El largometraje, basado en hechos reales, trata de un triste profesor de básica quien descubre que por medio de la violencia podrá encontrar el fin de sus sufrimientos cotidianos. Un sujeto atormentado y enfermo que es víctima y victimario del bullying y la violencia en los diferentes ámbitos de su vida: pareja, familia y trabajo. «La violencia es parte de la vida, la violencia no tiene moral, pero de que duele, sí duele», comenta su director Daniel Vivanco.
Basada en hechos reales, el próximo jueves 31 de junio llega a la cartelera El mal trato, del cineasta Daniel Vivanco (Santiago, 1980), una cinta de 68 minutos que mezcla suspenso y violencia de género.
La película cuenta la historia de Ramiro (Ricardo Pinto), un profesor de matemáticas de enseñanza básica en la tranquila ciudad de Pitrufquén, en el sur de Chile. Está casado hace años con Irma (Sandra Meezs), en una conflictiva relación donde él sufre maltrato físico y psicológico. Lamentablemente para Ramiro, esta situación no es un secreto, y todos en el pueblo saben su verdad. Ramiro sabe que es un hazmerreír para sus colegas, sus amigos, incluso sus alumnos.
«La idea era crear un personaje por el cuál lograras sentir empatía, por lo triste de su existencia… y una vez que lo entendieras, mostrarte su descenso a la oscuridad», explica el director.
La vida de Ramiro sufrirá un duro giro cuando su mujer lo abandona, lo cual, sumado al despido de su trabajo en el colegio, hará surgir una rabia acumulada y contenida por años, en una venganza llena de violencia y resentimiento.
«La violencia es parte de la vida, la violencia no tiene moral, pero de que duele, sí duele», comenta Vivanco, que escribió, produjo y dirigió la cinta. «Pero la vida muchas veces duele, ¿no?».
Daniel Vivanco.
Vivanco es periodista de la UDP y luego estudió en la Escuela de Cine de Chile. Antes de El mal trato dirigió de D7A (2008), que relataba una semana en la vida de Simón, un veinteañero de Santiago apesadumbrado y misterioso, que recorría sin rumbo las calles de la ciudad y las casas de sus conocidos. Además estuvo detrás de la idea de «La mujer de Iván» (2011), el film del cineasta Francisco Silva.
Su última película viene de ser premiada en varios festivales: logró cuatro nominaciones en el Queens World Film Festival de Estados Unidos (mejor película, mejor director, mejor actor y mejor cinematografía), donde se impuso como ganadora en mejor actor y obtuvo una mención honrosa como mejor director. Además recibió el Premio Mejor Película Latinoamericana en el Carmarthen Bay Film Festival de Gales y el premio película de suspenso del Indie Gathering International Film Festival, también de Estados Unidos.
Asimismo, obtuvo una mención especial en el Filmmaker International Film Festival (España) y fue parte de la selección oficial del Salón Internacional de la Luz (Colombia), el Feratum Film Festival (México) y el Lumiere 2015 –Cinemavvenire Film Festival (Italia).
El estreno será simultáneo, en Santiago y regiones, en sala como la Cineteca Nacional, Cine Arte Universidad de Tarapacá, el Centro de Extensión (UBB) en Concepción, Centro Cultural de Angol, la Universidad Católica de Temuco, el Cineclub de la Universidad Austral y Pavilion Punta Arenas.
Sin duda es un film oscuro, de un director que admira a colegas como el danés Lars von Trier (Anticristo), Martin Scorsese (Taxi driver), David Lynch (Carretera perdida) y Darren Aronofsky (Requien por un sueño).
Consultado por su inspiración, responde que «desde hace más de cuatro años que el femicidio se transformó en un concepto tangible, es cosa de prender la tele y verás de donde viene la inspiración. Además en ese tiempo estaba viendo Breaking Bad y Dexter, y tuve la intención de hacer de este proyecto un piloto para una serie. Nunca se concretó como tal y tiene muchas referencias de esas series».
Sin embargo, el principal motor que lo movió a escribir y dirigir esta historia fue «entregar un punto de vista distinto sobre la violencia intrafamiliar y generar debate con respecto al tema de la violencia en general, no sólo dirigida hacia las mujeres».
El autor quiso reflexionar sobre el concepto del femicidio y buscar una forma de entender los procesos de violencia que puede sufrir un ser humano que lleguen a situaciones tan extremas. «Y la motivación más fuerte nace de ver como esta reflexión no estaba siendo hecha, ni por el medio social que me rodeaba, ni por los medios de comunicación, ni por el mundo artístico», dice.
Además, otro de los elementos particulares de la producción es el suspenso. Una cinta sobre asesinatos en medio de la realidad de la región de la Araucanía, en el sur chileno, lo que para Vivanco tiene sentido pues considera «importante grabar en regiones y con actores regionales, que muestren la diversidad de la sociedad chilena».
Filmó en un lugar que conoce bien. «Viví cinco años en el lugar donde grabamos esta película, el último año antes de venirme de vuelta a Santiago la hicimos», comenta. «La vida de pueblo es una pieza clave en la historia… pueblo chico, infierno grande… Está lleno de ollas infernales en nuestro Chile lindo, llenas de historias que esperan ser contadas».
Una película hecha a pulso, de pocas locaciones, pocos actores en escena y poca iluminación, con un reducido equipo humano compuesto por Pablo Alveal, Francisco Braithwaite, Rocío Fernández y Vivanco, para quien el mensaje es simple: «no hay sólo un tipo de ser humano, no hay sólo una forma de ser feliz».
Ficha Técnica
Título: El mal trato
Año: 2015
Género: Drama
Duración: 68 minutos
Idioma: Español
País: Chile
Dirección: Daniel Vivanco
Producción: Daniel Vivanco
Guión: Daniel Vivanco
Música: Oscar Carrasco
Post Producción de imagen: Ximena Faunes
Post Producción de sonido: Cristóbal Rivera
Productora: Fracfilmes
Ficha artística
Ramiro Fuentealba – Ricardo Pinto
Irma – Sandra Meezs
Saúl – Carlos Belmar
Mesero – Luis Figueroa
