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«¿Y si fuera cierto?»… Gustavo Frías Reyes, no se ha ido. Está de viaje… In memoriam al destacado guionista de cine y televisión

«¿Y si fuera cierto?»… Gustavo Frías Reyes, no se ha ido. Está de viaje…

Guillermo Bown
Por : Guillermo Bown Periodista, escritor y ex diplomático
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Fue un hombre del siglo pasado con la modernidad actual. Fue un niño querido por sus semejantes y siempre buscando al hombre integral. Con los años practicó la rebeldía y la furia por esta tierra maltratada. Siempre su palabra y su pluma fueron la espada para defender la justicia y la tolerancia entre sus iguales y en el país.


¿Y si fuera cierto?

Es mentira, Gustavo Frías Reyes, está de viaje. El siempre lo ha estado en la tierra. Ahora capitanea su goleta con príncipes y piratas, lo acompañan sus personajes de novelas, libretos de cine, televisión e historias de sus vidas.

Desde el soñado puerto de Las Cruces, arriba su embarcación para saludarnos día a día y vuelve al mar, vuelve al espacio infinito, al cosmos más celeste y trascendental del universo montando su propia galaxia.

Quiso partir al imperio de la eternidad el día en que celebramos el aniversario de la Toma de la Bastilla, cuando Francia iluminaba el continente con sus principios que dieron fuerza y vigor al humanismo, en la bóveda mágica donde reside la reflexión, el don del libre examen.

En su mágica nave Gustavo lleva a Silvio, a Merino, a Tere, a sus amados hijos y nietos a Ingrid, Andrés, Harold, y Marcia. En la borda, Nicanor prepara los vinos junto al Guayo y en su casa museo, de Las +++, Gustavo Adolfo anuncia su llegada, donde esconde sus tesoros de libros y cine, la petaca de ron y su paquete de tabaco, la hiedra en sus techos, colgajos recuerdos y souvenir de sus amigos. El reloj desarmado del soñado abuelo, su amiga la chimenea, fotos históricas y cuadros familiares, pistola, platos artísticos, pipas, títulos y premios, una hermosa foto con su esposa, hijos y Nana en la playa de Las Cruces, de hace más de tres décadas.

Nuestro querido andino Gustavo Frías estudió Derecho, Cosmología, Filosofía, Literatura, Teología, Física Nuclear, Periodismo, Sociología y Teatro, en diversas universidades del país y extranjero. Es conocido en el país por sus obras y guiones de Sussi, Julio comienza en Julio, premiada en Chile como la mejor película del siglo, Caluga o menta y Amnesia.

Como conductor de TV fue muy reconocido por su programa de 11 capítulos en TVN: ¿Y si fuera cierto?, que dirigió con Silvio Caiozzi, afamado especialmente por su programa sobre el chileno Jaime Galté Carré, uno de los visionarios, mutante y más connotado receptor del mundo.

Entre los libros conocidos Gustavo escribió Pasaje al fondo de la tierra, El mundo de Maxó, El juego, La dimensión ausente, El tarot esencial, El inquisidor, Tres nombres para Catalina: la doña de Campofrío, distinguida esta novela por el Consejo Nacional del libro en 2002.

¡Cuánto realizado, amado y entregado a su país y al mundo!

Fue un hombre del siglo pasado con la modernidad actual. Fue un niño querido por sus semejantes y siempre buscando al hombre integral. Con los años practicó la rebeldía y la furia por esta tierra maltratada. Siempre su palabra y su pluma fueron la espada para defender la justicia y la tolerancia entre sus iguales y en el país.

Conoció el mundo y grandes personajes de la historia, de las cuales obtuvo las enseñanzas que impartía en sus charlas, academia, amigos y vecinos.

Lo despedimos la semana pasada en su casa de su amada Las Cruces, después en la iglesia, en la que decenas de vecinos agradecieron su amistad. Allí estuvieron la boticaria, el almacenero, concejales, escritores de la zona, profesores de la escuela local, el cantinero, y todos los amigos que disfrutamos del cariño tan especial de este amigo que hoy viaja en otros planos, que solamente las mentes selectas lo pueden realizar.

¿Y si fuera cierto?

Gustavo está de viaje…

Hoy, en el templo universal, despedimos a Gustavo Frías Reyes, quien viaja por un tiempo y vuelve cuando quiere a visitarnos a su idolatrada tierra marina de Las Cruces. Sus cenizas van al mar y bajo su adorado árbol de su patio. Al frente, las olas, toda su alma descansa en paz dialogando con el mar.

Guillermo Bown F.
Periodista y escritor

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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