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Las obras que Picasso atesoró durante toda su vida llegan a Santiago La muestra se podrá ver hasta el 5 de marzo en los subterráneos de La Moneda

Las obras que Picasso atesoró durante toda su vida llegan a Santiago

El material incluye estudios preparatorios para la creación de «Las señoritas de Avignon», obra clave para el desarrollo del cubismo, bosquejos para el diseño de los trajes y decorados del ballet «Pulcinella» de Igor Stravinsky y esculturas y dibujos de guitarras, instrumento omnipresente en su obra.


Algunas de las obras que Pablo Picasso atesoró en su propio taller a lo largo de toda su vida se podrán ver a partir de este martes en Santiago en el marco de la exposición «Picasso: Mano erudita, ojo salvaje».

La exhibición, formada por obras pertenecientes al museo Picasso de París, muestra «los Picassos de Picasso», las obras que el artista creó y conservó con él desde su infancia hasta el día de su muerte.

El material incluye estudios preparatorios para la creación de «Las señoritas de Avignon», obra clave para el desarrollo del cubismo, bosquejos para el diseño de los trajes y decorados del ballet «Pulcinella» de Igor Stravinsky y esculturas y dibujos de guitarras, instrumento omnipresente en su obra.

Se trata, en total, de 135 obras originales del artista español que incluyen 35 pinturas de mediano y gran formato, 41 dibujos, 20 esculturas, 20 grabados y 19 fotografías que abarcan la profusa carrera del artista en sus distintas etapas de su carrera.

«Picasso fue uno de los artistas más prolíficos y que más obras vendió del siglo XX, sin embargo, el Picasso del que habla esta exposición es el de las obras que él quiso mantener consigo mismo desde los 11 años hasta los 91», explicó Manuela Riveros, encargada de investigación y contenidos del Centro Cultural Palacio La Moneda.

Todas ellas conforman la mayor exposición de Picasso que haya llegado al país suramericano y que esta tarde fue inaugurado por la presidenta Michelle Bachelet.

El montaje revela un «Picasso múltiple», que pasa por todas las técnicas y «que se convierte en pintor, escultor, ceramista, diseñador, fotógrafo y grabador», dijo Emilia Philippot, conservadora responsable de las artes gráficas en el Museo Picasso de París.

El recorrido de la muestra es cronológico y empieza con «Hombre con gorra», obra realista que el artista pintó con tan sólo 14 años y con la que ya se manifiesta el virtuosismo del malagueño con el pincel.

«Picasso: Mano erudita, ojo salvaje» se adentra también en la etapa cubista con dibujos y pinturas como «Busto», «Desnudo acostado con personajes» o «Busto de mujer o marino» que son previas a la creación del famoso cuadro «Las señoritas de Avignon».

Su pasión por la música y la guitarra también está presente en la muestra con algunas de las obras donde aparece este instrumento de cuerda que se convertirá en un motivo recurrente a lo largo de toda su vida.

Asimismo, se aborda la relación de Picasso con los hitos fundamentales del siglo pasado, haciendo especial énfasis en el proceso de elaboración del «Guernica» y en la resistencia del artista a continuar trabajando en un París ocupado por alemanes.

Es por eso que también han viajado hasta Chile algunas de las fotografías que la francesa Dora Maar hizo del proceso de creación del «Guernica» o el cuadro en blanco y negro de «La mujer que llora», que representa el dolor generado por las atrocidades de la guerra.

La parte final de la exhibición se centra en la última etapa de Picasso, «cuando el artista tenía 80 años y creó de forma frenética una gran cantidad de grabados», explicó Philippot.

Entre finales de los 60 y principios de los 70, Picasso pintó de una forma «muy expresionista» y se centró especialmente en la representación de mujeres en posiciones eróticas, tal y como demuestra el cuadro «Mujer con almohada» o el «Beso».

Ellas dan cuenta de una liberación de su trazo y de una infantilización de su estilo.

«Picasso dijo que le había costado toda una vida encontrar la inocencia en el arte. Creo que esta exposición permite ver como Picasso desaprendió todos los reflejos de la representación clásica y experimentó con distintos estilos y técnicas a lo largo de su vida», concluyó Philippot.

La muestra, que llega a Chile después de un exitoso paso por Sao Paulo y Río de Janeiro, se podrá ver hasta el próximo 5 de marzo en el espacio cultural situado en los subterráneos del Palacio de La Moneda.

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