Publicidad
Reconocen a Alejandro Sieveking con el premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Biarritz Por su papel de Evans, en el filme Invierno, del argentino Emiliano Torres

Reconocen a Alejandro Sieveking con el premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Biarritz

Curtido en mil batallas en teatro y cine, el compañero creativo en el teatro de Víctor Jara, encarna a un viejo capataz en un lejano fundo de la Patagonia donde se crían y esquilan ovejas, despedido por razón de su vejez. Empezará entonces la lucha sorda entre él y su joven sucesor, en un escenario donde impera la soledad, el frío y la nieve.


El jurado de la vigesimaquinta versión del Festival de Cine de Biarritz -hoy por hoy la mejor ventana de cine latinoamericano en Europa, decidió por unanimidad conceder el premio a Mejor Actor, uno de los más relevantes del certamen, al actor y dramaturgo chileno, Alejandro Sieveking, por su rol estelar en la película Invierno de Emiliano Torres.

Curtido en mil batallas en el teatro y en el cine, Sieveking es el viejo capataz en un lejano fundo de la Patagonia donde se crían y esquilan ovejas, despedido por razón de su vejez. Empezará entonces la lucha sorda entre él y su joven sucesor, en un escenario donde impera la soledad, el frío y la nieve.

Esta película, que también recibió el premio de la crítica, también es una buena pintura de la vida en un ambiente inhóspito y hostil donde el alcohol es compañero recurrente, un pequeño tratado sobre las asperezas de la vida familiar y un reflejo crudo y tajante de la inhumanidad de la economía capitalista, en la que las personas suelen tener la categoría de mero engranaje que puede reemplazarse de un día para otro sin calcular consecuencias.

Si bien la experiencia actoral de Sieveking es basta, su relación con Víctor Jara, marcó una de las alianzas artísticas más fecundas de los último decenios.

Esa relación fue el inicio hacia el camino de la consolidación profesional de ambos artistas: Sieveking como dramaturgo y Jara como director teatral.

Jara ya había dirigido Parecido a la felicidad cuando en 1962, Sieveking le ofreció la recién escrita Ánimas de día claro. El éxito de las obras anteriores y la amistad que había entre ambos creadores motivó a Sieveking a seguir entregando su dramaturgia a Jara. Así nació La remolienda, comedia folclórica que se volvió fundamental en el teatro chileno. El proyecto entusiasmó tanto a Jara, que también compuso la música para la obra.

Sieveking tampoco se mantuvo aislado del trabajo musical que realizaba Jara y participó en diversos proyectos con él, por ejemplo, el disco documental La población, en el cual Alejandro fue coautor de la canción Herminda de La Victoria.

 

Publicidad

Tendencias