser contraculturales, es decir, buscaban generar un nuevo inicio», explican los co-directores. «El proyecto SYNCO o CYBERSYN es desde esa óptica una respuesta a una pregunta utópica, cómo diseñar una sociedad que integrara todos los niveles de la matriz productiva nacional a través de una plataforma tecnológica capaz de administrar la información lo más rápido posible y de esa forma aumentar la productividad y la eficiencia del sistema».

Ambos estaban convencidos de que este proyecto disponía de una carga tan vanguardista para la época que en la historia del país que no dudaron que era el mejor reflejo que podían  proponer como país a la hora de hablar de diseño y utopía.

«El diseño en general habla de una época, de una tecnología disponible y de una serie de fenómenos socio-culturales que entregan la información para que los diseñadores construyan el mundo», expresan. «En ese momento y sobre todo dadas las características futuristas del proyecto se utilizaron influencias que hablan del finlandés Eero Saarinen, por ejemplo. De hecho el sitial del proyecto se inspira en muchos aspectos en su famosa silla Tulip, y podríamos agregar que muchos de los aspectos de la imagen de la sala de operaciones del proyecto reflejan esa limpieza que las formas curvas y sencillas logran».

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«SYNCO» no fue el único ejemplo destacado a nivel de diseño del gobierno de la Unidad Popular. Los creadores de The contraculture room señalan que otro referente es el edificio del GAM y también el sistema de paneles prefabricados KPD, para lo cual se construyó una fábrica en Quilpué y que permitió la construcción de diversos conjuntos de viviendas sociales.

«Este proyecto fue internacionalmente reconocido en la Bienal de Venecia gracias al excelente trabajo realizado por Hugo Palmarola y Pedro Alonso», comenta Vivanco.

Salir de la mitología

Para los creadores, Synco es una historia que merece salir de cierta mitología y ponerla en una órbita global es una oportunidad notable.

«Éste proyecto se hizo desde una precariedad mayor a la que estamos acostumbrados hoy en día», dicen. «Pese a ello, lo que demuestra esta aventura es que el diseño de una sociedad se construye desde las preguntas relevantes y no desde las respuestas sometidas a la urgencia de la contingencia».

Destacan el hecho de que la historia surja de una imagen que un político genera y se vincule con un intelectual, teórico y cibernético como el inglés Stafford Beer, invitándolo a desarrollar sus teorías en un país completo.

«Es utópico pero altamente sugerente, ya que nos habla de una idea matriz de diseñar una sociedad, no de instaurar un plan, que es notablemente muy diferente», recalcan.

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Andrés Briceño y Tomás Vivanco.

A cambiar el mundo

Briceño y Vicanco cuenta que han utilizado este proyecto como una referencia de lo que hacen en FabLab Santiago.

«Nosotros buscamos cambiar el mundo, luchamos por ello. Ese es nuestro motor, por lo que siempre apareció de una u otra manera esta historia en nuestras conversaciones y visiones», destacan.

Para documentarse usaron la literatura disponible, como el libro «Revolucionarios Cibernéticos: Tecnología y política en el Chile de Salvador Allende», de Edén Medina, publicado en Chile por LOM Ediciones, así como la información disponible en el sitio cybersyn.cl

«Es decir, estudiamos lo que otras personas han hecho, y lo dispusimos en este escenario global. En otras palabras, hemos diseñado una propuesta para un evento global que ponga en valor el proyecto y hable desde la experiencia del diseño de una sociedad con altos niveles de utopía», comentan.

Vincanco destaca que su propuesta para la Bienal no busca ser una representación exacta del diseño original, sino que es una interpretación a escala 1:1 que permita, desde la experiencia, reconocer el contexto en que Synco fue creado junto con su impacto social, político, cultural y tecnológico prospectado desde el diseño.

Este proyecto cuenta con financiamiento del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores (DIRAC), más la colaboración de CORFO.

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