Opinión de John Ever, experto en reloj biológico
Si Chile fuera una sociedad del conocimiento, en donde la educación sí importa, todas las regiones madrugarían con sol durante todo el año, así como ocurre en países nórdicos. Haciéndolo al revés, como lo ha decretado el gobierno, las personas despertarán de noche, provocando un problema agudo en niños y adolescentes, ya que ellos se despiertan naturalmente más tarde que los adultos. Con el nuevo horario, el sol se levantará en pleno invierno cerca de las 10AM en Magallanes; en consecuencia los jóvenes estarán biológicamente dormidos hasta como las 11AM.
Con mucha preocupación me entero que el Gobierno de Chile decretó que la zona austral adoptará el horario de verano durante todo el año. Si nuestro cuerpo funcionara como un reloj de arena podríamos fijar nuestros horarios a nuestra conveniencia y, porque no, trabajar toda la noche para tener todo el día libre y aprovechar al máximo las horas de luz. Pero ya que estamos regidos por nuestro reloj biológico no funcionamos de esa manera y nuestro despertar está determinado por la hora en que se levanta el sol.
A diferencia de lo que se cree, la biología nos dice que este factor no es modificable. Debido a esto, lo ideal es que el horario que adopte un país sea tal que el sol se levante lo mas cerca posible de la hora en que deben despertar sus ciudadanos. Esto explica porqué los países nórdicos, la mayoría de ellos ubicados aún mas cerca del polo que Punta Arenas, eligen un huso horario con el cual el sol se levanta en pleno invierno alrededor de las 8:30AM. Es cierto que con este horario la noche llega temprano, pero esto no es tan grave como amanecer a oscuras ya que ello causa el no estar completamente despierto durante las primeras horas del día.
El cambio de horario decretado para Magallanes significa que los habitantes de esa región se despertarán mas tarde. No hablo de cuándo sonará el despertador, sino de cuándo su cuerpo estará efectivamente despierto. El problema será más agudo en niños y adolescentes, ya que ellos se despiertan naturalmente más tarde que los adultos. Con el nuevo horario, el sol se levantará en pleno invierno cerca de las 10AM en Magallanes; en consecuencia los jóvenes estarán biológicamente dormidos hasta como las 11AM. Como las clases en el colegio y en la universidad comienzan alrededor de las 8AM, las primeras tres horas serán esencialmente perdidas para los niños y jóvenes, afectando significativamente su rendimiento. Prueba de esto es que cuando se realizó este mismo experimento hace dos años para todo el país, parvularios y profesores a lo largo de Chile se quejaron que sus alumnos estaban dormidos las primeras horas del día.
Pero estos argumentos nada pueden contra una medida que no se basa en datos objetivos, sino en impresiones y opiniones, principalmente vertidas por adultos. Al parecer no se tomó en cuenta que el sector de la población más afectado y que más debiera aprender no pueda hacerlo de la mejor forma. Si fuésemos una sociedad del conocimiento, donde la educación sí que importa, todas las regiones de Chile madrugarían con sol durante todo el año, así como ocurre en países nórdicos.
Por último, esta decisión del Gobierno, que al parecer fue tomada sin consultar a expertos en educación, aprendizaje, y sueño, entre otros, nos hace reflexionar. Los países no cambian fácilmente su horario porque ello tiene consecuencias complejas en un mundo crecientemente interconectado. Así la decisión de hacerlo debe tomar en cuenta la opinión de estos expertos, cosa que al parecer no se hizo.
John Ewer. Centro Interdisciplinario de Neurociencia, Universidad de Valparaíso
