Publicidad
El Neruda de los Larraín: entre el humor político, la sátira y la exacerbación dionisiaca La película es una idea original de Juan de Dios y dirigida por su hermano Pablo

El Neruda de los Larraín: entre el humor político, la sátira y la exacerbación dionisiaca

La película protagonizada por Luis Gnecco y Gael García Bernal tuvo su primera exhibición con público en Chile en el Instituto de la Comunicación e Imagen, dos días antes de la avant premiere de este domingo, donde los hermanos Larraín, director y productor de la cinta, conversaron con los asistentes sobre el origen de la idea, y las razones que llevaron a escoger el periodo de clandestinidad del poeta, por sobre otros hitos de su vida.


“Si él hubiese escrito una película de sí mismo lo habría hecho sobre esta época”, afirmó Juan de Dios Larraín en la primera exhibición con público chileno de la esperada película “Neruda”, dirigida por su hermano Pablo. En el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile participaron ambos de un conversatorio con el cineasta Carlos Flores y los asistentes.

La cinta narra el momento en que el poeta Pablo Neruda pasa a la clandestinidad, luego de que el presidente Gabriel González Videla promulgara la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, también llamada “Ley maldita”, que declaraba la ilegalidad del Partido Comunista.

El humor político, la sátira y la exacerbación de los aspectos dionisiacos del poeta dan a la película, en un comienzo, la forma de una comedia que no pretende hacer un retrato estrictamente autobiográfico, sino que, al contrario, se apropia de los datos históricos del poeta y adquiere, entonces, la forma de una ficción cuyos objetivos se centran en lograr un pacto de verosimilitud con la audiencia y en intentar, con una lograda elocuencia, “hacer hablar a Neruda”.

“Es la primera vez que nos enfrentamos a una audiencia chilena después de ver la película y eso nos genera mucha curiosidad. Más porque esta es la primera película que dirijo que no es una idea mía, sino de Juan de Dios”, expresó Pablo Larraín.

Si aceptamos que el éxito de las comedias se mide por las risas del público, la película de Larraín fue un éxito. Sin embargo, encasillar a Neruda en este género sería reduccionista, pues existe un fuerte componente dramático –en escenas donde otros personajes tienen digresiones sobre la fuerza poética de Pablo Neruda– que nos trasladan bruscamente a otra dimensión, una más emotiva, frágil e intensa, que construyen finalmente los momentos más memorables del filme.

Avant premiere de Neruda

Avant premiere de Neruda

La idea de la película empezó a tomar forma después de las muchas entrevistas que realizó Lorena Penjean, egresada de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, a personas cercanas al círculo de Neruda. Así, decidieron explorar distintos episodios de su vida: el Winnipeg, barco que consigue para traer a Chile a refugiados de la Guerra Civil española, y su época en la clandestinidad, post-Segunda Guerra Mundial, cuando el comunismo es perseguido, presionado por el entonces presidente de Estados Unidos, Harry Truman.

“Revisar el discurso que leyó Neruda cuando recibió el Nobel de Literatura fue muy esclarecedor. Ese discurso es como un relato de su vida, el poeta lo centra en este periodo, desde donde hace todos los análisis de este momento, su clandestinidad», explica Juan de Dios Larraín, fundador  junto a su hermano de la productora Fábula.

«Es un periodo que concentra su vida: el Neruda político, el origen de un Neruda diplomático, es el momento cuando se extingue su relación con ‘Hormiguita’, cuando llega a Europa bajo otra dimensión de personaje, el Neruda que escribe su obra maciza y que le dio precisamente el Nobel, el Canto General; había muchas capas que serían un desafío para dirigir la película y es allí cuando aparece la figura y punto de vista del policía”.

Pablo agrega que notaron que “el policía podía ser entendido como una obra de ficción del propio poeta. Era una idea delicada y nos aferramos a ella. Luis Gnecco, camino a Cannes, releyó el discurso del Nobel y se sorprendió que al final el propio Neruda dijera que no sabe si esto lo soñó, lo vivió o lo escribió, una lectura en la que reparamos después de haber hecho la película, y nos hizo pensar que Neruda estaba consciente de que él estaba escribiendo una leyenda. Fue un gran narrador y quizás su relato más potente fue el propio”.

El cineasta Carlos Flores, académico del la carrera de Cine y Televisión del ICEI, destacó la evolución que ha tenido el trabajo de Pablo Larraín. “La calidad cinematográfica contiene una corrección permanente desde Tony Manero a Neruda. Lo que diferencia esta nueva película de Pablo emerge del punto de vista que utiliza, lo que está dado por el gran giro que tiene su estructura. Eso se da cuando entra el policía, personaje de Gael García Bernal, que narra y está presente en escena, evitando el peligro de la biografía que restringe al sujeto del cual se habla. Él le quita lo épico a la obra”.

Por otra parte, Flores destaca el montaje, “los diálogos entre los personajes son sumamente interesantes, el más definitivo en este recurso es el diálogo entre Neruda con el Presidente Arturo  Alessandri, escena que genera una ambigüedad de espacio y tiempo porque se da en lugares distintos. Esa ambigüedad nos está subrayando que esto es una película”.

Al final de la conferencia, Larraín se tomó un momento para recordar una anécdota de Stanley Kubrick, quien filmó una y otra vez un plano cerrado de una manilla (para la película “Ojos bien cerrados”). Después de 102 tomas –dice Larraín– Tom Cruise se acercó al director para preguntarle cuál era la diferencia entre la toma 37 y la toma 32 y cómo se las arreglaba para escoger una y no la otra. “Porque se siente bien”, respondió Kubrick, anteponiendo sus instintos sensoriales antes que cualquier estructura intelectual.

“Todo lo que es el estómago”, dijo Larraín, haciendo un guiño a su propia forma de entender el cine.

En tanto, en la avant premiere, que se realizó el domingo pasado en el cine Hoyts San Agustín, el director del filme reiteró que el foco de la película fue el de mostrar al vate en sus múltiples facetas: “La política, la artística y la personal, que es la que más me interesaba rescatar en este filme. Por eso recurrimos a la ficción, para adentrarnos en su mente”.

La película tendrá su estreno nacional el jueves 11 de agosto.

Publicidad

Tendencias