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Prestigioso festival de Cine de Locarno premia a Jodoroswky «porque va más allá de las fronteras del cine» El premio lo recibirá en Suiza el viernes 12 de agosto

Prestigioso festival de Cine de Locarno premia a Jodoroswky «porque va más allá de las fronteras del cine»

El festival destacó que en la obra del cineasta franco-chileno dialoga «su concepción del arte y su visión de la realidad». «Otorgar el Pardo de honor a Alejandro Jodorowsky significa también poner el acento sobre una poesía que sobrepasa el horizonte de lo real, y volver a dar vida a esa ‘visionaridad’ y esa libertad de expresión que tan terriblemente necesitamos actualmente», agregó Carlo Chatrian, director artístico del festival.


El cineasta chileno Alejandro Jodorowsky recibirá en le mes de agosto el Pardo de honor del 69 Festival de Locarno que quiere reconocer así una obra «que va más allá de las fronteras del cine».

Jodorowsky «no levanta barreras entre la vida y la creación artística», destacó el director artístico del festival, Carlo Chatrian, en un comunicado.

El festival destacó que en la obra del cineasta franco-chileno dialoga «su concepción del arte y su visión de la realidad».

«Otorgar el Pardo de honor a Alejandro Jodorowsky significa también poner el acento sobre una poesía que sobrepasa el horizonte de lo real, y volver a dar vida a esa ‘visionaridad’ y esa libertad de expresión que tan terriblemente necesitamos actualmente», agregó Chatrian.

Jodorowsky, de 87 años, recibirá el premio en la Plaza Grande de Locarno el viernes 12 de agosto antes de la proyección de «La danza de la realidad» (2013) y al día siguiente mantendrá una conversación abierta con el público.

Hijo de inmigrantes rusos exiliados en Chile, Jodorowsky comenzó su carrera artística como marionetista, poeta y director de teatro, antes de instalarse en Francia, a los 23 años, para entrar en la compañía del mimo Marcel Marceau.

Cinco años después creó, con Roland Topor y Fernando Arrabal el grupo «Panique» en reacción al movimiento surrealista.

Después pasaría 17 años en México, donde se centra en el teatro de vanguardia, además de rodar «Fando y Lis» (1968), «El topo» (1970), «La montaña sagrada» (1973) y «Santa sangre» (1989).

«Es un artista cuyo trabajo va mucho más allá de los límites de las películas. Este reconocimiento del Festival llega en el mismo momento en que el artista franco-chileno (sic) se autobiografía visualmente, sin costuras, en un diálogo entre su concepción del arte y su visión de la realidad. La adjudicación del Leopardo de Honor a Alejandro Jodorowsky es una manera de poner de relieve la capacidad de la poesía para ir más allá de los horizontes limitantes de la realidad, y dar voz a la videncia y la libertad de expresión que tanto se necesitan aquí y ahora»

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