La crítica gastronómica del chef Gonzalo Peñafiel
565 tiene buena pinta, pero funciona muy mal. En un lugar que ofrece platos de fondo de $25.000, lo mínimo sería tener un anfitrión o por lo menos, más de un garzón para atender a su capacidad que a simple vista, supera los 70 clientes.
En pleno centro de la ciudad de Los Ángeles está el hotel Four Points y en su interior, el restaurante 565. Su estructura es moderna, aunque ostentoso y no de muy buen gusto, pero se ve limpio y da la sensación de que se va a comer rico y ser bien atendido, pero no, todo lo contrario. Su carta, que es bastante limitada, ya no contaba con al menos un 20% de sus ofertas y su exceso de detalles y “creatividad gramatical” llega a ser burlesco cuando en el resultado hay tan poco compromiso.
¿Qué comimos? Una aguada pero contundente Sopa de Cebollas ($5.500), un Tártaro con aroma a Allium Sativum ($5.700) (que pienso estaba marinado desde el servicio anterior) y un reemplazo a la carta cobrado como Alimentos Especiales ($8.824), que consistió en aplastados tequeños rellenos con poco queso y un apanado en despuntes de mariscos. Lo único pasable eran las salsas, que probablemente no son caseras.
565 tiene buena pinta, pero funciona muy mal. En un lugar que ofrece platos de fondo de $25.000, lo mínimo sería tener un anfitrión o por lo menos, más de un garzón para atender a su capacidad que a simple vista, supera los 70 clientes.
Mi único consejo es que de ir al hotel, pase la noche en el casino que está ahí mismo y, si se hace una fortuna, la comparta con quienes quiera en una noche de placer en el hotel. Me cuenta.
“Restaurant 565”
Colo Colo 565, Los Ángeles
Servicio: Malo (35%)
Comida: Regular (38%)
Ambiente: Regular (55%)
Precio: De los $17.000 a $20.000 p/p.
