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La lucidez de Mark Twain: “Todos los pueblos miran despectivamente a todos los otros pueblos” Reseña literaria

La lucidez de Mark Twain: “Todos los pueblos miran despectivamente a todos los otros pueblos”

María José Quesada Arancibia
Por : María José Quesada Arancibia Licenciada en Filosofía. Coordinadora general en El Mostrador
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Hay que releer a Twain. En vez de prohibirlo, debieran sumar este breve texto como complemento a sus otras obras, pues aquí devela sus cuestionamientos más profundos, sin preámbulos ni metáforas, pero sí con su humor característico, dice lo que debe decir.


De ironías y curiosidades se fragua la historia…

“Los hombres están todos locos”, decía el controvertido Twain. Esta escueta descripción de la humanidad, tan simple, categórica e intensa, la encontramos en la contratapa de Cartas desde la tierra, publicado por La Pollera ediciones este 2016, frase que hace de preámbulo y nos da pequeños atisbos de lo que encontraremos a lo largo de este relato.

Mark Twain ha estado en la palestra y comidillo social últimamente, pese a que ya han pasado más de 100 años de su partida. Sin ir más lejos, hace pocos días en el estado de Virginia, Estados Unidos, prohibieron y retiraron de las escuelas Las aventuras de Huckleberry Finn, por ser considerada una obra que ocupa un lenguaje racista.

Y es que al parecer las susceptibilidades de ayer no son las mismas de hoy, y el escenario global en términos de políticas culturales carecen de un espacio y tiempo reflexivo, y por qué no decirlo, una mayor confianza en la comprensión del otro/a que lee.

Los que censuran la obra Twain, a nuestro parecer no comprenden la ironía de sus palabras y la lucidez de su crítica social en el contexto de aquellos años, bastante ad hoc a los actuales por lo demás. Quizás con la esperanza de que algunas cosas evolucionaran, en vida dejó estipulado que sólo pasado un siglo posterior a su muerte podía publicarse su autobiografía. Y posiblemente también por el mismo motivo, recién en 1962 se permitió publicar este breve relato llamado Cartas desde la tierra.

El libro en cuestión se compone de 11 cartas escritas desde el exilio de Satán, en donde este último narra su estadía en la tierra y da su parecer respecto a los humanos y sus relaciones, sobre todo con Dios: “Lo que mueve a Dios es la envidia, sólo mediante este concepto es posible comprender su carácter, ese es el secreto. La envidia es la clave, está presente y palpable en toda su historia (…) ¡Cuán poco le cuesta perder la compostura y trastornarse si activan la ira de su envidia!”. Breve cita para que el lector se haga una idea de lo que encontrará, pues entre otras cosas, se analiza lo ilógico de los mandamientos, se cuestiona si es justo o no lo que se expresa en el nuevo y antiguo testamento, etc., siempre bajo un tono lúdico y rupturista para la época.

Hay que releer a Twain. En vez de prohibirlo, debieran sumar este breve texto como complemento a sus otras obras, pues aquí devela sus cuestionamientos más profundos, sin preámbulos ni metáforas, pero sí con su humor característico, dice lo que debe decir.

“Todos los pueblos miran despectivamente a todos los otros pueblos. Todos los pueblos odian a los otros pueblos. Todos los pueblos blancos miran en menos a todos los pueblos de color, o de cualquier tonalidad, y los oprimen cuando pueden”.

¿Sería correcto censurar un relato de este tipo? Tanto derechas como izquierdas en sus extremos respectivos creen que el derecho a recibir determinada información les pertenece, ¿pero no será mejor poder optar a estas lecturas y tomar posiciones al respecto, es decir, que los propios lectores opinen si es o no racista su lenguaje?

Twain expone la torpeza de los hombres y mujeres al creer lo que indica la Biblia y adorar al Dios que en ésta (la Biblia) describen los mismos humanos: “es porque no piensan para nada; solamente piensan que piensan. No pueden pensar, ni dos seres humanos entre miles tienen algo en qué pensar. Y en cuanto a la imaginación –oh, bien-, ¡es cosa que vean su cielo! Lo aceptan, lo aprueban, lo admiran. Esto te dice más o menos cómo son intelectualmente”.

María José Quesada, licenciada en filosofía.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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