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Congreso Futuro: Científico israelí revela en Chile origen neurobiológico del estrés Alon Chen, neurobiólogo, llega al país el 09 de enero para el evento donde El Mostrador es media partner

Congreso Futuro: Científico israelí revela en Chile origen neurobiológico del estrés

Para evitar que la salud de las personas llegue a un punto crítico donde las enfermedades relacionadas con traumas pueden generar una seria de trastornos, el científico Alon Chen busca un proceso específico de los genes humanos que puedan ayudar a controlar situaciones de intenso estrés. Algunos resultados de su pesquisa van a ser presentados en el Congreso del Futuro con intención de que se pueda crear alternativas para tratar y también prevenir los males de una de las mayores causas de enfermedades del siglo XXI.


Alon Chen neuro-científico miembro del Instituto Max Plank de Psiquiatría, es una de las personalidades de renombre mundial en el área de la neurociencia que llega a Chile en el 9 de enero para el Congreso Futuro, actividad que reúne en Santiago a los científicos más importantes del mundo para debatir sobre el futuro del planeta y la humanidad.

Chen es israelí e investiga la neurobiología del estrés y su relación con desórdenes psiquiátricos hasta fisiológicos. El científico presentará en el evento algunos de los resultados de su investigación. Su trabajo busca desvendar los misterios de los genes que poseen gran influencia en la reacción del cuerpo y mente de las personas frente a una situación de estrés.

Al contrario de lo que se puede imaginar el científico aclara que el estrés no es una cosa completamente mala. Se trata de una reacción natural del organismo con la intención de defenderse por ejemplo de un posible peligro, o de una situación arriesgada. El cuerpo empieza a reaccionar para que cree condiciones necesarias para superar el desafío que ha causado el estrés.

“Imagínese en una sala con un león. El estrés es bueno en esa situación, él va hacer con que aumente la circulación de sangre por tu cuerpo así sus músculos tendrán más energía para escapar de esa sala, la ansiedad también es buena en esa situación pues hace con que tu enfoques en escapar de la sala sin pensar en otras cosas. Cuando el organismo es expuesto a cualquier tipo de estrés muchos cambios ocurren con las partes del cuerpo controladas por lo cerebro», señala.

«Todos estos cambios -prosigue- son importantes para comprender el motivo por lo cual ellos ocurren con el este estrés frente a una situación desafiadora para sobrevivir y después vuelven al equilibrio. Por ejemplo uno puede tener cambio en el comportamiento, aumento de la ansiedad o miedo, la memoria cambia, la manera de como hace sus movimientos también, el nivel de atención, el apetito, casi todos los sistemas del cuerpo cambian por el estrés. Claro eso depende mucho del tipo de estrés si es crónico, simples o traumático, es muy variado”.

El organismo puede recuperarse de un cuadro de estrés rápidamente de manera natural o generar una respuesta negativa, y ese tipo de respuesta puede resultar en enfermedades, desde las más leves hasta las más graves. Hay que llevar en consideración que diferentes personas responden de manera distinta al estrés.

«Cuando algunas personas son expuestas a un estrés o traumatismo muy severo pueden desarrollar enfermedades como el trastorno postraumático y otras personas simplemente no. Por ejemplo, si considerarnos un grupo de soldados en una zona de guerra, un 15% de ellos cuando regresen a sus casa desarrollarán trastorno postraumático».

La explicación para la diferencia de reacción está más allá de sólo el factor genético. Tomando otro ejemplo, Chen explica que personas de la misma línea genética no necesariamente tendrían la misma probabilidad de sufrir un trauma, pues su relación con el ambiente en que vive también influye en la manera como ella controla el estrés.

«Sabemos hoy que es una combinación de cosas. Definitivamente la genética es una contribución importante, pero no sólo eso. Si dos hermanos gemelos son creados separados, uno en una zona muy peligrosa, y el otro en un lugar tranquilo, las probabilidades de que es que vivió en la zona peligrosa desarrolle una enfermedad va a ser más difícil. Tienen el mismo gen, pero el ambiente en el cual crecieron es también un factor muy importante. Para que una enfermedad relacionada al estrés se desarrolle es necesario la combinación de pre-disposición biológica genética y el ambiente».

La exacta manera de cómo los genes planifican esta reacción de cambios del organismo a un momento de interferencia externa que causa el estrés, es aún un misterio que el investigador intenta revelar. Asimismo, el tratamiento existente contra las enfermedades psiquiátricas como ansiedad y depresión causadas por el estrés no son fácilmente tratables. Según Chen, apenas una parte de los pacientes responden de manera positiva a los tratamientos con medicamentos.

“Los medicamentos que utilizan actualmente tienen apenas un efecto parcial. Aproximadamente un promedio de 40% de los pacientes que están en tratamiento no reaccionan con los efectos esperados para controlar la enfermedad. Necesitamos encontrar nuevas maneras de medicar a estas personas y desarrollar nuevas maneras de comprender mejor el mecanismo que ocurre en el cerebro de ellas con los genes y proteínas para que podamos tratar eso”.

Sin embargo, aclara el científico, no se debe solo mirar los efectos psiquiátricos como la depresión y la ansiedad. El estrés también está fuertemente ligado con desordenes metabólicos como la diabetes o trastornos de la alimentación. En casos más graves Chen afirma que puede llevar incluso a un cáncer. Para evitar que la salud de las personas lleguen a este punto crítico, el científico intenta desvendar el proceso específico por lo cual los genes controlan el estrés y así crear alternativas para tratar y también prevenir las enfermedades.

«El estrés es bueno, sin embargo el problema es el control que uno tiene sobre él y las consecuencias que él trae. Es algo que todas las personas están propensas a pasar. Lo que estamos intentando hacer es entender los mecanismos que tienen en los seres humanos los genes, proteínas y circuitos que controlan la respuesta frente al estrés. Al comprender mejor estos mecanismos podríamos ser capaces de probablemente desarrollar maneras de contener enfermedades relacionadas y a cualquier otro tipo de patología”, concluye.

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